¡Solo del 20 al 30 de noviembre!
Contrata online tu seguro y consigue un 40% de reembolso del total de tu póliza.
¡No dejes pasar esta oportunidad única para ahorrar!
Aprovecha ahora y asegura tu vehículo al mejor precio.
Consigue ahora el 40% de reembolsoLa franquicia es una cantidad de dinero que el asegurado está dispuesto a asumir en el caso de que se produzca un siniestro que cause daños en el vehículo. El importe de la franquicia se pacta entre la aseguradora y el asegurado en el momento de la contratación del seguro, y generalmente se aplica sobre las coberturas de daños al vehículo, como daños propios, robo o incendio.
La franquicia en un seguro se aplica sobre los primeros X euros de la indemnización que te pertenece y, además, por cada siniestro que declares durante todo la anualidad. Nunca se aplicará franquicia cuando el culpable del siniestro sea otra persona identificada.
Gracias a la franquicia la aseguradora reduce el importe de la prima a pagar durante la anualidad. Cuanto más alta sea la franquicia, mayor será la reducción que obtendrás en la prima y viceversa.
Veamos cómo se aplica la franquicia en el siguiente supuesto.
Haces una tarificación y obtienes como resultado un seguro a todo riesgo cuya prima asciende a 800 €. La compañía te ofrece la opción de contratar el mismo seguro a todo riesgo, pero con una franquicia de 200 €. Es el mismo producto, pero el precio de la prima es de 530 €.
En el supuesto de que tengas un siniestro durante el siguiente año, la compañía te cubre todos los daños en caso de que hubieras contratado el seguro a todo riesgo sin franquicia. Sin embargo, si decidiste contratar el seguro a todo riesgo con franquicia, tendrás que abonar los primeros 200 € de la reparación en concepto de franquicia y, el resto, lo pagará tu compañía.
En el primero de los casos te habrás gastado 800 € de prima del seguro y en el segundo caso habrás gastado 530 € de prima más 200 € en concepto de franquicia, por lo que el seguro a todo riesgo habrá sido rentable para ti.
Sin embargo, imagina que durante ese mismo año, a las pocas semanas, haces un pequeño roce en el paragolpes trasero. En el segundo caso, tendrás que volver a pagar nuevamente los 200 € de la franquicia, mientras que si elegiste un seguro sin franquicia, la compañía volverá a pagar la totalidad de la reparación, sin exigirte nada a cambio.
A priori, la contratación de un seguro con franquicia puede resultar interesante en algunas situaciones, sin embargo, es conveniente revisar la letra pequeña del contrato para conocer toda su extensión.
Las pólizas está compuestas por un grupo de coberturas (daños propios, robo, rotura de lunas, etc.), cada una con una serie de condicionantes y limitaciones que debes tener en cuenta.
Aunque en su origen la franquicia empezó a aplicarse exclusivamente en la cobertura de daños propios, actualmente no es difícil encontrar aseguradoras que aplican la franquicia en otras coberturas como el robo, el incendio o la rotura de lunas. Por lo tanto, cuando contratas un seguro con franquicia, debes considerar sobre qué aspectos de la póliza tendrás que abonar el importe establecido cuando te ocurra un siniestro.
Para responder a esta cuestión haremos un análisis según el tipo de cobertura, teniendo en cuenta aquellas sobre las que se puede aplicar una franquicia.
Daños propios
Esta cobertura, incluida en los seguros a todo riesgo, es muy cara comparada con el resto de coberturas de un seguro de coche, aunque lo que garantiza suelen ser cantidades importantes, como es el valor de un vehículo.
La contratación de una franquicia en la cobertura de daños suele ser suponer una reducción considerable en el precio de la prima, que en muchas ocasiones puede compensar incluso dando un parte de accidente, tal y como hemos visto en el ejemplo anterior.
La elección de contratar o no un seguro de daños con franquicia depende exclusivamente del asegurado y de algunos aspectos que puede considerar, es decir, si cree que es una persona propensa a dar pequeños golpes en el coche, si es joven y tiene poca experiencia, si aparca el vehículo en la calle, etc. Todas estas son situaciones que pueden determinar la contratación de un seguro con franquicia, aunque como es evidente, nadie sabe cuándo ni cómo va a tener un accidente con su coche.
Así, podemos decir que es interesante contratar una franquicia cuando el conductor cree que es improbable que utilice su seguro o crea que las probabilidades son escasas, mientras que no es conveniente contratar el seguro con franquicia si es propenso a dar partes de accidente.
Robo, incendio y lunas
Estas coberturas tienen un valor muy inferior al seguro de daños propios, por lo que la variación en la prima anual será mínima, por lo que el beneficio para tu es poco, mientras que para la compañía es mucho mayor, ya que se evitar pagar una parte del dinero en cada reparación.
Por lo general, las aseguradoras son las que deciden si aplica o no franquicia a estas coberturas, es decir, si contratas un seguro con franquicia, tendrías que revisar en las condiciones generales si la franquicia se aplica solo a la cobertura de daños, o también es necesario abonar la franquicia por siniestros de robo, incendio o rotura de lunas.
En líneas generales podemos decir que este tipo de prácticas son detalles poco agradables que aplican algunas aseguradoras a sus productos y que, sin embargo, una compañía transparente no debería realizar.
Las compañías de seguros suelen ofrecer varias cantidades de franquicias para hacer más atractivos los precios de sus productos, con cantidades que oscilan entre los 100 € hasta los 1000 €. Elegir una u otra depende de los siguientes factores:
a.- Cuánto reduce la prima
Quizás tienes claro que quieres contratar un seguro con franquicia porque ya sabes que es más económico que el seguro a todo riesgo, sin embargo, antes de hacerlo, te conviene averiguar cuánto dinero te vas a ahorrar exactamente de prima en función de la cantidad de la franquicia.
La prima del segundo no disminuye proporcionalmente al valor de la franquicia contratada, aunque es cierto que a mayor importe de franquicia, menos pagarás de prima anual. Por ejemplo, elegir un seguro con franquicia de 300 € puede suponer una rebaja de 300 € en la cuota del seguro, mientras que una franquicia de 600 € probablemente no supondrá una rebaja de 600 €, sino de bastante menos.
Por esta razón, cuando contrates un seguro con franquicia, mira todas las posibilidades que ofrece la aseguradora y haz cálculos para elegir la que te ofrezca mejor rebaja sin comprometerte demasiado ante un posible siniestro.
En el comparador de seguros podrás ver las diferentes ofertas que ofrece cada aseguradora en función del importe de la franquicia que ofrece.
b.- Qué utilidad real se va a dar a la cobertura-franquicia
En muchas ocasiones, dar un parte de accidente para reparar pequeños golpes o arañazos en la carrocería del vehículo, tengas o no franquicia contratada, no interesa demasiado, ya que probablemente en la renovación del seguro tu compañía te suba el precio de la prima y, a la larga, acabes pagando gran parte de esa reparación.
Teniendo en cuenta esta afirmación, podemos decir que contratar una pequeña franquicia puede ser interesante si para pequeños daños en la carrocería no vas a dar un parte, ya que lo realmente importante de la cobertura de daños propios suele ser cubrirnos ante un gran daño, es decir, para golpes en los que la reparación asciende a varios cientos o miles de euros.
Desde ese punto de vista, contratar una pequeña o una franquicia alta es mas o menos lo mismo, ya que la indemnización de unos cientos de euros no se va a resentir por tener al final 600 ó 1.200 € mas o menos debido a la franquicia. Es mas, hay aseguradoras que en el caso de siniestro total, no aplican franquicia, aunque la póliza contratada sí que la incluya.
Para conductores responsables que suelen tener un historial de siniestralidad limpio, la contratación de una franquicia suele ser rentable, ya que supone una rebaja en la prima del seguro y es probable que nunca utilice el seguro para dar un parte.
Para aquellos conductores que suelen dar uno o varios partes al año, la contratación de una franquicia nunca será rentable, ya que a la larga el seguro le saldrá mucho más caro.
La franquicia se aplica en cada siniestro en el que resultes responsable, es decir, si tienes dos siniestros en la misma anualidad, tendrás que pagar dos franquicias, si tienes tres siniestros, tendrás que abonar tres franquicias.
Lo que nunca puede hacer la compañía es cobrar dos franquicias en un mismo siniestro, aunque el vehículo tenga daños en partes diferentes del vehículo.
Hacemos una mención especial a este hecho ya que algunas aseguradoras y tramitadores de siniestros, para trata de reducir el gasto a la aseguradora, buscan aplicar varias franquicias considerando que cada parte del vehículo cuenta como un daño diferente, por ejemplo, tratan de imponer que el daño del lateral del vehículo es un siniestro y que el daño en el frontal es de otro siniestro, pero no, esto no es así. Recuérdalo siempre, es solo una franquicia por cada siniestro.
Lógicamente, si el daño del frontal del vehículo se ha producido en un accidente anterior y el daño en el lateral se ha producido en otro siniestro posterior, estamos hablando de dos siniestros, aunque a la aseguradora trates de colárselo como un único siniestro. Es decir, no puedes unir dos siniestros con el objetivo de pagar una franquicia.
Es muy común que algunas personas, cuando va a cumplir el año del seguro, tratan de dar un parte por todos los daños que han acumulado en el vehículo a lo largo de todo el periodo en diferentes momentos.
En este caso, las compañías lo que harán es abrir un siniestro por cada “zona” del coche a reparar, es decir, abren un parte por el lateral derecho, un siniestro por la parte frontal, etc, de tal forma, que si existen daños en todas las partes del vehículo, es probable que la compañía aplique hasta cinco franquicias por los dos laterales, la parte trasera, la parte delantera y el techo.