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Es obligatorio disponer de un seguro para poder circular, tanto si se trata de un coche nuevo como de uno de segunda mano. Cuando abandonas la oficina de la aseguradora con la póliza en la mano o cuando terminas el proceso online, ya está en vigor. Examinamos qué pasa con los contratos que se hacen online o por teléfono.
Lo importante es que hayas comparado las ofertas y sepas cuál te interesa elegir. Cuando se haga efectiva la contratación, deberás decirle a la empresa cuándo quieres que entre en vigor tu póliza. Puede hacerse efectiva el mismo día de la contratación, pero debes dar la orden y pagar en ese momento. La aseguradora debe darte la confirmación. Entonces, te hará llegar una copia de la póliza donde constan todas las condiciones generales. En este contrato aparece también la fecha de entrada en vigor y de vencimiento. Si el procedimiento lo has llevado a cabo en el día, te comunicarán la hora en la que entra en vigor el seguro.
A la hora de mostrar que un vehículo está asegurado, el artículo 14 del Real Decreto 1507/2008 establece que «todo vehículo a motor deberá ir provisto de la documentación acreditativa de la vigencia del seguro obligatorio». Pero esto no significa que haya que llevar la documentación en el coche, porque hay muchas aseguradoras que lo envían por correo electrónico a sus clientes. La policía puede comprobar también en el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados que tu vehículo tiene el seguro obligatorio, es decir, el que cubre, al menos, la responsabilidad civil obligatoria.
La expresión “en vigor” significa que una póliza está activa, con todos los derechos y obligaciones que entraña, lo que quiere decir que todo lo que implica las disposiciones de su condicionado ya son de aplicación. Puede haber pólizas de efecto diferido, de forma que, si se produce un siniestro antes de que se cumpla la fecha de activación, el asegurado no estará cubierto. Además, no deberías circular mientras la póliza no esté activada. Circular sin una póliza en vigor supone un riesgo económico para el conductor, pero también puede conllevar una multa y la inmovilización del vehículo, porque, para circular, es obligatorio tener un seguro, según establece la Ley. Si no tienes seguro o este todavía no ha entrado en vigor y sufres un accidente, la aseguradora no cubrirá los daños materiales o personales que se produzcan, aunque la culpa del siniestro no sea tuya.
La renovación suele ser anual, pero esto depende de la modalidad contratada. El periodo puede ser inferior o superior. La modalidad más frecuente es por anualidades, como decimos, y el asegurado tiene la posibilidad de renovar o no cada año. En cualquier caso, es importante no olvidar que, si no queremos renovar la póliza, hay que informar a la compañía al menos con un mes de antelación a la finalización de la póliza. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la duración de un seguro no puede ser superior a diez años. Si llega a ese tiempo, se pueden realizar prórrogas anuales automáticas para seguir estando cubierto. Si se trata de una póliza temporal, ya sea por meses o por años, la aseguradora ya no tiene ninguna obligación con el asegurado una vez que el periodo de la póliza caduca.
Esta cláusula se suele incluir en el caso de conductores noveles, para señalar que los siniestros que sean de su responsabilidad estarán cubiertos a partir de determinada fecha, cuando el conductor novato haya aprobado su carnet, por ejemplo. Si se produce un siniestro fuera de esta fecha, no estará cubierto.
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El pago de la prima se realiza al formalizar el seguro y firmarlo. A partir de ese momento, la compañía está obligada a cubrir al asegurado. Si no se efectúa el pago, la póliza no tendrá efecto. Existe un periodo llamado de gracia, que es el tiempo que ofrece la aseguradora cuando hay que pagar la renovación. Esto significa que la compañía está obligada a mantener la cobertura durante el mes siguiente al vencimiento de la póliza. Si no se paga la póliza una vez transcurrido ese mes, la compañía puede cancelarla. También hay que dejar claro que, durante el mes de gracia, solo está en vigor la responsabilidad civil obligatoria. El resto de los daños, deberás pagarlos tú.
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Cuando no estás satisfecho con tu compañía de seguros, puedes cambiar, pero debes saber que la rescisión del contrato sólo tiene lugar cuando llega el vencimiento de la póliza. En cualquier caso, perderás lo que ya has pagado si tratas de irte antes de esta fecha. La compañía te seguirá cobrando, aunque suscribas un seguro con otra compañía, hasta que no llegue el momento de formalizar la baja. El aviso de rescisión debe hacerse al menos un mes antes de esa fecha y se debe hacer por escrito. No importa que los pagos estén fraccionados de forma trimestral, semestral o mensual, la duración del contrato es anual y hay que ceñirse a esa fecha. Puede ocurrir entonces que te encuentres con dos seguros durante un tiempo
El seguro entra en vigor en el momento en el que formalizas la póliza y la pagas. Puede ser, sin embargo, que tú le pidas a la compañía que la póliza entre en vigor en una fecha concreta. En cuanto esté formalizada, la compañía te mandará una copia de la póliza.
Es obligatorio circular con una póliza. De lo contrario pueden ponernos una multa e inmovilizar nuestro coche. No hace falta llevar una copia de la póliza con nosotros, la policía puede comprobar el seguro de nuestro vehículo en el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados.
Habitualmente se suelen renovar de forma anual, aunque el pago se haga de forma trimestral, semestral o mensual. Si queremos rescindir un seguro, debemos avisar con al menos un mes de antelación. De lo contrario, la anulación del contrato no se hará efectiva.
Fuentes
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