¡Solo del 20 al 30 de noviembre!
Contrata online tu seguro y consigue un 40% de reembolso del total de tu póliza.
¡No dejes pasar esta oportunidad única para ahorrar!
Aprovecha ahora y asegura tu vehículo al mejor precio.
Consigue ahora el 40% de reembolsoEl miedo a conducir es algo mucho más común de lo que piensas. Muchos conductores que han aprendido de mayores, han sufrido algún accidente o que tienen mucho tiempo sin hacerlo, lo padecen. Esto puede afectar tu capacidad de maniobrar y los nervios pueden jugarte una mala pasada. Especialmente, a la hora de hacer los exámenes prácticos del carné de conducir. Fíjate cómo dominar el miedo y superarlo de forma efectiva.
Conducir es una de esas actividades que, a base de repetición, se convierte en algo muy natural en muchas personas. Sin embargo, si lo analizas bien, conducir un vehículo es una de las cosas más complejas que existen. No sólo debes coordinar todo tu cuerpo con absoluta precisión sino que todos tus sentidos deben trabajar al unísono.
Pero además, al subirte a tu coche debes considerar a los demás conductores, sus posibles acciones y eventos que no puedes controlar. Un peatón que cruza de forma intempestiva, un coche que se sale del carril o una rama que cae de un árbol. Todos estos elementos son imposibles de controlar por el conductor y esto suele ser una de las causas del miedo al conducir.
El miedo a lo desconocido es natural en el ser humano. Tememos a lo que no podemos ver y sobre todo, a lo que no podemos controlar de manera consciente. Además, no puedes pasar por alto nunca que conducir es una actividad que supone un riesgo implícito que puede afectar tu salud y la de los demás.
Por ende, el miedo a conducir o amaxofobia es una de las fobias más comunes en millones de personas en todo el mundo. Algunos psicólogos coinciden en que todos padecemos diferentes grados de amaxofobia en algún punto de nuestras vidas. Hasta cierto punto, tener una mínima dosis de miedo o respeto al acto de conducir te permite estar alerta y disparar la adrenalina necesaria para tener una atención total.
Lo que pasa en muchos conductores es que esta pequeña dosis de nervios se transforma en una verdadera pesadilla. Este es el caso de las personas que sufren un miedo incontrolable y persistente a conducir. Fíjate cómo puedes detectar que tienes esta fobia o que alguien cercano la padece:
Como has visto, temer no es necesariamente malo cuando vas a conducir. Ese pequeño “pellizco” en tus nervios a la hora de poner en marcha tu coche dispara una serie de neurotransmisores que te ayudan a mantener la atención. Esa dosis de nerviosismo activa los sentidos y le da al cerebro la orden de extremar los reflejos y la respuesta ante lo inesperado.
Esto sucede internamente hasta en los conductores más experimentados y suele ser una buena señal de salud mental. Lamentablemente, muchas personas sufren estos mismos nervios pero magnificados a niveles extremos.
Las fobias son, por definición, miedos incontrolables, que dominan las funciones corporales y que disparan una serie de químicos neuronales muy potentes. En los pacientes con amaxofobia extrema, la sola idea de subir a un coche como conductor, les produce verdaderos episodios de pánico.
Por supuesto, la amaxofobia no es igual para todos. Existen múltiples grados de este trastorno y, obviamente, con diferentes consecuencias.
En términos generales, el miedo a conducir se manifiesta a través de los siguientes síntomas:
Evidentemente, no todos los pacientes sufren los mismos síntomas y no todos los sufren en la misma intensidad. Depende de las causas, estado de salud física/mental o capacidad de respuesta orgánica, los síntomas pueden variar. ¿Por qué se produce este miedo? Hay muchas causas y algunas combinaciones de eventos, pero en general, las causas más frecuentes son:
Tratar de generalizar un padecimiento de la salud mental es una tarea prácticamente imposible. En medicina, rara vez 2+2=4 y a menudo, las causas son tan diversas como el número de pacientes existentes. Aún así, los especialistas han determinado que las causas más comunes son:
El síndrome del estrés postraumático es multifactorial. Usualmente, pensamos en soldados que vuelven de una guerra o una persona que ha sido víctima de la violencia. Pero, la realidad es que aún la más pequeña anécdota puede ser el origen de un desorden de la respuesta ante situaciones como el conducir.
Personas que han sufrido algún accidente, han sido enseñadas por instructores no preparados o que han presenciado lesiones viales, pueden padecer miedo. A veces, esos recuerdos quedan grabados en el inconsciente y se reflejan en la amaxofobia.
Por lo general, las personas aprenden a conducir en su adultez más joven e incluso algunos dentro de su adolescencia. Y, no por aprender fuera de estos rangos de edad la amaxofobia es una constante pero suele ser más frecuente de lo que pensamos. En personas que han aprendido a conducir en la mediana edad o incluso en la vejez, el acto de la conducción se torna más aprehensivo y complejo.
Algunos conductores, por miles de causas, deben dejar de conducir por mucho tiempo. Esta pérdida de la práctica y el enfrentarse a la actividad puede generar estrés y diferentes grados de ansiedad.
Es común en conductores que les ha sido suspendido el carné, que han estado en actividades que imposibilitan la conducción o cientos de razones más. El hecho cierto es que, en estos casos, algunos conductores manifiestan que la idea de conducir les produce cierta ansiedad y a veces, miedo.
Existen tantos tratamientos como grados de amaxofobia, causas y consecuencias existen. Es decir, cada paciente tendrá un tratamiento adecuado que dependerá única y exclusivamente de su grado de aprehensión y ansiedad al conducir.
Los especialistas recomiendan hacer una evaluación profesional previa que permita determinar los orígenes y estadios de la patología. En los casos más graves, el tratamiento psicológico y psiquiátrico puede ser la solución más efectiva.
Aún así, si sufres un nivel más leve de ansiedad al conducir, las recomendaciones más frecuentes son:
Recuerda que cada caso es único y no existen panaceas o remedios universales para todos. De acuerdo a tu grado de miedo a conducir, deberás consultar con un especialista para encontrar el tratamiento ideal. De la misma forma, para muchos conductores noveles existe un tipo de amaxofobia muy leve pero que puede ser un contratiempo. Este es el miedo a las pruebas de conducción de la DGT para obtener el carné. Mira cómo puede afectar y cómo puedes superar este miedo tan natural en quienes pretenden obtener el permiso de conducir.
Como has podido ver, el miedo a conducir es un trastorno serio y que puede afectar de manera negativa tu capacidad de conducir un vehículo. En los casos más extremos de la amaxofobia, la sola idea de conducir un coche produce alteraciones orgánicas imposibles de controlar.
Este tipo de pacientes se niegan sistemáticamente a conducir y por ende, no intentan sacar el carné o nada relacionado con la conducción. No obstante, para muchas personas con amaxofobia leve o moderada, conducir es un objetivo o una necesidad ineludible.
Existe un tipo de miedo que, sin ser necesariamente una amaxofobia, produce un alto grado de ansiedad en los conductores. Especialmente, en aquellas personas que quieren sacar el carné por primera vez, cambian de tipo de carné o cuyo permiso ha sido suspendido.
El miedo a los exámenes prácticos de la DGT suele llenar de tensión a los concursantes y este miedo puede afectar su capacidad. Cometer errores o equivocarse en acciones necesarias frente al evaluador, suele ser un miedo casi universal.
Comprendiendo que los nervios pueden jugar una mala pasada, la DGT no tiene un límite establecido de exámenes permitidos. Una persona cualquiera podrá repetir tantas veces como sean necesarias las pruebas de conducción hasta superarlas.
En este sentido, existen mitos urbanos que establecen que hay un límite máximo para presentar estos exámenes. De acuerdo a estos mitos, si suspendes un determinado número de veces, no podrás sacar el carné de conducir.
Para desmentir esta mala información, es necesario remitirnos a la propia DGT. En su página web, la dirección es bastante clara al respecto. Una persona podrá presentar dos veces cualquiera de los exámenes pagando una sola vez la tasa correspondiente. O sea, si suspendes más de dos veces una prueba y quieres repetirla, deberás pagar nuevamente.
En primer lugar, es fundamental que comprendas los tipos de pruebas para obtener el carné y su naturaleza. En nuestro artículo: “¿Cómo es el examen para sacar el carnet de conducir?” podrás ver los requisitos y tipos de carné.
En general, puedes presentar un segundo exámen a los 12 días naturales posteriores a la última prueba. Si suspendes por una segunda oportunidad, deberás esperar un plazo de 18 días para poder hacer una nueva solicitud.
Otro elemento que produce aprehensión en los conductores es lo relativo al seguro y las multas asociadas por no tenerlo. Fíjate en los efectos de la suspensión del carné en términos del seguro obligatorio.
Todo vehículo matriculado en España debe tener una póliza de responsabilidad que cubra daños a terceros. Esta es una obligación ineludible para todos los tipos de vehículos y no cumplirla, supone una infracción a la ley. De hecho, las multas por no poseer una póliza en vigor pueden ir desde los 601 hasta los 3005€.
Entonces, surge una gran duda entre muchos conductores: ¿Cómo podré renovar o contratar un seguro si suspendo las pruebas para el carné? Como es de esperar, esta incógnita aumenta aún más la ansiedad previa a las pruebas prácticas. Especialmente, en aquellas personas que sufren algún tipo de amaxofobia.
Nuevamente, los mitos urbanos y la desinformación suelen dominar la escena en este tipo de casos. La realidad es que no necesariamente debes ser el conductor de un vehículo para contratar una póliza.
Si revisas la Ley de Contrato de Seguro, verás que la posesión de un carné de conducir válido y en vigor, sólo es obligatorio si eres el conductor del vehículo. Por lo tanto, puedes hacer una póliza como propietario y tener un conductor asignado o simplemente notificar al seguro que tu coche no estará en circulación.
Si tienes dudas sobre los requisitos para contratar o renovar una póliza para tu coche, te recomendamos comparar la mayor cantidad de aseguradoras. Cada una tiene una serie de requisitos que varían entre empresas y que puedes consultar en nuestra comparador de seguros de coche.
De acuerdo a la Sociedad Americana de Psiquiatría, un 20% de los conductores jóvenes sufren o han sufrido algún tipo de amaxofobia. Aún más, el 6% de todos los conductores sufren estadios graves que les impide la conducción. En países como Estados Unidos y España, la amaxofobia severa es una causa para la suspensión del carné de conducir.
Si, lo que sucede es que tendrás que hacer de nuevo los exámenes prácticos y teóricos. Además, deberás pagar las tasas correspondientes y seguir los pasos obligatorios que varían por tipo de carné.
De hecho, sí. La DGT contempla una lista de enfermedades psiquiátricas y psicológicas que pueden considerarse para la suspensión del carné. La ansiedad severa puede generarse por la amaxofobia si es diagnosticada por un especialista certificado.
Con el pago de una misma tasa puedes repetir hasta 2 veces cada prueba. Si suspendes la segunda oportunidad, deberás pagar nuevamente la tasa y presentar los requisitos obligatorios.
https://www.fundacionclinicadelafamilia.org/amaxofobia-cuando-conducir-un-vehiculo-da-mucho-miedo/
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2004-18911
Únete a la discusión