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Consigue ahora el 40% de reembolsoUtilizar la picaresca para mentir a una aseguradora es más frecuente de lo que pudiera parecer. En esta situación, el defraudador agudiza el ingenio para simular un siniestro que nunca ha tenido lugar o exagerar los daños por los que debería ser indemnizado o incluso para falsificar un parte amistoso de accidente. Lo que los defraudadores no saben es que las compañías de seguros destinan parte de sus beneficios a investigar posibles fraudes.
El parte amistoso de accidente es un documento mercantil que acredita la existencia de un siniestro entre dos vehículos. En él se explica la forma en que ha ocurrido. Debe entregarse a la aseguradora para que determine quien tiene la culpa e indemnice a los involucrados.
El engaño a las aseguradoras está mucho más extendido en el sector de los seguros de coche y de moto que en otros. Según datos del Centro de Investigación para Entidades Aseguradoras (ICEA), en 2017 fueron detectados un 63,6%
de los casos de fraude a las aseguradoras, un elevado porcentaje que se explica por la obligatoriedad de contratar un seguro para el vehículo. Además, el Barómetro de Fraude al Seguro que ha publicado este lunes la compañía Línea Directa. En total hubo cerca de 75.000 intentos de fraude detectados por esta aseguradora en el periodo 2019-20 tras el análisis de los partes de siniestros. Siete de cada 100 partes que se tramitaron eran falsos.
Fuente: Diario El Mundo, 31 de enero de 2022
El fraude al seguro perjudica a todos los asegurados, puesto que las compañías pagan las indemnizaciones con el dinero de sus clientes. Esto repercute, al final, en el precio de las pólizas. Se puede hacer de varias maneras: desde cambiar la versión de cómo ha tenido lugar el accidente, para que la parte contraria asuma la culpa y su seguro a todo riesgo pague la reparación de ambos, hasta exagerar los daños o anotar otros que ya existían con antelación.
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Sí. Cuando el fraude al seguro se realiza con ánimo de lucro, el Código penal lo considera un delito de estafa y lo castiga con penas de entre seis meses y tres años de cárcel. Pero, además, al falsificar un parte amistoso para engañar a la compañía, supone un segundo delito, el de falsedad documental, castigado con una condena de prisión de seis meses a tres años y una multa de seis a doce meses. Si la aseguradora detecta el fraude antes de que el defraudador cobre el dinero, se le impondrá una pena inferior, pero será igualmente de prisión y multa por tentativa de delito.
Fuente: Código Penal, Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre.
Si acudes a un juicio para reclamar una indemnización y utilizas el parte fraudulento como prueba, estarías cometiendo un delito de estafa procesal, castigado con penas de prisión de uno a seis años y multa de seis a doce meses. Además, tendrás que hacerte cargo de todos los gastos en los que hubiera incurrido la aseguradora, además de devolver las cantidades defraudadas.
Uno de los supuestos más comunes es fingir un accidente que no ha tenido lugar. Con el acuerdo de otro conductor, se firma el parte amistoso sin daños reales, para que el seguro pague la indemnización o repare los daños sufridos por otras causas. Otra de las picarescas, para conseguir una indemnización más alta, es exagerar los daños sufridos. Las lesiones en la espalda y el cuello son las más frecuentes, ya que es difícil comprobar desde el punto de vista médico si el afectado miente. Otra razón es dar parte de desperfectos que ya existían. Finalmente, se realiza la falsificación para encubrir a conductores que circulaban bajo los efectos del alcohol o las drogas o menores de edad que no están incluidos en la póliza.
¿Cómo hacer un parte amistoso?
Es la forma habitual de afrontar el accidente con otro coche. Es importante ser cortés con el contrario para llevar a cabo de forma eficaz todas las gestiones. El parte amistoso permite agilizar el pago de los daños materiales. El documento consta de una hoja de calco, lo que permite proporcionar con rapidez una copia a la otra parte. Además, existe un modelo homologado en casi todos los países europeos. Hay que señalar también si ha habido otros afectados además de los directamente involucrados y si hay testigos del siniestro. En el parte deben constar el nombre, nacionalidad, dirección y teléfono de los implicados; el modelo, marca y matrícula y el lugar de matriculación; nombre de la aseguradora, número de póliza; el punto de choque, señalado con una flecha en un dibujo que aparece en el impreso; las circunstancias; un croquis para explicar cómo se ha producido el accidente.
La presentación de un parte, en el que hemos resultado culpables, puede ocasionar una subida de la póliza, que se refleja en el precio de renovación. Aunque depende de la gravedad del caso, esta subida puede llegar a ser del 30%. La razón es que para la aseguradora cambia el riesgo del asegurado a la hora de prestar cobertura.
Es una manera eficaz de comunicar a las aseguradores un siniestro entre dos conductores. En él debe aparecer los datos de los implicados, los datos de los automóviles y un pequeño croquis que explica cómo se ha producido el accidente, además de una descripción de las circunstancias.
Cometerás dos delitos penados con multas y cárcel: uno de estafa y otro de falsedad documental. Este engaño, además, afecta a todos los asegurados porque acaba repercutiendo en el precio de las pólizas.
Sí, más de lo que creemos. Según datos de 2020, siete de cada 100 que se tramitaron eran falsos.
Fuentes
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