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en reseñas de GoogleRecorrer Francia en coche es uno de los planes más tentadores y románticos. Al ser un país de la Unión Europea, sólo necesitas tu DNI o pasaporte y tu carnet de conducir. Las carreteras son muy buenas, aunque los peajes son bastante elevados. Y las normas de conducción son como las españolas.
Comprueba que la ITV está en vigor y el seguro en regla. En Francia se circula de manera muy similar a España, por lo que un recorrido por los lugares escogidos será muy interesante, además de accesible. Es obligatorio el uso del cinturón de seguridad en todos los asientos del vehículo, así como los dispositivos de retención infantiles, que son obligatorios hasta los 10 años, dependiendo de la estatura y el peso. No llevar el cinturón puede suponer una multa de 135 €.
Está prohibido el uso del teléfono móvil durante la conducción. En Francia, los límites de alcohol en sangre para conducir son los mismos que en España: se permite hasta 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire expirado. El incumplimiento de estos límites puede resultar en una prohibición de conducir en Francia durante tres años. Si el nivel de alcohol alcanza los 0,8 g/l en sangre (0,4 mg/l en aire espirado), podrían sancionarte con hasta 4500 €, además de la prohibición de conducir en territorio francés durante tres años. También está prohibido el uso de drogas.
En Francia, las limitaciones de velocidad por carretera se fijan dependiendo de las condiciones meteorológicas. El límite máximo es de 130 km/h en autopistas, pero cuando llueve este límite desciende a 110 km/h. En las carreteras de dos carriles, el límite es de 110 o 100, con mal tiempo. Las vías urbanas tienen un límite de 50 km/h. Al igual que en España, en Francia también hay numerosos radares, fijos y móviles. Los primeros se suelen señalizar, con lo que la foto se dispara antes de cruzar el semáforo o el límite de velocidad.
Es también obligatorio llevar el chaleco reflectante y los triángulos de emergencia. Todo parecido a lo que pasa en España, salvo un detalle que puede parecer sorprendente: hay que llevar un alcoholímetro en el coche, aunque no es obligatorio y no te pueden sancionar por no llevarlo. También hay que llevar un botiquín de primeros auxilios, aunque tampoco es obligatorio. Ante cualquier emergencia, el teléfono que debes marcar es el mismo que en España, 112.
En Francia, existen áreas de estacionamiento regulado dentro de las ciudades, que suelen estar indicadas y equipadas con parquímetros. El sistema es muy similar al de España. Por lo general, se debe pagar por aparcar los días laborables de 9 h a 12 h y de 14 h a 18 h, aunque siempre es recomendable verificarlo. Además, en Francia hay numerosos peajes. La mayoría de las autopistas son de pago y se pueden abonar en efectivo, con tarjeta de débito o crédito. Es aconsejable pagar con tarjeta para no preocuparse por el cambio y facilitar el tránsito por los peajes.
Tanto si viajas en coche, como si no, debes saber que, al igual que para el resto de países de la UE, para viajar a Francia también necesitas llevar contigo la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) o, en su defecto, el Certificado Provisional Sustitutorio (CPS), que expende la Seguridad Social. Con cualquiera de estos dos documentos te aseguras la asistencia sanitaria durante tu estancia temporal en otro país de la UE en caso de urgencia.
Además, si viajas con tu coche debes llevar contigo el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo, así como la ITV del vehículo en vigor, el último recibo del pago del seguro y, por último, es recomendable que lleves contigo partes de accidente del seguro.
A la hora de parar en una autopista, lo puedes hacer en un área de descanso o en una estación de servicio. En Francia hay muchas y ofrecen un servicio de gran calidad. Las áreas de descanso suelen tener zonas verdes, aparte de los aparcamientos. También disponen de mesas exteriores para comer y de zonas recreativas para niños. Eso sí, no tienen ni gasolineras, ni tienda. Por eso son buenas para una parada rápida o para comer de picnic. Las estaciones de servicio, por el contrario, sí tienen gasolinera, al lado de una zona de descanso y recreo, con restaurante y tiendas. Algunos baños tienen duchas y suele haber microondas para calentar la comida.
Los precios de los combustibles en Francia suelen ser superiores a los de España. No es una norma establecida, pero generalmente pueden ser entre un 12 % y un 15 % más altos. Un consejo útil para economizar algo de combustible es llenar el tanque en una gasolinera española antes de cruzar la frontera. También, es conveniente abastecerse de combustible en las estaciones de servicio ubicadas en los grandes supermercados en las afueras de las ciudades, ya que suelen tener precios más bajos que las estaciones de servicio tradicionales. Por lo general, el combustible también es más económico en las pequeñas localidades y en las carreteras secundarias.
En Francia se utiliza el intermitente de forma distinta a España, a la hora de adelantar. Utilizan el piloto izquierdo para señalizar la maniobra de adelantamiento antes de iniciarla, pero también durante todo el tiempo que dura el adelantamiento. Y cuando vuelven al carril derecho, lo indican también para dar por finalizada la maniobra.
Los expertos de Arpem recomiendan…
Si te ponen una multa en Francia, puedes pagarla en el momento para obtener un pequeño descuento. En la Unión Europea existe un registro de sanciones y, si tienes una infracción pendiente, lo más seguro es que te llegue a España, cuando hayas regresado de tu viaje.
Al ser un país de la Unión Europea, basta que viajes con tu DNI o pasaporte y tu carnet de conducir. Conviene, sin embargo, que lleves tu tarjeta sanitaria o el documento sustitutorio que expide la Seguridad Social, y toda la documentación del coche: seguro, ITV, ficha técnica y recibo del último pago de la póliza.
Estos límites cambian con las condiciones meteorológicas. En las autopistas es de 130 km/h, pero con mal tiempo este límite baja a 110 km/h. En zonas urbanas, el límite es de 50 km/h.
El primero es el del uso de los intermitentes: el piloto izquierdo se enciende cuando empieza la maniobra y sigue encendido hasta que finaliza, para mostrar que ya hemos regresado al carril.
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