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Consigue ahora el 40% de reembolsoCuando circulas con tu vehículo, te puedes encontrar ante muchas situaciones en las que hay que tener claro si uno tiene o no la prioridad de paso. Existen ocasiones en las que hay que ceder el paso a otros vehículos. Lo primero que hay que tener en cuenta, con respecto a esto, es que la norma general indica que siempre tiene prioridad el vehículo que se acerca por la derecha, que puedes ser tú o no. Sin embargo, no siempre es así. Existen varias circunstancias en las que rigen otras normas. Te contamos cuáles son y cómo se establece la prioridad.
El problema de la prioridad de paso se plantea cuando te enfrentas ante una intersección o un cruce. La norma general establece que hay que ceder el paso a los que circulan por tu derecha. Pero hay excepciones. Los cruces e intersecciones son lugares donde coinciden vehículos que proceden de trayectorias distintas y cruciales en cuanto a la seguridad. El problema se plantea, sobre todo, cuando el cruce o intersección carecen de señales o semáforos, dos elementos que habitualmente establecen la prioridad de paso. En estos casos hay que estar muy atento para evitar riesgos.
Si te acercas a una intersección o cruce donde no está señalizada la preferencia, debes decidir qué hacer de forma que no pongas en riesgo tu seguridad y la de los demás vehículos. Debes detenerte y decidir si cedes el paso o continuas tu trayectoria. La Dirección General de Tráfico (DGT) insiste en que es esencial “observar, señalizar y situarse correctamente”, pero también tomar la decisión “en condiciones óptimas de visibilidad”. Estos son los pasos que hay que seguir:
La regla general establece que hay que ceder siempre el paso a los vehículos que se aproximan por la derecha. Es una regla sencilla, pero existen excepciones importantes:
Si se trata de un cruce entre una vía asfaltada y otra que no lo está, la prioridad la tiene el vehículo que circula por la carretera pavimentada.
Si te encuentras ante una intersección con un carril bici, tiene prioridad quien circula por este carril, al igual que quien circula por una vía de raíles.
Si la intersección en la que te encuentras es la incorporación a otra vía, es lo mismo que sucede cuando vas a incorporarte a una glorieta: tienen prioridad los vehículos que ya circulen por ella, frente a los que quieren incorporarse.
Frente a la regla general y a todas estas excepciones, se encuentran las señales verticales de ceda el paso: ante ellas siempre debes ceder el paso, tienen prioridad ante las circunstancias que ya hemos explicado. Puede también que te encuentres ante un semáforo: éste también tiene prioridad. La señal de Ceda el Paso es una de las más importantes. Si no se respeta, las consecuencias pueden ser desastrosas, para uno mismo y para el resto de vehículos. Por ello, si te encuentras con una señal de Ceda el Paso en la vía, debes tener claro que señaliza una incorporación a una vía o a una rotonda u otra intersección y que la prioridad corresponde a los demás vehículos que ya circulen por ellas.
Además de la señal de Ceda el Paso, en las intersecciones puedes encontrarte con una señal de Stop. El Ceda el Paso no significa que haya que detenerse, salvo si es necesario, esto es, si hay vehículos que circulan y tienen prioridad. En el caso de un Stop, hay que detener siempre y de forma completa el vehículo y luego emprender la maniobra. Si el Ceda el Paso está situado en un punto en el que hay poca visibilidad, hay que ser muy prudente, aunque no veas ningún vehículo.
Existen otras señales que indican de forma clara quién tiene la prioridad en un cruce o una intersección. Estas señales de prioridad son las siguientes:
Ya la hemos examinado. Señala que es obligatorio dejar la prioridad a todos los vehículos que circulen por la vía a la que pretendemos acceder y supone que debemos detenernos si es necesario para tener suficiente visibilidad o dejar pasar otros vehículos.
Ante esta señal debes parar obligatoriamente antes de cruzar la línea dibujada en la calzada o justo antes de la intersección. Una vez comprobado que no viene ningún vehículo, podrás continuar la marcha.
Esta señal significa el fin de la prioridad de los coches que circulan, frente a otra vía.
Esta señal se coloca ante un paso estrecho para señalar que eres tú el que debe detenerse para dejar que pase el vehículo que circula en sentido contrario.
Cuando te acercas a una intersección, esta señal te avisa y te recuerda que hay que dar prioridad a los coches que se acercan por la derecha.
Además de estas señales, establecen la preferencia los semáforos y los agentes de tráfico. Estos últimos son los que tienen la mayor autoridad, después los semáforos y, por último, las señales.
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No hay que interrumpir el tráfico
Cuando te aproximas a un cruce en el debes ceder el paso, tienes que reducir la velocidad y dejarle claro al otro vehículo que le vas a dejar pasar. Reanudarás la marcha cuando tu maniobra no estorbe al otro vehículo o le obligues a frenar. Es importante no estorbar la circulación parándose en medio de un cruce o sobre un paso de peatones. Si sucede esto, debes apartarte lo antes posible, aunque todavía no se permita la circulación. Hay que tener en cuenta que no ceder el paso cuando estás obligado a hacerlo se considera una infracción grave.
Es importante recordar que, a pesar de que tengas la prioridad, ningún vehículo puede entrar en una intersección o en un paso para peatones o para ciclistas en caso de que la circulación te detenga de forma que obstruyas el tráfico. Esto suele pasar en los embotellamientos. Por eso hay que respetar cuidadosamente si puedes o no continuar con tu prioridad.
Cuando un vehículo circula por una vía asfaltada siempre tiene preferencia sobre los que proceden de una vía sin pavimentar, salvo que haya una señalización que lo contradiga. Cuando circulamos por autopistas y autovías, tenemos preferencia igualmente sobre los que circulan por las vías de acceso.
Si no establece lo contrario ninguna señal, la norma establece que estamos obligados siempre a ceder el paso a los vehículos que se acercan por nuestra derecha. Existen algunas excepciones: además de los coches que circulen por una vía asfaltada o los que circulen por una autopista o autovía, tienen prioridad los que circulan por raíles y los que se encuentren dentro de una glorieta.
Si se dirige hacia nosotros un vehículo de emergencias, venga del lado que venga, tendrá siempre prioridad. Estos vehículos siempre tienen prioridad y pueden superar los límites de velocidad o no respetar las señales de la circulación. Por otra parte, no debemos entrar en una glorieta, aún teniendo la prioridad si nos vamos a quedar atrapados en ella y obstaculizar la circulación.
Es posible que nos encontremos en situaciones de señales contradictorias, por ejemplo, cuando un semáforo indica lo contrario a lo que dice una señal. En estos casos hay que seguir un orden. La mayor prioridad la tienen los agentes de tráfico, Los primeros en este orden de prioridad son los agentes de tráfico. Después vienen los semáforos, las señales luminosas y las señales verticales. En último lugar, hay que obedecer las señales horizontales.
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