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Para pasar la ITV Córdoba, lo habitual ya es reservar cita previa en la web de la estación. Sólo hay que proporcionar la matrícula, el tipo de vehículo y algunos datos personales. El algoritmo de la web te asignará un día y una hora, lo que evita demoras innecesarias. También puedes abonar el precio de la revisión online y luego mostrar el resguardo si te lo solicitan en la estación. Si la persona que va a llevar el vehículo a ala revisión no es el titular, conviene que haga una autorización por escrito.
La Inspección Técnica de Vehículos Córdoba es bastante sencilla y rápida si tienes en tu poder la documentación obligatoria y el vehículo esté en buen estado. Si quieres asegurarte de que todo saldrá bien, puedes hacer un pequeño repaso previo de tu vehículo: revisa las luces, el dibujo de los neumáticos, los frenos, la dirección, las escobillas limpiaparabrisas, las puertas y las ventanillas. Es importante también que todos los elementos del vehículo estén homologados. Para no tener problemas, debes asegurarte de que todos los elementos del vehículo están homologados. Una de las cuestiones importantes es el control de emisiones, que comprueba si el vehículo no contamina más de lo permitido, y puedes hacer una pequeña purga de tu motor antes de pasar la revisión. Para ello, debes comprobar el nivel de aceite del depósito (debe estar entre el mínimo y máximo de la varilla del depósito) y, a continuación, arrancar el motor y realizar varias aceleraciones con un intervalo de 30 segundos. Al llegar a la estación, el motor debe estar a unas 2.500 revoluciones por minuto, si se trata de un vehículo ligero, y a unas 1.500 si es un vehículo pesado, y el ventilador debe estar funcionando. Puedes dejar el motor al ralentí hasta que el vehículo entré en la línea de inspección.
A la hora de pasar la ITV, son necesarios el permiso de circulación del vehículo y la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos. Esta debe ser original, porque la sellan al terminar favorablemente la revisión. Si la has extraviado, puedes solicitar un duplicado en la estación de ITV. Los vehículos matriculados después de 2016 disponen de una tarjeta electrónica. En el caso del permiso de circulación, si lo has perdido, puedes presentar una fotocopia o una nota simple de antecedentes que se puede obtener en la Jefatura Provincial de Tráfico. El recibo del último pago del seguro no es obligatorio, pero no está de más tenerlo a mano.
Cada vehículo tiene un calendario de revisiones, en función de su tipo y de su antigüedad. Los turismos, por ejemplo, no necesitan pasar la ITV hasta cuatro años después de la primera matriculación. Es importante que no pierdas de vista que dispones de 30 días naturales antes de que caduque la última inspección para solicitar cita. Esto evita los olvidos y las prisas. Aunque no varía el calendario de revisiones.
Cuando pasas la ITV, el resultado de la inspección puede ser favorable, desfavorable o negativo. En la primera situación, podrás seguir circulando sin problemas hasta la siguiente ITV. El problema se plantea en los otros dos casos. Un diagnóstico desfavorable significa que la inspección ha encontrado problemas graves en el vehículo y que deberás solventarlos en un taller antes de volver de nuevo al pasar la ITV. El vehículo solo puede utilizarse para esto. En el caso de un diagnóstico negativo, la estación ha encontrado problemas muy graves, de forma que el vehículo solo puede desplazarse en grúa para arreglarlos y regresar a la estación. En ambos casos, dispones de dos meses para repetir la ITV.
Es obligatorio tener la ITV en vigor para poder circular por España. Si lo haces sin tenerla en regla, te pueden poner una multa de 500 euros, por falta grave, e incluso inmovilizar tu vehículo, hasta que arregles sus defectos en un taller y pases la ITV. Circular con la ITV caducada puede acarrear una multa de 200 euros.
Cuando se trata de un vehículo pesado, de más de 3.500 kg de peso, debe pasar la ITV cada año y, tras una década, hacerlo cada seis meses. Este tipo de vehículos deben, además, pasar una prueba especial de frenado, obligatoria desde 2019. En el caso de los remolques, lo importante es su peso: los que sobrepasan los 750 kg, deben pasar su propia ITV independientemente del vehículo al que van enganchados. Los que están por debajo de ese peso, pueden beneficiarse de la ITV del vehículo con el que circulan.
Se considera que un vehículo es histórico cuando conserva todas sus piezas originales, cuando tiene más de 30 años y cuando ha dejado de fabricarse. Desde 2023, este tipo de vehículos no están obligados a pasar la ITV, desde 2023, si su fecha de matriculación es anterior al 1 de enero de 1950. El resto deben pasar la ITV cada dos años una vez cumplidos los 40 años, cada tres hasta los 45 y cada cuatro, a partir de los 45. Los vehículos importados deben pasar la ITV para poder circular.
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A la hora de escoger estación para pasar la ITV, el titular del vehículo es totalmente libre de optar por la que mejor le convenga. Ni siquiera está obligado a escoger la misma estación cuando se trata de una segunda revisión tras un diagnóstico desfavorable o negativo.
Una vez que se pasa la ITV de forma favorable, la estación entrega al conductor una pegatina que éste deberá colocar obligatoriamente en la parte superior derecha del parabrisas. Esta pegatina advierte a las autoridades de Tráfico de que el vehículo tiene la ITV en regla. No llevarla puede suponer una multa de hasta 100 euros, ya que se considera una infracción leve. Habitualmente no suele sobrepasar los 80 euros y no supone una pérdida de puntos.
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