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Consigue ahora el 40% de reembolsoCuando eres responsable de un siniestro ocasionado con tu coche o tu moto, la única forma de tener derecho a la reparación de los daños del vehículo o a una indemnización por siniestro total -existan o no terceros implicados o seas tú sólo el involucrado– es tener contratada una póliza de seguro a todo riesgo, porque es la que incluye la cobertura de daños propios. Pero, a menudo, los desperfectos son de muy poca consideración.
Muchas veces los daños tras un siniestro son muy leves o afectan a piezas superficiales del vehículo, como la carrocería, los faros o los pilotos de los intermitentes. Es decir, se trata de desperfectos estéticos cuyos costes de reparación son poco elevados, a diferencia de lo que ocurre cuando se dañan partes mecánicas, como los ejes de las ruedas, el radiador o el motor. Antes de dar parte al seguro por daños leves de este tipo, conviene valorar previamente el coste de la reparación, porque, dependiendo de la modalidad del seguro contratado (con o sin franquicia), puede que salga más rentable que te hagas cargo tú mismo de llevar el vehículo al taller y pagar la factura.
En un seguro con franquicia, tú asumes la primera parte de cada reparación del coche hasta el importe que fije la franquicia. Por ejemplo, si tenemos una franquicia de 250 euros, y nos hacemos un pequeño roce al aparcar, y el arreglo en el taller de chapa y pintura cuesta 280 euros, debemos pagar de nuestro bolsillo los 250 euros correspondientes a la franquicia, mientras que de los 30 restantes se hace cargo la aseguradora. En estos casos, debes dar un parte de accidente y la aseguradora puede penalizarte como conductor con riesgo y subirte la prima en la siguiente renovación del seguro del coche y hacer más difícil que encuentres un mejor precio al cambiar de compañía.
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Si el coste de la reparación es similar al importe de la franquicia que has contratado, puede resultar conveniente reparar el siniestro por nuestra cuenta antes que dar parte al seguro. Esto nos permitiría, además, reparar el coche sin tener que esperar a que un perito de la aseguradora pase a valorar los daños del vehículo.
Si tomamos como referencia, el ejemplo anterior, con una reparación de un pequeño roce de 280 euros, el seguro a todo riesgo sin franquicia se haría cargo del coste total de la factura. Pero hay que tener en cuenta también que la compañía puede subirnos el precio del seguro en la siguiente renovación. En caso de que nos suban el precio de forma excesiva, podemos tratar de negociar una rebaja o, de lo contrario, podemos comparar precios de seguros con otras compañías para la siguiente anualidad.
Las compañías de seguros son muy reservadas con su sistema de penalización y bonificación (denominado sistema bonus-malus), de manera que no es posible prever con antelación la subida en la prima que puede implicar un parte de accidente. Puedes consultar nuestro estudio sobre cómo penalizan las aseguradoras tras un parte de accidente. Se trata de precios que corresponden a altas de nuevos clientes tras un siniestro con otra compañía y no de renovación, pero puede servirte de orientación para comparar la posible penalización que te apliquen con el coste de la reparación.
En estos casos, a veces tampoco se avisa a la compañía, salvo que se haya producido un accidente, de tal forma que así consigues que el historial de siniestralidad se mantenga sin incidentes en lo posible. Sin embargo, dependiendo del tipo de póliza –con franquicia o a todo riesgo–, puede que la compañía se haga cargo de este tipo de desperfectos. Lo suyo es hacer un parte amistoso, si ambas partes están de acuerdo sobre quién ha sido el responsable del daño. Si tienes un seguro a todo riesgo, tu compañía arreglará el daño. Si tienes un seguro a terceros, tu compañía se hará cargo siempre que la culpabilidad sea de la otra parte.
Los partes por rasguños o pequeños desperfectos se tramitan de manera similar a un accidente de tráfico en el que el conductor es el responsable. En la mayoría de los casos, se trata de partes amistosos y es necesario completar un formulario en el que se deben detallar todos los daños que ha sufrido el vehículo. Posteriormente, se entrega el parte a la aseguradora para que un perito valore los daños en la carrocería. Una vez que el taller ha elaborado el presupuesto y ha sido aprobado tanto por la compañía como por el usuario, se procede a la reparación.
Este tipo de incidentes, en los que un conductor o un peatón dañan la carrocería levemente y no dejan una nota para ponerse en contacto con ellos son más frecuentes de lo que parece. ¿Cómo actuar? Lo primero, no muevas el coche y analizar todas las partes del vehículo y fotografiar los desperfectos. Luego, ponte en contacto con tu aseguradora. Si el vehículo está asegurado a todo riesgo, podrás declarar el siniestro y el seguro se hará cargo de la reparación. Pero si tienes un seguro a terceros y no es posible averiguar quién dañó tu coche, la compañía no se hará cargo. Pero es importante que el coche haya sido aparcado cumpliendo las normas de circulación, no en lugar prohibido o invadiendo la acera, por ejemplo.
¿Qué pasa si el incidente ocurre en un parking privado?
Si el suceso ocurre en un aparcamiento privado, no existe deber de custodia ni del coche, ni de los objetos que llevaras en el interior, por lo que las circunstancias serán las mismas que si lo aparcaras en la calle. Eso sí, si el parking tiene cámaras de videovigilancia puedes solicitar las mismas al propietario del parking y formular una reclamación al retirar el coche. Si el propietario se niega a entregártelas puedes reclamarle y podría verse obligado a pagar los daños si continúa con su negativa.
Si eres tú el responsable del golpe a otro coche y lo has causado aparcando o circulando sin que esté presente el propietario del otro vehículo, lo correcto es dejar en su parabrisas una nota con tus datos para que pueda ponerse en contacto contigo. Así podrás dar un parte de accidente amistoso con el que tu aseguradora pagará la reparación.
El seguro se hará cargo de la reparación si es a todo riesgo. Si es una póliza con franquicia, deberás pagar la cantidad inicial hasta el límite que fije la póliza.
Sí, por eso conviene pensárselo antes de dar un parte por un pequeño desperfecto.
Si tienes un seguro a terceros y no es posible averiguar quién te dañó el coche, la compañía no se hará cargo. Si el responsable te ha dejado una nota para que te pongas en contacto con él, avisa a tu aseguradora
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