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Has tomado la decisión de comprarte un coche nuevo y dudas del color que vas a elegir para la carrocería. Existe la errónea creencia de que esta decisión influye de manera determinante en el precio del seguro, es decir, que hay coches de determinados colores que son más caros de asegurar que otros. La realidad es que esto no deja de ser un falso mito más del sector asegurador.
Aunque algunas aseguradoras llegan a preguntarte por el color de tu vehículo en sus formularios, en ningún caso esto implica una diferencia en la prima del seguro. Los factores que sí que influyen en el precio de una póliza son la potencia del coche, la edad del conductor, la situación geográfica, el lugar donde aparcas o la siniestralidad, entre otros.
Sí es cierto que algunas marcas de coches sacan pinturas con acabados metalizados o mates exclusivos que incrementan tanto el precio base de compra del vehículo como el de su mantenimiento. Sin embargo, como la elección entre un color y otro no afecta al riesgo de tener un accidente, no tienen repercusión en el coste del seguro de coche. En Arpem.com te invitamos a probar en nuestro comparador de seguros de coche cuánto cuesta el seguro de tu vehículo independientemente del color de la carrocería.
Si tienes dudas, uno de nuestros agentes especializados podrán ayudarte a elegir el seguro que necesitas para tu vehículo.
La razón por la que el color del coche es importante es la visibilidad, ya que unos colores son más visibles que otros. Antes de que llevar chaleco reflectante fuera obligatorio, se recomendaba a los conductores que utilizasen una vestimenta con colores llamativos, como amarillo, naranja o colores fosforescentes, como el verde, en caso de que tuvieran que bajarse del vehículo, para ser visibles.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, determinó que los vehículos pintados de tonos marrones, negros y verdes, por este orden, eran los peores desde el punto de vista de la seguridad, es decir, tenían más accidentes, mientras que el más seguro era el gris metalizado. Al parecer los coches de este color tienen un 50% menos de probabilidad de sufrir un siniestro, en comparación con los vehículos blancos, amarillos, rojos o azules. El color preferido, sin embargo, por los conductores es el blanco, seguido por el negro y el gris y el plateado, considerados colores neutros.
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Parece que el color sí que puede influir en el valor del coche, algo importante a la hora de venderlo de segunda mano. Los automóviles son de los productos que más valor pierden. Nada más salir del concesionario ya pierden un 18% de su valor. Los colores más solicitados son habitualmente el negro, el blanco y el plateado, por lo que otorgan un valor suplementario al vehículo valor.
Hay otros estudios que, por el contrario, destacan que son los colores llamativos, como el amarillo o el naranja, los que aumentan el precio del vehículo. La conclusión es que el color no es tan determinante como la antigüedad, los kilómetros o el desgaste del vehículo a la hora de venderlo de ocasión.
Hay otro factor, sin embargo, a tener en cuenta: parece que los colores oscuros, especialmente el negro, consumen más porque absorben el calor y necesitan más aire acondicionado. Por el contrario, los coches blancos gastarían menos y contaminarían también menos porque reflejan los rayos solares y bastaría para refrigerar menos aire. El color puede influir cuando se trata de modelos más exclusivos. Los colores muy chillones, como el amarillo, naranja o el rojo fuerte, pueden hacer hacen al vehículo más difícil de revender.
En los últimos años, muchas marcas han empezado a ofrecer a sus clientes personalizar su coche con colores contrastados para el techo, adhesivos, llantas personalizadas o interiores con colores vivos. Pero una combinación muy chillona será muy difícil de recolocar cuando haya pasado la novedad.
Parece que el gris y el plateado disimulan mejor el polvo y la suciedad y se disimulan mejor los rasguños y las pequeñas imperfecciones que se forman con el uso. El verde se encuentra también fácil de mantener y muy resistente. Otro color que también se recomienda es el marrón que disimula las manchas de tierra y los rayones y abolladuras. El blanco también es fácil de mantener, ya que disimula los rayones y el polvo mejor que cualquier otro. Además, la pintura blanca tiende a parecer siempre nueva a pesar del paso del tiempo. Un buen lavado le hace recuperar su brillo.
¿Cómo saber cuál es el color de mi coche?
Las pinturas de coche varían en su tonalidad, pero también en el acabado: pueden ser mates, más o menos brillantes o metalizadas. Cuando es necesario eliminar, por ejemplo, arañazos, se debe utilizar la misma pintura con la que el coche salió de fábrica, para evitar que, al secarse, se note el contraste. Para localizar el color, cada uno de los que utilizan los fabricantes está definido por un código. Es una sucesión numérica o alfabética y, a veces, una mezcla de ambas. Suele encontrarse junto a otros rasgos del vehículo en una pegatina o placa en el interior de la carrocería, dentro del capó o en algún lugar del maletero. En ocasiones, también en el hueco de la rueda de repuesto, en el montante de la puerta del conductor, en los bordes del hueco donde va encajado el motor o en la superficie superior del radiador. El código de pintura será la única forma de saber con exactitud el color que corresponde al vehículo. A menudo, algunos colores son exclusivos de algunos modelos.
Así como el Pantone Institute presenta cada año el color que marcará tendencia en la moda y la decoración (en 2023 el elegido es el tono Viva Magenta), la multinacional Axalta hace lo mismo con los coches. Y en 2023, el seleccionado es el techno Blue, un color “vivo y electrizante que refleja la vibrante energía actual”. El Informe de Axalta se publicó, por primera vez, en 1953 y es el más completo sobre los colores y sus tendencias, y el más antiguo en la industria del automóvil. Este informe es útil para los fabricantes, porque aporta información sobre las preferencias de los consumidores, y les ayuda a tomar decisiones sobre los colores de automoción.
No, es un mito, aunque las aseguradoras lleguen a preguntarte por el color de tu vehículo en sus formularios, en ningún caso esto implica una diferencia en la prima del seguro.
Algunas marcas de coches sacan pinturas con acabados metalizados o mates exclusivos que incrementan tanto el precio base de compra del vehículo como el de su mantenimiento. Lógicamente, si el valor base del vehículo es mayor, el precio del seguro será mayor, salvo que la pintura sea un elemento opcional no incluido de serie en la versión del vehículo.
La razón por la que el color del coche es importante es la visibilidad, porque unos colores son más visibles que otros. Un estudio de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, determinó que los vehículos pintados de marrón, negro y verde, por este orden, eran los peores desde el punto de vista de la seguridad, es decir, tenían más accidentes, mientras que el más seguro era el gris metalizado.
Parece que el color sí que puede influir en el valor del coche, algo importante a la hora de venderlo de segunda mano. Los automóviles son de los productos que más valor pierden. Los colores más solicitados son habitualmente el negro, el blanco y el plateado, por lo que otorgan un valor suplementario al vehículo valor.
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