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en reseñas de GoogleCuando te compras un coche nuevo, pero quieres personalizar a tu gusto la carrocería y hacer algunas modificaciones en la mecánica del vehículo para mejorar sus prestaciones, obteniendo un coche muy alejado de la apariencia del original a la salida de fábrica, debes tener en cuenta que todos esos cambios deben estar homologados y que debes informar de ellos a tu aseguradora. De lo contrario, si sufres un accidente, la compañía no te indemnizará por los daños de tu coche o sólo te cubrirá aquellos elementos que venían de serie y que has conservado.
El tuning lleva implantado en España desde hace más de 20 años. Sobre todo, se puso de moda a principios de los años noventa en países como Alemania, Italia o Japón. Cualquier caso que le hagas al coche, una vez salido de fábrica, es una personalización. Según la normativa, hay cambios que se pueden hacer, sin más, y otros que necesitan ser homologados a la hora de pasar la ITV. Se puede cambiar casi cualquier elemento del interior del habitáculo del coche.
Por ejemplo, el sistema de sonido o el tapizado de los asientos. Son modificaciones que no afectan al funcionamiento del vehículo. De igual modo, podemos cambiar la pintura de la carrocería o las llantas de los neumáticos, siempre que nos atengamos al tamaño homologado por el fabricante. Todos estos son cambios de tipo estético. Sin embargo, si quieres sustituir el volante o los asientos, deberás aportar la documentación necesaria ya que estas reformas afectan a la dirección del coche y a la seguridad del vehículo.
Toda alteración en las medidas exteriores del vehículo o la utilización de elementos no homologados por el fabricante también necesita pasar por el proceso de homologación. El tintado de las lunas del vehículo también se incluye en este requisito. Si el vehículo no cuenta con la homologación correspondiente, no podrá circular legalmente.
Es un libro que determina qué tipo de certificación se requiere para cada vehículo. En España, las modificaciones significativas de un automóvil se rigen por el Real Decreto DC866/2010, del 2 de julio, cuyo objetivo es armonizar los criterios de la legislación española con los europeos. Este Real Decreto se complementa con el Manual de Reformas de Vehículos, preparado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Este manual establece las modificaciones que están clasificadas y la documentación necesaria para su certificación. Además de este procedimiento, también deben pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos).
Fuente: Real Decreto DC866/2010, de 2 de julio
No todos los cambios que se realizan en un vehículo requieren homologación. Por ejemplo, la instalación de barras portaequipajes no es un cambio que necesite homologación. Sin embargo, para aquellos cambios que sí necesiten homologación, es necesario presentar una serie de documentos, como un proyecto detallando todas las modificaciones realizadas, un informe de conformidad emitido por un servicio técnico autorizado o el propio fabricante del vehículo, y un certificado oficial del taller donde se realizaron las modificaciones con las marcas y referencias de las piezas utilizadas. Realizar modificaciones en un coche sin homologación puede resultar en una multa de 500 euros y la negación de la aseguradora para cubrir cualquier siniestro.
Si tienes un coche tuneado, necesitas igualmente un seguro para poder circular con él, pero ni las características de un coche tuneado, ni sus complementos son iguales a las de un coche normal y esto influye en el tipo de póliza que debes contratar, las condiciones a cumplir y en la prima a pagar. Además de estar homologados todos los cambios realizados y elementos añadidos, hay que declararlos de forma específica en el contrato del seguro para que tu compañía esté informada. Ésta valorará cada elemento y cada cambio y los incluirá en las coberturas correspondientes. La compañía debe estar informada especialmente de loas modificaciones que cambien el valor declarado del vehículo en el momento de suscribir la póliza. La declaración de accesorios debe ser también completa y detallada. El titular del seguro es el responsable de comunicar a la compañía cada nuevo cambio o tuneo.
Leer también: ¿Debo asegurar los accesorios de mi coche?
Es conveniente encontrar una póliza en la que se valore el tiempo y el dinero invertido en el coche, la exclusividad de los cambios y el grado de personalización. La compañía valorará los cambios y el riesgo que todas las modificaciones implican a la hora de circular para calcular una prima ajustada. Los cambios se clasifican en los exteriores o estéticos y los interiores o mecánicos. Esta póliza debe, además, incluir todos los extras. Si el vehículo sufre modificaciones importantes, esto puede alterar su valor. El asegurado está obligado a comunicarlo a la compañía. Estos cambios suelen hacer que la prima aumente. Pero si no comunicas los cambios, tu compañía puede no cubrir los daños o solo hacerse cargo de los que aparecían originalmente en el contrato. Además, las piezas nuevas deben estar homologadas.
No es algo habitual, pero ciertas aseguradoras las ofrecen. Las primas de este tipo de seguros son más caras. La razón es que estos vehículos suelen tener el motor modificado para que tenga más potencia, es decir, más velocidad, un factor que aumenta el riesgo de sufrir accidentes. La otra razón es que estos coches cuentan con gran cantidad de piezas extra. Dentro de estos seguros específicos suele haber el seguro a Terceros y el seguro a Todo Riesgo. En el caso del seguro a Terceros o Terceros Ampliado, se incluyen las coberturas de responsabilidad civil, defensa penal, asistencia en viaje, reclamación por daños, seguro del conductor y otras como la rotura de lunas. En el caso del seguro a Todo Riesgo, se añaden otras como la cobertura de daños propios, o la de robo e incendio. Entre las pólizas específicas se encuentran el servicio de peritaje especial, que asegura el servicio de un perito especializado en este tipo de coches.
Las piezas especiales también tienen cobertura
Los extras que se incorporan a un vehículo tuneado pueden llegar a costar miles de euros. Esta cobertura se encarga de indemnizar al asegurado en caso de que los accesorios del vehículo asegurado sufran algún tipo de daño. Eso sí, estos accesorios deben estar homologados por la Unión Europea y haber sido declarados en la póliza del seguro.
Contar con un buen asesoramiento en seguros puede resultar fundamental para encontrar la cobertura adecuada para un automóvil modificado. La contratación de un seguro para un coche tuneado puede volverse compleja, por lo que es posible que requieras la ayuda de agentes especializados que puedan ofrecerte diversas opciones para encontrar la póliza que se ajuste a tus necesidades, todo ello a un costo razonable.
Es un vehículo que ha pasado por un proceso de personalización para mejorar su estética y sus prestaciones.
En principio sí, siempre que esté homologado e informes de ellos a la aseguradora.
Cualquier modificación que afecte a las dimensiones exteriores del vehículo y todos aquellos elementos no homologados de serie por el fabricante.
No tiene nada que ver con el de un coche normal y esto influye en el tipo de póliza y en la prima a pagar.
El titular del seguro es quien debe comunicar a la compañía cada modificación.
Lo importante es encontrar una póliza que valore el tiempo y el dinero invertidos en la modificación del vehículo. La compañía valorará los riesgos que suponen las modificaciones. Algunas compañías tienen pólizas específicas, aunque no es lo habitual.
Fuentes
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