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Consigue ahora el 40% de reembolsoCiertas patologías crónicas hacen que quienes las sufren tengan un mayor riesgo de accidente de tráfico en caso de no estar debidamente controladas. Es el caso de la diabetes, una enfermedad de alta prevalencia en la sociedad que, en determinadas circunstancias, puede llegar a interferir en una conducción segura. Más allá de si se trata de diabetes de tipo I o tipo II, el riesgo se da sobre todo cuando el conductor tiene dificultades para detectar las situaciones de hipoglucemia, en las que el bajo nivel de glucosa en sangre causa alteraciones en la movilidad, visión borrosa, problemas cardiovasculares, etc.
La Dirección General de Tráfico (DGT) asegura que las personas que padecen diabetes tienen entre un 12% y 19% más de probabilidades de sufrir un accidente de tráfico. Con esta afirmación, cabe preguntarse si existe el riesgo de que las aseguradoras no se hagan responsables de los daños en un accidente ocasionado por un episodio de hipoglucemia grave.
Se han dado situaciones como la de un conductor de 29 años arrollaba con su vehículo a cuatro peatones tras sufrir una crisis de hipoglucemia mientras circulaba por la calle General Ricardos de Madrid. Poco después, salía a la luz un vídeo en el que se veía a un vehículo realizar maniobras peligrosas propias de un conductor que circula en estado de embriaguez. En las imágenes se ve como una patrulla de la Guardia Civil detiene el vehículo a la entrada del municipio de Santoña (Cantabria). Más tarde los servicios sanitarios comprobaron que el conductor de 70 años estaba sufriendo una hipoglucemia severa.
Cuando contratas un seguro para tu coche, la compañía te entrega un formulario de preguntas sobre el conductor y el vehículo a asegurar para ofrecerte un precio acorde con tu perfil de riesgo. En lo relativo al conductor, estas cuestiones están orientadas a conocer la edad y los años de experiencia con el carné de conducir, además de la localidad donde resides y los siniestros que has tenido en los últimos años, pero en ningún caso se interesan por las enfermedades que padezcas, lo cual quiere decir que la diabetes no es un factor que influya en la prima anual del seguro. Esta es una pregunta típica de los seguros de vida o de salud, pero no de auto.
En caso de que provoques un accidente tras sufrir un episodio derivado de la diabetes, el seguro se hará cargo de todos los daños que ocasiones a través de la cobertura de responsabilidad civil, en la que, en ningún caso, excluyen los accidentes provocados por enfermedades, a diferencia, por ejemplo, de los siniestros en los que el conductor circula ebrio o drogado.
La Orden PRA/375/2018 que modifica el anexo IV del Reglamento General de Conductores establece limitaciones para la obtención del permiso de conducir de las personas diabéticas. Así, aquellas personas que padezcan diabetes que curse con inestabilidad metabólica severa que requiera asistencia hospitalaria o el tratamiento con insulina o fármacos hipoglucemiantes, no serán aptas para la obtención o renovación del carné de conducir de turismos, motocicletas o ciclomotores.
Fuentes:
Reglamento General de Conductores, Orden PARA/375/2018
Como excepción, en los casos donde sea preciso el tratamiento con insulina o con fármacos hipoglucemiantes, se podrá aportar un informe del especialista que acredite el adecuado control de la enfermedad y la formación diabetológica del interesado. En cuyo caso el periodo de vigencia del permiso de conducir será de un máximo de cinco años que podrá ser reducido a criterio del facultativo. Para los conductores que hayan sufrido un caso de hipoglucemia severa, podrán renovar el carné de conducir tres meses después del episodio y por un tiempo no superior a un año, siempre que un facultativo acredite el conocimiento de la enfermedad. Recuerda que si no renuevas el carné de conducir y lo tienes caducado en el momento del accidente, tu compañía de seguros no se hará responsable de los daños que provoques.
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¿Qué provoca la diabetes?
La diabetes, cuando está mal controlada, puede ponerte en un serio peligro cuando conduces. Algo preocupante si, tenemos en cuenta que casi la mitad de los afectados desconoce que padece la enfermedad, según la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE). La diabetes ocasiona que la glucosa que obtenemos de los alimentos se acumule en la sangre, ya sea porque el páncreas no segrega insulina (la hormona que permite que la glucosa penetre en las células) o porque nuestro organismo no la utiliza bien. Este proceso se llama hiperglucemia y puede provocar debilidad y cansancio. Pero eso no es todo: un exceso de azúcar en sangre puede dañar, poco a poco, los vasos sanguíneos de la retina, causando una retinopatía diabética. Algunos de sus síntomas son visión doble o borrosa y un aumento de la sensibilidad al deslumbramiento. Otro órgano que puede dañarse es el oído, también por el daño que la hiperglucemia provoca en sus vasos sanguíneos. Una diabetes mal controlada aumenta hasta el doble el riesgo de pérdida de audición, lo que afecta, entre otras cosas, a la conducción. También pueden notarse mareos y vértigos o zumbidos en los oídos.
Una bajada de glucosa al volante es otro de los peligros de la diabetes, como veíamos más arriba, ya que la medicación que hay que tomar a veces provoca hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre). Se puede ver doble o borroso, o sentirse muy nervioso y alterado. En los casos más graves, puede haber desmayos, con el riesgo que esto conlleva a la hora de conducir: la pérdida de conocimiento es, según la Dirección General de Tráfico (DGT), una de las principales causas médicas de los accidentes. Para conocer tus niveles de glucosa basta con un simple análisis de sangre. Si te recibes un diagnóstico de diabetes, hay un gran número de herramientas para mantener el azúcar a raya (adelgazar si es necesario, hacer ejercicio regularmente, la toma de insulina si lo indica el médico…). Y, como medidas de prevención, no conducir sin antes haber medido la glucosa y llevar siempre consigo carbohidratos de absorción rápida (azúcar, un caramelo…) para combatir una posible hipoglucemia.
Sí lo es, si la enfermedad no está controlada y se producen ataques agudos de hipoglucemia, que pueden causar mareos, desmayos o problemas de vista borrosa. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), las personas que padecen diabetes tienen entre un 12% y 19% más de probabilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Cuando contratas un seguro para tu coche, la compañía te entrega un formulario de preguntas sobre el conductor y el vehículo, pero no se interesan por tus enfermedades por lo que su no comunicación no influye en la posterior indemnización.
Si sufres un accidente por un episodio derivado de las diabetes, el seguro se hará cargo de todos los daños que ocasiones a través de la cobertura de responsabilidad civil. En ningún caso, excluyen los accidentes provocados por enfermedades.
Si el conductor que padece la enfermedad aporta un informe médico que acredite que la enfermedad está bajo control, no habrá problemas, pero en el caso de que la enfermedad sea grave, sí que pueden ponerte ciertas limitaciones.
Fuentes
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