Qué restricciones tienen, en 2023, los coches con Etiqueta C

Qué significa la etiqueta C

La Dirección General de Tráfico estableció las distintas etiquetas medioambientales en España en 2016. Con los años ha ido ajustando las restricciones de cada uno de los cuatro tipos que existen en la actualidad. Estas son: la etiqueta Cero Emisiones, la ECO, la C y la B. Tanto la etiqueta C como la B implican bastantes limitaciones. La etiqueta C es la más frecuente en nuestro país.

Sus restricciones son menos amplias que las de la etiqueta B. Tanto en un caso como en el otro, incumplir las restricciones conlleva multas. La etiqueta C corresponde a los coches de gasolina que se matricularon a partir de 2006 y que cumplen las normativas Euro 4,5 y 6, así como a los de diésel matriculados a partir de 2014, que cumplen la Euro 6. Cuando se trata de vehículos pesados o con ocho plazas, la obtienen todos los que cumplan la normativa Euro 6.

Restricciones de la etiqueta C

Para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, los ayuntamientos están aplicando normativas que permiten avanzar en un futuro más limpio. Entre estas medidas, están las restricciones al tráfico en las ciudades con más densidad de población. En Madrid, los coches con etiqueta C pueden acceder sin problemas a las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones). Este año han entrado en funcionamiento Zonas de Bajas Emisiones en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, para cumplir las directrices que fija la Ley de Cambio Climático. Los vehículos con pegatina C pueden circular por dentro del perímetro de la M-30, en Madrid, y aparcar en las Zonas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).

Sin embargo, los coches C tienen prohibido estacionar en las ZBE. Si aparcan debe ser en un parking, público o privado. Solo se puede acceder y estacionar si se es residente, si se dispone de una plaza de garaje (en propiedad o alquilada), si se dispone de una reserva de estacionamiento, si se ha recibido una invitación de un residente, si se trabaja dentro de los límites de la zona, si el coche que se conduce es de autoescuela o si se tiene que recoger a los hijos del colegio o Instituto.

Qué dice la Unión Europea

Las directrices establecidas desde Bruselas, fijan que, a partir de 2035, entrará en vigor la prohibición de vender nuevos vehículos con motor de combustión movidos por gasolina o gasóleo. Se podrán seguir conduciendo hasta 2050. El futuro es la movilidad con coches eléctricos, los híbridos enchufables, los combustibles sintéticos o de hidrógeno, entre otras energías. Pero la implantación de estos sistemas avanza lentamente, al contrario de lo que se había previsto.

En España, por ejemplo, los vehículos eléctricos no llegan al 10% del mercado. Los problemas que lleva aparejados la implantación de esta tecnología son la falta de puntos de recarga, la falta de formación sobre los distintos tipos de vehículos y el hecho de que los vehículos eléctricos y los híbridos son aún mucho más caros que los de combustión. Por esta razón, la Unión Europea ha optado por permitir la venta de los nuevos vehículos de combustión, más allá del 2035, si utilizan combustibles sintéticos fabricados a partir de fuentes de energía renovables. Pero esto también depende de que esos vehículos sean rentables y con un precio asequible.  

Otras restricciones de circulación

En algunas ZBE, como la de Barcelona, los coches pueden acceder y estacionar libremente. Solo tienen limitado el acceso los vehículos que no disponen de etiqueta medioambiental. El problema en nuestro país es que no existe una normativa común sobre acceso y aparcamiento en todas las poblaciones con Zonas de Bajas Emisiones, dependiendo de las etiquetas. Los usuarios deben investigar por su cuenta, lo que puede producir confusiones y multas imprevistas. 

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Muchos conductores están retrasando la compra de un vehículo nuevo, por el elevado precio, pero también porque no saben a qué atenerse con las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). No saben qué coche les puede convenir más, si uno de gasolina, un diésel, un híbrido o un eléctrico, para circular por estas áreas. También temen el final de los coches de combustión en 2035.

Es poco probable que bajen los precios por la escasez de algunos componentes, la inflación y el hecho de que los vehículos utilizan cada vez tecnología más sofisticada, entre otra la de las baterías. Los coches más caros, en este momento son los eléctricos (BEV) por el elevado precio de las baterías. Pero disponen de ayudas oficiales, al igual que los enchufables: se pueden descontar hasta 7.000 euros gracias al Plan MOVES III. Por el momento, elegir entre un coche u otro depende todavía de las necesidades y gustos del comprador. 

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