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en reseñas de GoogleSi has decidido vender tu coche, es muy probable que te asalte una duda: ¿qué hago entonces con el seguro que contraté para mi vehículo, cuando el dueño va a ser otra persona? Por eso, es importante que tengas claros algunos conceptos relacionados con la venta de tu coche, con el cambio de titularidad y con la póliza de seguros que tienes contratada. Te los explicamos a continuación.
El titular a nombre del cual está el seguro se llama tomador y es quien lo ha contratado, quien lo firma y el que abona anualmente la prima del seguro. Habitualmente el tomador, el propietario del vehículo y el conductor son la misma persona, pero esto no siempre es así. Las tres figuras pueden ser completamente diferentes, aunque hay aseguradoras que no aceptan esta configuración.. El tomador es también quien decide si prefiere hacer o no un pago fraccionado de la póliza.
La titularidad es importante porque sirve para identificar al tomador o al pagador del seguro. Los datos quedan en poder de la aseguradora y todos los pagos, las sanciones o las bonificaciones del seguro recaen en esa persona. Además, el titular puede añadir otros conductores al seguro.
Al contrario de lo que la gente pueda pensar, el historial de siniestralidad no va ligado al conductor que ha tenido el accidente, independientemente de si es el conductor habitual o el ocasional. Esta penalización recae sobre el tomador o titular del seguro, que es quien figura en el fichero SINCO, un fichero compartido por la gran mayoría de compañías de seguros que les permite verificar la siniestralidad de cada asegurado.
La titularidad de un vehículo sí puede modificarse en el momento en el que el coche se vende a otra persona o se pasa a un familiar. Sin embargo, la titularidad del seguro no se puede cambiar a otra persona. Si el tomador del seguro vende el vehículo, debe encargarse de dar de baja la póliza del seguro contratado para permitir que el comprador del coche contrate, a su vez, una nueva póliza a su nombre.
Así, la titularidad del vehículo y de la póliza se modifican y el coche pasa totalmente al nuevo comprador. Es lo que pasa habitualmente en las compras de segunda mano. A veces la compañía traspasa la parte de la prima no consumida al nuevo comprador con el objetivo de no perder el cliente, pero para ello el comprador debe llegar a un acuerdo con el vendedor, para que este no pida la paralización del seguro hasta asegurar un coche nuevo.
La titularidad de un seguro de coche no se puede transferir a otra persona porque las compañías consideran que cada persona es diferente y tiene unas características propias. El riesgo que asume la aseguradora es diferente en cada caso y, por ello, el precio y las características de la póliza no pueden ser las mismas. Además, es de esperar que cada conductor tenga unas preferencias distintas a la hora de elegir las coberturas que le convienen.
Cuando vendes tu coche, habitualmente es porque quieres comprars otro. Pero a veces puede ocurrir que quieras mantener el seguro. Para ello, debes avisar lo antes posible a la aseguradora y comunicarle la fecha de la venta y la fecha de la compra del nuevo vehículo. Con esta información, la compañía puede calcular el precio de la nueva póliza de acuerdo con las características del nuevo coche: el modelo, el tipo de vehículo, los años que tiene, etc., añadiendo todas las coberturas que quieras incluir en ese momento.
Puede ocurrir que vendas tu coche, pero todavía no tengas claro cuando comprarás el nuevo. En este caso, la aseguradora calculará la parte proporcional que no has consumido y la aplicará a la nueva póliza, cuando adquieras el nuevo vehículo, esto es, te descontará de la nueva póliza la cantidad que ya hubieras pagado por la antigua. La fecha de finalización de la nueva póliza se mantendrá.
En un caso como este, lo habitual es que la aseguradora “congele” la póliza. Es decir, mantiene la parte ya abonada y la descontará de la nueva póliza que suscribas cuando adquieras tu nuevo vehículo. Las compañías habitualmente no devuelven el dinero abonado, pero lo descuentan del nuevo seguro. Esto interesa a las aseguradoras, para que no te vayas con la competencia.
Sin embargo, no hay que olvidar que las aseguradoras tienen, generalmente, un plazo máximo en el que pueden mantener la cantidad abonada de tu antiguo seguro. Este plazo es habitualmente de entre cuatro meses y unaño. Si después de este tiempo no te has comprado un nuevo coche, la compañía cancelará la póliza, aunque este tiempo puede variar de una compañía a otra.
Puede ocurrir que vendas tu coche y prefieras ceder la póliza al nuevo propietario, esto es lo que debes hacer:
No es obligatorio que el tomador de la póliza sea el propietario del vehículo, aunque normalmente es la compañía la que tiene la última palabra para aceptar o rechazar esta situación. En la mayoría de los casos, propietario, tomador y conductor coinciden. Solo hay una excepción: si el propietario del vehículo es menor de 25 años, las aseguradoras habitualmente exigen que el tomador del seguro sea la misma persona, y debe constar también como conductor habitual.
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Si no comunicas a tiempo a la compañía tu decisión de mantener o ceder tu póliza al nuevo propietario, esto puede perjudicarte gravemente. Si no cancelas tu póliza y el nuevo conductor no contrata una nueva, será tu compañía la que hará frente a la indemnización si se produce un accidente, porque tu seguro seguirá en vigor y, por lo tanto, el siniestro se computará a tu nombre como titular del seguro. Cuando hayas comunicado tus planes de mantener o ceder la póliza a la aseguradora, esta tiene 15 días para darte una respuesta. Si no contesta en este plazo, se considerará que ha aceptado la propuesta.
Habitualmente todas estas categorías recaen en la misma persona, pero también puede ocurrir que las tres personas sean distintas. Sin embargo, las compañías de seguros pueden aceptar o rechazar que todos no la misma persona.
No, una póliza es intransferible, porque cada conductor es distinto y las compañías asumen un riesgo concreto y diferente en cada caso. Sí es posible ceder el seguro al nuevo propietario si has vendido tu coche de segunda mano.
Sí, es posible, pero debes comunicarlo a la compañía. Entonces esta mantendrá tu póliza en suspenso durante un tiempo determinado, generalmente de entre cuatro meses y un año, y descontará lo que ya hayas pagado en el nuevo coche.
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