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Consigue ahora el 40% de reembolsoEn la búsqueda de un coche nuevo, tal vez te hagas esta pregunta sobre si es mejor un coche híbrido o uno híbrido enchufable. No es de extrañar pues esta es una duda que embarga a muchos conductores que están calibrando la posibilidad de comprarse un vehículo con esta tecnología. A continuación, te ayudamos a decidir repasando las claves de cada uno y sus diferencias.
Las posibilidades de elegir un tipo de vehículo han aumentado en los últimos años en España. Ya no se trata solo de escoger entre un coche de gasolina o uno de diésel como ocurría hace algunos años.
En la actualidad el mercado automovilístico ofrece numerosas posibilidades debido, sobre todo, a las medidas anticontaminación que están implantando ayuntamientos y gobiernos en la mayoría de los países más desarrollados. Además, está en juego la pelea por un vehículo de menor consumo, pues es un gran motivo de compra para los futuros compradores. Para ello han surgido los coches de energías alternativas como los híbridos, los híbridos enchufables, los eléctricos o los de gas.
Si ya has tomado la decisión de comprar un coche híbrido, y has descartado las otras energías alternativas, te ayudamos a diferenciar los distintos tipos que existen y sus ventajas. Hasta la fecha existen dos tipos de coche híbrido: el híbrido (HEV) y el híbrido enchufable (PHEV).
Híbrido (HEV)
El primero tiene un motor de combustión, que suele ser de gasolina, combinado con un motor eléctrico, que recarga la batería del coche por medio de lo que se denomina la frenada regenerativa: al desacelerar y frenar, el motor se convierte en un generador capaz de cargar la batería. Es decir, la energía cinética (del movimiento) e inercia que genera la frenada se convierte en energía eléctrica que se almacena en la batería. Esto quiere decir que la batería se auto recarga sin que haya que enchufar el coche a la red eléctrica.
Híbrido enchufable (PHEV)
Por su parte, el coche híbrido enchufable (PHEV) es igual que un coche híbrido (HEV) con la sola diferencia de que la batería sí que se puede recargar al enchufarla a la red eléctrica, como sucede con los coches 100% eléctricos. La batería de un híbrido enchufable es de mayor capacidad, por lo que ofrecen un mayor nivel de autonomía eléctrica.
Las ventajas principales de los coches híbridos (HEV) son que no necesitan un enchufe para recargar la batería. Al utilizar la frenada regenerativa, su consumo cuando circula en ciudad es más reducido y a baja velocidad el motor de combustión opera menos. De esta forma, su emisión de gases es menor que en un coche de gasolina o diésel de sus mismas características.
Hoy, estos vehículos tienen, además, ventajas fiscales, porque están exentos del impuesto de matriculación. Con ellos se puede disfrutar de una conducción suave y silenciosa y, además, obtener las ventajas de la etiqueta ECO, con descuento en aparcamientos y peajes. Esta tecnología, sin embargo, también tiene desventajas. La primera de ellas es que dispone de poca autonomía eléctrica: no supera los 10 kilómetros. Otra desventaja es el precio elevado, superior a uno de gasolina o diésel de parecidas características.
Un coche híbrido enchufable permite circular más tiempo en modo eléctrico, de forma que su consumo de gasolina es menor. El motor eléctrico se puede utilizar tanto en ciudad como en carretera, puesto que la batería tiene una autonomía mayor. Por estas razones, tiene una emisión de gases menor.
Su conducción también es suave y silenciosa y, como el HEV, disfruta de la exención del impuesto de matriculación, además de la etiqueta Cero. La desventaja principal de un PHEV es que necesita tener acceso a un punto de recarga, una infraestructura en la que España está muy por detrás de los países de su entorno. Además, este coche suele ser más caro que el híbrido.
La decisión de comprar un vehículo u otro va a depender de varios elementos. Entre ellos está el número de kilómetros que recorres habitualmente, si circulas en ciudad o carretera, también, por supuesto, de tu presupuesto, de si tienes acceso a un punto de recarga o de si necesitas, por ejemplo, aparcar en una zona concreta que está regulada.
Conviene también saber si el Gobierno o las Comunidades Autónomas disponen de ayudas para comprar uno de estos vehículos. En la actualidad, está en vigor el Plan MOVES III, hasta el 31 de julio próximo. Según este plan de ayudas, si se compra un vehículo eléctrico de precio inferior a 45.000 euros (antes del IVA), se recibe una ayuda de, al menos, 4.500 euros. Si además, se achatarra el coche antiguo, la ayuda es de 7.000 euros.
El futuro indica que todos los coches que no sean eléctricos serán híbridos, con todas las restricciones a la contaminación que se están poniendo en marcha. Por eso, si queremos emitir menos CO2, el coche híbrido enchufable (PHEV) es la mejor opción frente al “híbrido” a secas. Pero hay que tener en cuenta que la autonomía de los coches híbridos enchufables cambia mucho de un modelo a otro, aunque la mayor parte se mueve entre los 35 km y los 55 km, pero algunos de los nuevos modelos, más caros, llegan a los 80 km. Un coche de este tipo hay que enchufarlo, al menos, una vez al día para recargar la batería, si no el motor de combustión gastará más, porque recargará parcialmente y deberá hacer un mayor esfuerzo, lo que le llevará a emitir más CO2.
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Existe un coche “mild hybrid” o “microhíbrido”, que puede ser de 24V o 48V. Dispone de un pequeño generador/motor eléctrico cuya función es ayudar al motor térmico. La batería es muy pequeña y no permite que el coche circule en modo eléctrico. Pero el pequeño generador limita al máximo el consumo de combustible. Su etiqueta es la ECO. Frente a este modelo restringido, el más común en el mercado es el híbrido “en serie-paralelo”, tipo Toyota Prius.
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En este caso, el motor eléctrico ayuda al motor térmico a mover el coche, pero también permite circular en modo eléctrico, aunque no más de unos cientos de metros. Su etiqueta es la ECO. El coche híbrido enchufable, como hemos visto, es un híbrido eléctrico en serie-paralelo con una batería de mayor capacidad, que se carga enchufando el coche a una fuente de energía eléctrica. Se pueden recorrer hasta 60 o 70 km en modo eléctrico. La mayoría de estos vehículos disponen de la etiqueta CERO, como los coches eléctricos.
Un coche híbrido es un vehículo en el que conviven dos tecnologías que se complementan: la del motor de combustión y la de las baterías eléctricas. En determinados momentos funciona uno u otro. El híbrido normal tiene un motor de combustión que suele ser de gasolina y el motor eléctrico se recarga por medio de los que se llama frenada regenerativa. Al desacelerar y frenar, el motor se convierte en generador.
El coche híbrido enchufable está diseñado también con ambas tecnologías, pero la batería en este caso es mucho más capaz y permite una mayor autonomía del vehículo en modo eléctrico. Eso sí, hay que enchufarlo a una red eléctrica al menos una vez al día.
El híbrido tiene una etiqueta ECO y está exento de pagar el impuesto de matriculación. El híbrido enchufable tiene una etiqueta Cero y tampoco paga impuesto de matriculación.
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