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en reseñas de GoogleEl aire acondicionado es un equipamiento imprescindible para el confort durante la conducción, sobre todo en los días con temperaturas extremas. Es muy fácil de usar: se conecta mediante una palanca o un botón. Sin embargo, detrás de esta fácil conexión hay un sistema más complejo de lo que puede parecer que se está volviendo más sofisticado con el tiempo. Te contamos cómo funciona y cómo mantenerlo en buen estado.
Es lógico que nos olvidemos del aire acondicionado en invierno, pero, de pronto, llegan las altas temperaturas y queremos conectarlo. Es entonces cuando podemos comprobar que no funciona a pleno rendimiento y que hay que hacer una recarga o simplemente revisar su correcto funcionamiento en un taller mecánico.
Lo primero que hay que tener claro es que no es necesario recargar el aire acondicionado cada verano, aunque detectemos que no enfría o no lo hace todo lo que debería. Ten en cuenta que a veces, el que no enfríe no siempre se debe a que deba realizarse una recarga, si no que puede ser un avería de otro calado. Normalmente si el coche es nuevo, bastará con hacerlo cada dos años. Eso sí, conviene hacer una limpieza a fondo del sistema.
Si comprobamos que el aire acondicionado del coche enfría poco o no tiene la fuerza necesaria, puede haber varias causas:
Hay que tener en cuenta que los modelos más antiguos de aire acondicionado y muchos años de uso se pueden estropear, ya que ningún sellado de un circuito es perfecto. En este caso, será necesario cargar de nuevo el sistema. Pero hay que considerar si hacerlo cada tanto es rentable o merece la pena arreglar el origen de la fuga.
En verano, se suelen multiplicar las demandas de recarga de aire acondicionado. Sin lugar a dudas, podemos decir que es la temporada alta en talleres y concesionarios. Puede que te ofrezcan simplemente un chequeo rápido y gratuito o un mantenimiento integral.
El precio de este tipo de intervenciones depende de las marcas y de los talleres a los que acudas. La recarga puede ir desde los 50 euros, en una berlina de gama media, a los 150 euros en adelante, en una marca Premium, dependiendo del tamaño.
Optar por recargar uno mismo el aire acondicionado no es una idea descabellada. Existen kits de recarga que cuestan entre 20 euros y 60 euros, y que se pueden encontrar en Internet. Sólo tendrás que seguir las instrucciones. Tienes que saber qué gas usa tu coche (en la mayoría de los casos posteriores a 1993 es el R-134a y el HFO-1234yf en la mayoría de los vehículos posteriores a 2013.
La cosa se complica, sin embargo, cuando se trata de un coche híbrido, porque en ellos los compresores eléctricos de los climatizadores no son compatibles con los aceites habituales para las juntas de estanqueidad. Si no utilizas el juego adecuado podrías electrocutarte mientras realizas la recarga. Por eso, aunque es posible recargar el aire, no es muy recomendable. Las fugas de R-134a, por ejemplo, son muy nocivas para el medio ambiente.
El buen funcionamiento del aire acondicionado de tu coche, al igual que el de tu casa, depende de su mantenimiento. Si lo descuidas, puede acabar teniendo serios problemas y no poder usarlo. Al final, la factura de un arreglo de este tipo multiplica por mucho el gasto de una reparación a tiempo.
La factura de una reparación integral del sistema de aire acondicionado puede ir desde los 100 euros, si se trata de reemplazar un deshidratador o un filtro, a los 1.000 euros si hay que sustituir un compresor dañado o defectuoso.
Un recurso fácil para que el aire acondicionado se mantenga en buenas condiciones es conectarlo una vez al mes, por ejemplo, durante un rato largo –15 minutos– . Como hemos visto más arriba, el mantenimiento de un aire acondicionado no es barato, pero sale mucho más caro no cumplir con este mantenimiento. Lo que hay que hacer habitualmente es una limpieza anual del circuito con un tratamiento antibacteriano. Cada dos años, además de la limpieza del circuito, se deben sustituir los filtros y recargar el gas refrigerante.
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El aire acondicionado es importante para mantener el confort, pero es también un elemento importante de seguridad. Al ayudar a mantener el habitáculo del coche en una buena temperatura hace que la conducción sea más fácil y que el conductor no se fatigue por el exceso de calor. Éste puede también afectar a los reflejos y a la capacidad de reacción y la concentración. En España, un país mediterráneo con veranos calurosos en gran parte de la península, el aire acondicionado es un complemento esencial. Casi todos los vehículos lo incluyen de serie. También es verdad que los mecanismos son cada vez más sofisticados y que, por esa razón, conviene revisarlo cada cierto tiempo.
Sí, no es una idea insólita. Pueden adquirirse kits en Internet para hacerlo. Lo primero que hay que comprobar es que el gas refrigerante que vamos a utilizar es el que corresponde a nuestro coche. Sin embargo, estos gases son muy nocivos para el medio ambiente y puede ser una mejor idea acudir a un taller o concesionario.
Si se trata de una berlina de gama media, puede costar unos 50 euros. Para un coche de marca Premium, el precio es a partir de los 150 euros, y aumenta dependiendo del tamaño. Es importante, en cualquier caso, comprobar que el circuito no tiene una fuga: una revisión constante acaba saliendo más cara que una reparación de una vez por todas.
Lo primero es hacerlo funcionar al menos 15 minutos, una vez al mes, para comprobar que funciona a pleno rendimiento. También conviene hacer una limpieza anual del circuito con un tratamiento antibacteriano. Los filtros se deben sustituir cada dos años.
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