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en reseñas de GoogleTanto el kilometraje como la antigüedad son dos elementos importantes a la hora de calibrar si merece la pena adquirir un coche de segunda mano, pero es también muy importante tener claras las revisiones a las que ha sido sometido y el mantenimiento que le ha procurado su anterior dueño.
A la hora de escoger un vehículo de segunda mano siempre nos debemos fijar en dos factores principales: el kilometraje y la edad. Para encontrar el coche adecuado, no existe una sola respuesta, aunque hay varios elementos que pueden ayudarnos a decidir. A pesar de todo, ni la edad ni los kilómetros son definitivos. Un vehículo con una década que esté bien cuidado puede ser tan buena elección como uno casi acabado de estrenar, pero no tan bien mantenido.
Como veíamos más arriba, los kilómetros suelen ser el elemento principal que influye a la hora de escoger un coche de segunda mano. Este número dice muchas cosas sobre la historia del coche y cuánto se ha usado. Si el coche solo ha recorrido 50.000 kilómetros, se habrá desgastado de forma diferente a uno que ha recorrido 200.000 kilómetros.
Pero esto no es definitivo, porque influye en el estado del coche tanto cuántos kilómetros se han recorrido como de qué manera. No es lo mismo circular solo en ciudad que recorrer largas distancias en autopista. También es importante el cuidado que ha recibido y los conductores que ha tenido o si ha sufrido un accidente. Todo esto te ayudará a hacerte una idea de cuál ha sido la vida del vehículo y en qué condiciones está cuando llega a tus manos. Si no ha sido bien cuidado, aunque tenga pocos kilómetros, es probable que el vehículo te plantee problemas una vez adquirido.
Los vehículos usados con poco kilometraje suelen durar más tiempo y habitualmente están en mejores condiciones, como ocurre con un vehículo de Km 0 o uno seminuevo que haya recorrido menos de 25.000 km. En España, la edad media del parque móvil supera los 13 años, y esto dificulta encontrar coches de segunda mano en buenas condiciones. La clave está en el mantenimiento que le prestó su primer dueño. No se trata de una garantía absoluta, pero sí que te puede dar pistas sobre si tendrás que arreglar alguna pieza de importancia en poco tiempo.
Lo más importante a la hora de comprar un coche de segunda mano es el mantenimiento. Además, es importante que un mecánico revise el coche antes de que lo compres. Puede tener pocos años y kilómetros, pero si su dueño anterior no lo ha cuidado como conviene, puedes comprar un vehículo lleno de dolores de cabeza.
Esta revisión es importante sobre todo en coches que han circulado en ciudad, con los acelerones y frenazos propios de esta conducción. Un vehículo urbano puede desgastar los frenos, la suspensión, la caja de cambios y el motor, mientras que los coches que han circulado, sobre todo, por autopista o autovía se desgastan mucho menos.
Comprar un coche de segunda mano está lleno de incertidumbres, pero algunas marcas tienen la reputación de ser más fiables que otras, cuando se compran de segunda mano. Esto ocurre, sobre todo, con marcas de origen japonés, como Toyota y Honda. Pero no significa que otras marcas no sean fiables. Suele depender, sobre todo, de los modelos.
Como decíamos más arriba, un coche utilizado en ciudad envejece más que uno que ha circulado, en su mayoría por autovía o autopista. Para estar seguro de las condiciones del coche, puedes consultar la ficha técnica del seguro y solicitar un informe con el historial del coche a la Dirección General de Tráfico (DGT). Este informe también te da información de los kilómetros recorridos, los titulares o las ITV , incluso las reparaciones y revisiones que se han llevado a cabo por los talleres adscritos a nuestro libro electrónico de mantenimiento, y no necesitas ser el titular para solicitarlo.
Los coches duran más si se cuidan y mantienen adecuadamente. Para ello, hay que cambiar el aceite de forma regular, así como el filtro del aire, comprobar los niveles de fluidos y las correas y manguitos. Además de los cuidados, es importante la relación calidad/precio. Una opción es acudir a un concesionario, pero cuando acudes a un particular siempre tienes la posibilidad de negociar la compra. También te conviene verificar el valor del coche nuevo.
Si la diferencia de kilómetros entre dos coches es sólo de 10.000 o 20.000 kilómetros, suele convenir más escoger el que mejor mantenimiento ha tenido. Para comprobar este mantenimiento, se puede revisar un registro de las reparaciones en la DGT. Estos informes también indicarán si el coche ha sufrido un accidente, algo muy importante para hacerse una idea del estado del vehículo.
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Es importante realizar una completa revisión del coche antes de comprarlo: sacar la varilla del aceite para comprobar si lo han cambiado, revisar las correas y mangueras por si están agrietadas, lo que indica que son antiguas, así como el refrigerante, que no debe estar turbio. Todas estas son pistas de que el vehículo no se ha mantenido adecuadamente.
Son importantes la edad y los kilómetros que haya recorrido. Pero todo esto tiene que complementarse con información sobre el cuidado que ha recibido por parte de su dueño. Puede tener pocos años y kilómetros, pero si el automóvil no ha sido cuidado de forma adecuada.
Una de las formas de saberlo es solicitando un informe con el historial del coche a la Dirección General de Tráfico. Este informe da información sobre las reparaciones y accidentes que ha sufrido el coche, además de la edad y los kilómetros.
Los coches que circulan por ciudad sufren un mayor desgaste que los que han circulado sobre todo por autopistas o autovías. Los frenazos y los acelerones constantes en ciudad son perjudiciales.
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