Cuáles son las señales de circulación prioritarias y cuáles hay que obedecer cuando se contradicen

La utilidad de las señales de tráfico

Las señales de tráfico son un elemento imprescindible para respetar y mantener la seguridad vial. Indican limitaciones, prohibiciones u obligaciones a la hora de circular.  Es una de las cosas básicas que hay que conocer cuando empezamos a prepararnos para obtener el permiso de conducir.

Sin embargo, a veces, puede que nos encontremos antes dos señales que parecen contradictorias. Y la realidad es que pueden serlo. Lo que es imprescindible por nuestra parte es saber cuál de ellas tiene prioridad sobre la otra. En este aspecto, la prioridad de las distintas señales es la siguiente:

1. En primer lugar, siempre son los agentes los que tienen la prioridad sobre cualquier otra señal
2. Posteriormente, se impone la señalización circunstancial, por ejemplo, si nos encontramos con una obra o un accidente. 
3. En tercer lugar, mandan los semáforos. 
4. Seguidamente, tienen prioridad las señales verticales 
5. Por último, mandan las marcas viales

Prevalece siempre la señal prioritaria, siguiendo este orden, o la más restrictiva.

El papel de cada señalización

1. Los agentes que dan órdenes tienen el objetivo de exigir a los usuarios de la vía que cumplan las normas. Estas órdenes prevalecen sobre todas las demás señales visuales. El agente puede levantar el brazo de forma vertical o utilizar un silbato, una luz o una bandera. No cumplir estas órdenes está considerado una falta grave que supone una multa de hasta 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet. 
2. A continuación, tiene prioridad la señalización circunstancial, es decir, el conjunto de luces, barreras, paneles, balizas u otros dispositivos que se utilizan para regular el tráfico en una circunstancia especial, como un accidente o una obra, y avisar a los conductores de posibles peligros, darles recomendaciones o instrucciones.  
3. Los semáforos son las señales más claras e intuitivas, pero sigue habiendo muchos conductores (y peatones) que los ignoran.Pero son los que mandan, a continuación de la señalización de los agentes y de la circunstancial. El ámbar es una advertencia y no se debe acelerar cuando el semáforo cambia a este color, sino todo lo contrario. Atravesar un semáforo en ámbar o en rojo constituye una infracción grave que supone una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos. 
4. Las señales verticales son las más numerosas y variadas. Se clasifican en triangulares (que advierten de un peligro), redondas (que prohíben u obligan a hacer algo) y cuadradas o rectangulares (que informan u orientan). Si no se cumplen, las sanciones dependen del tipo de señal. Un ejemplo: saltarse un stop lleva una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos. 
5. En quinto lugar, están las marcas viales, pintadas sobre la calzada (las líneas continuas, las líneas discontinuas, los ceda al paso, las flechas) e informan al conductor de por dónde debe circular y como hacerlo con seguridad.  

Cómo actuar ante varias señales

Ante un agente de tráfico posicionado al lado de un semáforo, siempre hay que obedecer al agente. Si nos encontramos ante un stop señalizado en el suelo y un ceda vertical, la prioridad la tiene el ceda vertical. Pero, ¿qué deberíamos hacer con dos señales verticales que se contradicen o ante un semáforo en ámbar y una señal de stop?

En estos casos no prevalece la autoridad de la indicación, sino cuál de las señales es más restrictiva, por lo que, en este caso que ponemos como el ejemplo, la señal más restrictiva sería el stop.

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Si nos encontramos ante una barrera de paso a nivel junto con otra señal, en el caso de que se levante la barrera, deberemos hacer caso a esta segunda señal. Además, si nos encontramos con señales diferentes a derecha e izquierda de la calzada, los vehículos que vayan a girar a la derecha deberán respetar la señal de la derecha y los que vayan a girar a la izquierda, deberán respetar la colocada a la izquierda

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