Compara precios para tu seguro de coche y ahorra hasta un 50%
¡Solo del 20 al 30 de noviembre!
Contrata online tu seguro y consigue un 40% de reembolso del total de tu póliza.
¡No dejes pasar esta oportunidad única para ahorrar!
Aprovecha ahora y asegura tu vehículo al mejor precio.
Consigue ahora el 40% de reembolsoCuando contratas un nuevo seguro de coche con una entidad diferente, una de las cosas que te interesa saber es si la nueva compañía va a respetar las bonificaciones conseguidas en tu anterior seguro, por tener un historial sin siniestros. Esto es importante porque te puede permitir lograr descuentos muy interesantes en la nueva póliza. Un buen conductor suele ser rentable para la compañía, por lo que para captar a estos clientes muchas aseguradoras utilizan también este sistema de bonificaciones para ofertar mejores precios y también para fidelizar a sus clientes. Pero ¿cómo funciona el sistema de bonificaciones? Te lo explicamos a continuación.
Una bonificación es un descuento o rebaja que una compañía aseguradora aplica sobre el precio base de un producto, de forma que puedes obtener un precio más reducido por un mismo producto. Hay distintos niveles de bonificación, que varían en función de los años que lleves sin declarar un parte al seguro. Por lo tanto, cuantos más años lleves sin siniestros, mayor será la bonificación. Por supuesto, esto tiene un límite, que varía de unas compañías a otras.
Lo contrario a una bonificación es una penalización, es decir, un recargo en el precio. Al aplicar distintas tarifas en función de las bonificaciones o penalizaciones de cada cliente, la compañía puede individualizar las primas, siguiendo el historial que tiene cada cliente como conductor. De esta manera, los buenos conductores pagan menos que los malos. Es como un sistema de premios y castigos que se basa en la siniestralidad de cada cliente. Se conoce como sistema “bonus-malus”.
El sistema ”bonus-malus” es el que establece la bonificación o penalización de un cliente. Por lo general consta de tres zonas diferentes, que a su vez cuentan con varios niveles: la zona bonus, la zona neutra y la zona malus. En la primera se encuentran los niveles de bonificación que obtendrá el cliente en su póliza por cada año que no declare siniestros. La segunda comprende a los asegurados que no tienen ni bonificaciones, ni penalizaciones, esto es, su prima es la tarifa básica. La tercera comprende cómo evolucionan las penalizaciones cuando el asegurado tiene una alta siniestralidad.
Compara precios para tu seguro de coche y ahorra hasta un 50%
La mayoría de las compañías comparten tu historial de siniestralidad de los últimos cinco años con el resto de las aseguradoras, mediante un fichero llamado SINCO, desarrollado por TIREA y creado hace algunos años para compartir información relativa a la siniestralidad de los titulares de una póliza.
Gracias a este fichero las compañías pueden encontrar si has dado partes de accidente o no y ubicarte en una posición determinada en su escala bonus-malus. No todas las compañías están adheridas a este fichero y solo tienen acceso aquellas que sí que lo están. De esta manera, las aseguradoras pueden obtener información fiable sobre el buen o mal comportamiento como conductor de un determinado cliente.
Estos porcentajes los fija cada aseguradora y cada una lo hace según su política interna. Esta información no suele ser pública, pero en algunos casos conocidos las variaciones entre un nivel y otro son de entre un 5% y un 10%. Además, es posible subir o bajar varios niveles del sistema “bonus-malus” de una vez, en función de la siniestralidad. Como decimos, es algo que establece cada aseguradora. Puede ocurrir, incluso, que la compañía prescinda de un asegurado y no renueve su póliza si comprueba que su siniestralidad es muy elevada.
Esto igualmente varía de aseguradora en aseguradora. Ellas establecen estos porcentajes, pero en la gran parte de las entidades suele oscilar entre el 35% y el 65% de descuento, si llevas varios años sin dar partes, aunque las aseguradoras tampoco suelen publicar la cantidad de años que se necesitan para alcanzar la bonificación máxima. A veces pueden llegar a ser hasta quince años con seguro en vigor y sin dar partes de accidente.
Por otra parte, esa bonificación no siempre se aplica a la prima total, sino que solo afecta a unas coberturas en concreto. Esto significa que puede que nunca obtengas un descuento si tienes una póliza a terceros y la bonificación sólo se aplica en la cobertura de daños propios. En tal caso, los que no tengan suscrita una póliza a todo riesgo nunca podrán optar a esa bonificación. Si por otra parte la bonificación afecta a la cobertura de responsabilidad civil obligatoria, con cualquier póliza podrás obtener disfrutar de una bonificación, pero recuerda que no sería sobre la prima total, sino sobre la parte del coste de dicha cobertura.
Tener algún accidente o encontronazo con otro vehículo es algo que nos puede suceder a todos. Siempre que tengas un siniestro, por leve que sea, y se lo comuniques a tu aseguradora, lo más probable es que tu prima aumentará, al renovarse al año siguiente, y tu posición en el sistema “bonus-malus”, en tal caso, descenderá.
El funcionamiento es el mismo que para las bonificaciones, es decir, la penalización puede afectar a una cobertura o a un grupo de coberturas, pero no necesariamente a la prima total.
Casi ninguna compañía hace público el porcentaje de penalización si tienes un siniestro. Es algo que varía mucho de una aseguradora a otra. Puedes descender dos niveles, como hemos comentado anteriormente, o no tener ninguna penalización, si se trata de tu primer siniestro. A veces las condiciones son muy duras y otras pueden no penalizar si se da un parte en determinadas coberturas, como la rotura de lunas o la solicitud de una grúa. Puede ocurrir también que, en lugar de afectar a la cobertura utilizada, la penalización afecte a otras diferentes.
¿Respetarán mis bonificaciones?
Si llevas varios años en una misma compañía sin dar partes, lo habitual es que acumules un buen porcentaje de bonificación. Pero ¿y si cambias de compañía? ¿Respetarán tus descuentos? No ocurre lo mismo con todas las compañías. Cada una diseña una política diferente en cuanto a los riesgos o conductores que acepta en su cartera de clientes. Lo habitual, sin embargo, es que todas las aseguradoras tomen nota de tu historial de siniestralidad y te ubiquen en un buen nivel en la escala “bonus-malus”, incluso cuando cambias de coche, porque la siniestralidad corresponde al tomador del seguro y no al vehículo. Un cliente con muy poca siniestralidad es atractivo lógicamente para las compañías.
El precio de una prima depende de varios factores relacionados con el vehículo y el conductor, pero, por supuesto, también de otros como el tipo de póliza y de la cantidad de coberturas contratadas. Pero, además, hay otros elementos de la póliza que no dependen de la compañía de seguros, como puede ser el coste de la cobertura del Consorcio de Compensación de Seguros (CSS) o los impuestos. El dinero que se destina al Consorcio de Compensación de Seguros garantiza riesgos extraordinarios que ninguna póliza cubre, como los daños provocados por desastres naturales como terremotos o inundaciones, que afectan a una gran cantidad de personas.
Es un descuento que una compañía aseguradora hace a sus clientes cuando tienen un buen historial de siniestralidad, esto es, han sufrido pocos o ningún siniestro. De la misma forma, la compañía penaliza al cliente cuando se ha visto involucrado en muchos siniestros.
Este sistema de valoración es una escala con varios niveles en donde las aseguradoras ubican a sus clientes en función de su historial de siniestralidad, de forma que pueden bonificar a los buenos conductores y penalizar a aquellos que suelen dar partes de accidente de forma más o menos habitual.
La mayoría de las aseguradoras tiene acceso al llamado fichero SINCO, al que están adheridas casi todas las compañías y en el que quedan registrados todos los siniestros de los conductores en los últimos cinco años. De esta forma, tienen información fiable sobre el buen o mal comportamiento de los conductores.
Habitualmente sí. Un conductor sin siniestros la mayoría de las veces será rentable para una compañía, por lo que siempre les va a interesar captar a un cliente así. Es también una manera de fidelizar a los clientes actuales.
Únete a la discusión