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Consigue ahora el 40% de reembolsoCuando los termómetros comienzan a descender, tu coche experimenta algunos cambios a los que debes prestar mucha atención. Además de los cambios de estilo de conducción y la precaución en la vía, existen algunos daños importantes. Desde las lunas hasta el motor, tu vehículo puede presentar algunas averías muy severas cada invierno. Hoy veremos como el frío puede dañar algunas partes de tu coche y cómo prevenirlos.
El cambio climático ha dejado algunos efectos inesperados en la atmósfera. Uno de los que más nos afecta de forma directa son los desórdenes térmicos en muchas regiones españolas. Grandes heladas en el sur e “inviernos primaverales” en el norte. Las temperaturas pueden caer 20 grados en un sólo día o presentarse deshielos en pleno invierno.
Este vaivén de los termostatos hace que la previsión climática sea cada vez más difícil de hacer. Para muchos conductores, los drásticos cambios de temperatura causan, año a año, millones de euros en pérdidas. Uno de los daños más relevantes son los producidos en el funcionamiento de tu coche.
El frío extremo puede ser muy perjudicial para el normal desempeño de las partes mecánicas de tu vehículo. Los fluidos pueden cambiar su densidad e incluso, las partes electrónicas pueden tener serias averías. Todo ello, no sólo representa un gasto en dinero mayúsculo, sino que es un serio riesgo a tu propia seguridad. Sorprendentemente, aún en las regiones que más sufren por las heladas anualmente, el frío sigue sorprendiendo a conductores desprevenidos.
Muchos de estos conductores no tienen más opción que llamar a la grúa y/o hacer grandes gastos en sustitución y reparación de partes. Según la Fundación AON, las heladas cuestan a los españoles cientos de millones en daños irreparables. Incluyendo, obviamente, los daños por frío a las partes más sensibles, y costosas, de los coches. Pero, te preguntarás ¿cuáles son las partes que más se afectan cada invierno? He aquí algunas de las más frecuentes, costosas y sensibles:
Con la llegada del invierno, tanto las grúas como los talleres mecánicos no reducen su actividad. De hecho, en algunas localidades, los fallos de distinta gravedad se multiplican en las heladas más fuertes. De acuerdo con los mecánicos especializados, estas son algunas de las partes que con más frecuencia se afectan por el frío:
El material del que están hechos los cristales de tu coche es una aleación de polímeros, vidrios y elementos de gran resistencia. Están diseñados para soportar las fuertes rachas de viento y el impacto de insectos y otras partículas del aire. Aunque puedan parecer frágiles, son realmente, materiales muy resistentes y con una gran flexibilidad.
Sin embargo, un elemento que es fatal para la estabilidad de las lunas, son los cambios térmicos intempestivos. Verás, el diseño de las lunas está hecho para dilatarse con el calor y contraerse con el frío, pero esto se hace de forma gradual. Si sucede de golpe, podría fracturarse sin remedio. Por ello, encender a tope el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno podría ser perjudicial.
Otro punto importante, es que si en la superficie existe alguna fractura minúscula por el impacto de algún objeto, el frío la podría expandir. El agua que penetra en una grieta podría expandirse por la congelación y causar una rotura mayor.
Quizá te suene un poco contradictorio pero ¿sabías que tu coche puede sobrecalentarse en pleno invierno? Las temperaturas del motor y las partes en fricción son muy elevadas aún cuando el exterior esté bajo 0. El líquido refrigerante está formulado para soportar el calor extremo y mantener una baja temperatura de trabajo que permita a las piezas funcionar.
Pero, el líquido refrigerante está diseñado para soportar un rango térmico específico. En las zonas en las que el termómetro alcanza la temperatura de congelación, se recomienda usar el refrigerante adecuado. No cambiar el refrigerante con la llegada del invierno puede producir que se congele con daños serios. Algunos de los más importantes es la congelación del radiador con roturas de mangueras y otras partes sensibles.
El líquido de los frenos está hecho para permitir una mayor fricción entre la pastilla y el disco. Funciona como una especie de refrigerante a la vez que facilita el agarre entre las partes. En el crudo invierno, este líquido puede congelarse o alterar su viscosidad con serios daños a las tuberías del sistema.
Tres cuartos de lo mismo sucede con el embrague. En un artículo anterior, te hemos explicado ampliamente cómo funciona un embrague. Allí podrás ver que las partes móviles necesitan de la acción de un lubricante que permite un suave desempeño. Pero además, estas partes experimentan contracciones serias con el frío extremo que puede afectar su función.
No importa si tu caja de cambios es automática o manual. El lubricante que la hace funcionar permite que las marchas puedan cambiarse sin que la fricción las deteriore. Pues bien, este lubricante está formulado con una resistencia térmica específica.
Por ende, en situaciones de frío extremo, el lubricante inadecuado puede congelarse, hacerse más viscoso o incluso taponar las partes más sensibles. Este daño puede crear un serio desperfecto que afecta el funcionamiento de la caja de cambios.
Esta es quizá la situación menos esperada en un invierno: La congelación del motor. Por increíble que parezca, un motor puede congelarse, fracturarse y romperse de forma irreversible a muy baja temperatura. La principal causa de este daño se debe a un lubricante inadecuado y un refrigerante congelado. Y, aunque parezca aún más inverosímil, en invierno puede producirse un gripado del motor.
El aceite del motor puede fracturar las partes más sensibles con un daño progresivo que puede afectar a la estabilidad del sistema. Aún peor, un lubricante que no cumple su función puede permitir que la fricción sea tan excesiva que se produzca un fundido o gripado del motor.
Probablemente te hayas dado cuenta que la lista va in crescendo, es decir, de mayor a menor en términos de envergadura. Asimismo, la lista crece en términos de dinero. Sustituir una luna puede ser un gasto importante pero, sustituir un motor puede acabar con tus previsiones financieras en un instante. Por ello, es fundamental que aprendas cómo prevenir estos daños de manera eficaz, Fijate como.
Obviamente, un daño en tu coche te afecta de muchas formas. En primer lugar, inutiliza tu vehículo y te impide desplazarte de forma habitual con todas sus implicaciones de vida. Además, le suma un gasto inesperado a tu presupuesto, que muchas veces es inasumible.
Pero, por encima de los gastos y efectos negativos en tu cotidianidad, el frío puede causar accidentes que tienen su origen en desperfectos mecánicos. En la vía, un fallo de alguna pieza importante puede generar un accidente con terribles consecuencias. Adicionalmente, existen ciertas precauciones adicionales que debes tener durante el invierno.
De acuerdo con la DGT, la temporada invernal deja secuelas muy importantes en las estadísticas de accidentes. Colisiones, salidas de la vía, derrapes y volcamientos con consecuencias fatales y/o con lesiones graves. En este sentido, y fuera de la evaluación de daños mecánicos, es fundamental que comprendas algunas medidas importantes ante el invierno.
Como hemos dicho antes, los cambios en nuestro clima están dejando consecuencias desastrosas en todos los sentidos. Uno de los menos discutidos es el que sucede por aumentos y disminuciones súbitas de las condiciones climatológicas. En muchas zonas de España, terribles nevadas se inician de un momento a otro. En otras localidades, un aumento de la temperatura produce un deshielo que produce capas de agua en carreteras y autovías.
Ante estas situaciones, los expertos de la DGT nos explican algunas de las medidas más recomendadas antes del invierno:
Si vives en una zona de inviernos marcados, probablemente estés acostumbrado a cambiar tus neumáticos al final del otoño. Los neumáticos de invierno están diseñados con materiales más resistentes y sistemas de agarre más eficaces.
Estos neumáticos cuentan con una composición de mayor flexibilidad ante temperaturas bajo 0 y sus bandas de rodadura tienen elementos de agarre adaptados al hielo. No cambiar tus neumáticos puede tener consecuencias graves en términos de deslizamientos, pérdida de control y una mayor distancia de frenada.
Los fluidos de tu vehículo: lubricantes, aceite de motor, de caja, líquido de frenos y refrigerante, deben ser resistentes al frío. Estos líquidos tienen puntos de congelación más altos y una mayor resistencia a las heladas temperaturas invernales. Actualmente, hay líquidos para todo el año pero es muy importante que compruebes el rango térmico antes de usarlos.
En un artículo llamado: “La guía máxima para cambiar la batería de tu coche”, te explicamos lo importante que es la batería de tu coche. Allí podrás ver por qué debes comprobar la vida útil de tu batería. Pero, un elemento que pocas veces está presente en los conductores es que la batería puede congelarse.
Especialmente, en aquellas baterías que trabajan con líquidos con puntos de congelación bajos. Esto puede prevenirse usando baterías de gel o que estén diseñadas para el invierno.
Antes del invierno, es recomendable visitar el taller y hacer una revisión generalizada. En estas revisiones, los mecánicos podrán ver cómo están tus lunas, limpiaparabrisas, faros, frenos, dirección y otros sistemas. Además, podrán ver cómo están tus fluidos y todos los sistemas.
Los accidentes son, en la mayoría de los casos, impredecibles. Sin embargo, está comprobado que tomar las medidas de prevención es la única garantía de reducir su probabilidad al máximo. Contar con una póliza de seguros de amplia cobertura es otra de las medidas más aconsejable ante el invierno. Mira por qué.
Tener un seguro, per se, no evita accidentes. Esto debes tenerlo siempre presente. Sin embargo, una póliza de seguros con amplia cobertura y con los mejores sistemas de asistencia, puede ser un activo muy útil en momentos de necesidad. Las pólizas de seguro a todo riesgo, a menudo, cuentan con un sistema de asistencia en carretera muy completo y disponible en todas las carreteras.
La asistencia en carretera cobra vital importancia en los momentos de mayor emergencia. Sufrir una avería, una colisión o, simplemente, que tu coche no encienda puede tener otra connotación en el invierno. El traslado en grúa rápido y eficaz puede marcar la diferencia en una nevada o en una zona bajo 0.
Asimismo, tener la seguridad de contar con un servicio de mecánico in situ, traslados de los ocupantes de tu coche, atención médica o asistencia legal, es también muy agradecido en estas circunstancias. Si haces un cálculo rápido, podrás ver que la diferencia de precio entre una póliza básica y una con la mayor asistencia en carretera no es tan significativa. Especialmente, si haces una comparación, precio-valor del servicio.
Si tu aseguradora no tiene un servicio de asistencia en carretera o bien, quieres ampliar el servicio, lo mejor es comparar pólizas. Puedes hacerlo en pocos segundos y 100% gratuito en nuestra comparador seguros de coche online. Allí, podrás ver todas las pólizas actuales y obtener un presupuesto personalizado para tu coche.
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La niebla, la lluvia, el hielo y la nieve, suelen ser los fenómenos ambientales que más accidentes producen en España. Por ello, la DGT recomienda aumentar la previsión en la conducción y, de ser posible, evitar al máximo conducir bajo estas condiciones extremas. La prevención, unido a un vehículo en perfectas condiciones, es una suma cuyo resultado es una menor tasa de accidentes.
La cobertura de daños a terceros siempre está garantizada por la ley. Sin embargo, los seguros suelen solicitar análisis de peritos para determinar las responsabilidades e imprudencias en un accidente. Depende de cada póliza la profundidad y efectos de este estudio pericial.
Si. Muchas pólizas tienen coberturas especiales para neumáticos pero, por lo general, están incluidos en tu póliza a todo riesgo. Es importante leer las condiciones y alcances de la póliza para determinar esta cobertura.
Por lo general, las empresas con mayores servicios de asistencia te prestan ayuda bajo cualquier circunstancia. Pero, es importante saber que en algunas situaciones extremas, los cortes de carretera o las restricciones oficiales pueden dificultar la asistencia.
https://www.dgt.es/comunicacion/noticias/como-afrontar-la-conduccion-en-invierno-de-la-a-a-la-z/
https://www.abc.es/motor/reportajes/componentes-coche-sufren-invierno-20230201233301-nt.html
https://www.repsol.es/particulares/asesoramiento-consumo/como-proteger-coche-heladas/
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