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Consigue ahora el 40% de reembolsoEn la mayoría de los accidentes de tráfico suele ser sencillo identificar al responsable de los daños si atendemos a las normas recogidas en el Reglamento General de Circulación. Sin embargo, en los accidentes que se producen al tratar de esquivar a otro vehículo que se acerca peligrosamente hacia nuestra posición, de modo que la única manera de salvar el choque, es cambiar tu trayectoria, hay espacio para la duda. Esta reacción puede provocar la salida de tu coche de la vía o incluso un accidente con un tercer vehículo que circulaba a tu lado. Quizás evitas el golpe, pero has ocasionado otro diferente. Entonces, ¿quién tiene la culpa?
Aunque no ha habido impacto entre el vehículo que se aproximaba hacia tu posición y tu coche, ha sido la imprudencia del primero la que ha provocado tu reacción evasiva. No se habría producido el accidente si el otro conductor no hubiera interferido en tu trayectoria, por lo que tienes claro que la culpa ha sido de él. Ahora, lo realmente complicado es que demuestres que esto ha sido así. Cuando el conductor imprudente reconozca su culpa, basta con realizar un parte de accidente donde así lo notifique. En caso contrario, llama a la policía o a la guardia civil para que recoja las declaraciones de los implicados.
En la medida de lo posible y siempre que no entorpezca la circulación, no muevas los vehículos hasta la llegada de la autoridad al lugar del accidente para facilitar la reconstrucción de los hechos. La importancia de contar con pruebas o con la declaración de testigos es clave para determinar responsabilidades.
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Será el seguro de quien resulte culpable el que se haga cargo de pagar todos los daños ocasionados a terceros a través de la cobertura de responsabilidad civil y, si finalmente no consigues probar la culpa del contrario, sólo a través de la garantía de daños propios tu compañía pagará los daños de tu vehículo.
Para los casos en los que el culpable de un accidente se da a la fuga el encargado de indemnizarte es el Consorcio de Compensación de Seguros, pero para ello deberás acreditar, con pruebas o testigos, la existencia de un tercero responsable o tomar los datos del vehículo infractor.
Es posible que las aseguradoras traten de solucionar el siniestro repartiendo la culpa entre ambos conductores, es decir, entienden que la maniobra de evasión no era la más adecuada según las circunstancias del siniestro y por lo tanto determinan que tienes un porcentaje de responsabilidad en el siniestro. En tal caso, la aseguradora del vehículo contrario te indemniza con la parte proporcional a su culpa mediante la cobertura de responsabilidad civil. El resto lo paga tu seguro si tienes contratado una póliza a todo riesgo o bien sale de tu bolsillo si tienes el coche asegurado a terceros.
Cuando no ha habido colisión puede resultar muy complicado demostrar la responsabilidad del que comete la imprudencia que deriva en el accidente, por lo que las aseguradoras no defenderán tus intereses si no tienen la certeza y las pruebas fehacientes de que el culpable es un tercero imprudente. Por ello es imprescindible incluir en la póliza una buena garantía de defensa jurídica y reclamación de daños que cubra los gastos de contratar un abogado de tu confianza, que te asesore de forma eficaz y personal y te ayude a reclamar judicialmente la indemnización que te pertenece. Contrata en Arpem tu seguro de coche con las mejores garantías para que nada te suceda en caso de accidente.
¿Cómo debo hacer la maniobra para esquivar un peligro?
En una situación en la que nos vemos obligados a esquivar a otro vehículo o un obstáculo inesperado, si estamos frenando, debemos disminuir ligeramente la presión sobre el pedal del freno, si queremos que el vehículo nos obedezca y así conseguiremos controlar la dirección del vehículo. A continuación, manteniendo firmemente el volante, realizaremos un giro progresivo, aumentando la velocidad. A continuación, realizaremos un giro rápido y corto del volante en sentido contrario par situarlo en su posición inicial, con lo que conseguiremos que el vehículo se estabilice.
La indemnización, si el culpable se da a la fuga, podemos solicitarla el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), una entidad pública que pertenece al Ministerio de Economía y que funciona como fondo de garantía y asegurador para cubrir las indemnizaciones que no pueden obtenerse de otra forma. Este organismo tiene la función de completar los seguros privados y compensar a sus clientes igual que lo haría su compañía.
Si el conductor se declara culpable, no hay problema, y se realiza un parte de accidente que así lo constata. Pero, a menudo, esto es objeto de controversia. Lo que hay que hacer es recabar la mayor cantidad posible de pruebas y testimonios.
Lo fundamental es no tocar los coches, en la medida que lo permita el tráfico, hasta que llegue la policía.
Será el seguro de quien resulte culpable el que se haga cargo de pagar todos los daños ocasionados a terceros a través de la cobertura de responsabilidad civil.
Sólo a través de la garantía de daños propios tu compañía pagará los daños de tu vehículo.
Fuentes
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