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Cami Solicrup, Ronda d’Europa s/n,
08800 Vilanova i la Geltrú, Barcelona
Horario: De lunes a jueves, de 7:00h a 22:00h.
Viernes, de 7:00h a 21:00h
Sábados, de 9:00h a 14:00h.
Teléfono: 902 93 02 00
Web: www.applusiteuve.com
A la hora de pedir una cita para pasar la ITV, debes hacerlo en la página web de la estación. La web te asigna un día y una hora según la disponibilidad. Solo tienes que proporcionar la matrícula y señalar de qué tipo de vehículo se trata. Esta manera de reservar facilita el proceso y evita esperas innecesarias. Además, también puedes abonar el precio de la revisión a través de la página web y luego presentar el recibo, si es necesario. No es obligatorio que el titular del vehículo pase la revisión, pero si no es así, conviene que haga una autorización por escrito.
La inspección de la ITV es relativamente sencilla y rápida, si el vehículo está en buenas condiciones y tú tienes a mano toda la documentación necesaria. Sin embargo, si quieres tener todo controlado, puedes hacer una revisión previa de tu vehículo: comprueba el estado de las luces, el dibujo de los neumáticos, los frenos, la dirección, las escobillas limpiaparabrisas, las puertas y las ventanillas. Todos los elementos de un vehículo, además, deben estar homologados. Además, puedes preparar tu vehículo para el control de emisiones, una de las pruebas importantes, que se centra en comprobar si el vehículo no emite más contaminación que la establecida en la normativa. Para ello, verifica primero el nivel de aceite del motor, que debe estar entre el máximo y el mínimo de la varilla del depósito. Después, pon en marcha el motor y realiza varias aceleraciones con un intervalo aproximado de 30 segundos. Al llegar a la estación de la ITV, el motor del vehículo debe estar a unas 2.500 revoluciones por minuto, si es un vehículo ligero, y a unas 1.500, si se trata de un vehículo pesado. El ventilador también debe estar funcionando. Durante la espera, puedes dejar el motor al ralentí.
Los documentos obligatorios para pasar la ITV son la tarjeta de Inspección de Vehículos y el permiso de circulación. Si no encuentras este último, puedes presentar una fotocopia o una nota simple de antecedentes que puedes solicitar en la Jefatura Provincial de Tráfico. La tarjeta de la ITV, sin embargo, debe ser la original, ya que en ella se estampa un sello tras pasar la revisión con éxito. De todas formas, si la extravías, puedes solicitar un duplicado en la estación. Los vehículos matriculados a partir de 2016, disponen de una tarjeta electrónica. No es obligatorio presentar el último recibo del seguro, aunque conviene tenerlo a mano.
Las fechas en las que un vehículo debe pasar la ITV dependen de su fecha de matriculación y de su tipo. Los turismos, por ejemplo, solo empiezan a pasar la ITV cuatro años después de haber sido matriculados. Hay que tener en cuenta también que existe un plazo de 30 días naturales antes de que caduque la última revisión para solicitar cita para una nueva inspección. Este periodo no altera el calendario posterior de las revisiones, pero es muy útil para evitar olvidos o esperas innecesarias.
Cuando se pasa la inspección, el resultado puede ser favorable, con lo que el vehículo puede seguir circulando sin problemas hasta la próxima revisión, pero también desfavorable o negativo. En estos dos últimos casos, la inspección detecta problemas graves o muy graves, que obligan a que el vehículo acuda a un taller y vuelva a pasar una nueva inspección. Si se trata de un diagnóstico desfavorable, el vehículo abandona la estación, pero solo para desplazarse a un taller y regresar. En el caso de un diagnóstico negativo, el vehículo solo se puede desplazar en grúa. En ambos casos, el plazo para resolver los problemas y acudir a una segunda revisión es de dos meses.
Para poder circular por España, es imprescindible tener la ITV en vigor. De lo contrario, podrán ponernos una multa de 500 euros, por una infracción grave. Además, las autoridades de Tráfico pueden inmovilizar el vehículo, por considerar que si está en muy mal estado puede suponer un peligro para otros vehículos a la hora de circular. Circular con la ITV caducada supone una multa de 200 euros.
Los vehículos pesados, como los camiones de 3.500 kg, deben someterse a la ITV cada año y, cuando alcanzan una antigüedad de una década, deben hacerlo cada seis meses. Además, este tipo de vehículos deben pasar una prueba especial de frenado obligatoria desde 2019. El caso de los remolques es especial: si su peso está por encima de los 750 kg, deben pasar la ITV como cualquier otro vehículo independiente, pero si están por debajo de ese volumen, se benefician de la ITV del vehículo al que están enganchados, ya que tienen la misma matrícula.
Un vehículo se convierte en histórico cuando cumple 30 años, cuando conserva todos sus elementos originales y cuando ha dejado de fabricarse. Desde 2023, estos vehículos no están obligados a pasar la ITV si fueron matriculados antes del 1 de enero de 1950. En el resto de los casos, hay que pasar la ITV cada dos años una vez cumplidos los 40 años, cada tres hasta los 45 y cada cuatro, a partir de los 45. Los vehículos de importación deben pasar la ITV para poder circular por España.
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No es obligatorio acudir a una estación de ITV determinada. Puedes escoger cualquiera que te venga bien, incluso cuando se trata de una segunda revisión tras un diagnóstico desfavorable o negativo.
La pegatina que te proporcionan en la estación tras pasar con éxito la ITV debes colocarla en tu parabrisas, en la parte superior derecha. Es obligatorio, porque esta pegatina informa de un vistazo que la ITV está en vigor. Si no la pegas, te pueden poner una multa de hasta 100 euros, ya que se considera una infracción leve, aunque la sanción no suele sobrepasar los 80 euros y no supone una pérdida de puntos.
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