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Consigue ahora el 40% de reembolsoEl alumbrado es un elemento esencial para la seguridad vial. Las luces no solo nos permiten ver la vía con claridad, también permiten que seamos vistos por otros conductores, informando del lugar que ocupamos en cada momento. Muchos conductores no lo saben, pero utilizar mal las luces en una carretera se considera una falta grave y puede penalizarse con multas de hasta 200 euros.
Hay que tener en cuenta que poner las luces es más complejo que simplemente girar el mando del alumbrado porque a cada circunstancia corresponde un tipo de luz diferente. Como conductores debemos interpretar correctamente las circunstancias para escoger el alumbrado correcto en cada situación.
Es importante, además, revisar todos los componentes de iluminación de nuestro vehículo, incluyendo las luces traseras, de freno, marcha atrás y antiniebla y comprobar el reglaje de los faros.
Las luces de un vehículo se pueden dividir entre las que sirven para ver y las que sirven para ser visto. A continuación, hacemos un repaso de las distintas luces del coche y de cómo utilizarlas correctamente en cada situación.
Luces de carretera: También conocidas como luces largas, o de largo alcance, las luces de carretera solo se utilizan de noche y en carreteras con poca iluminación. De acuerdo con la normativa de la Dirección General de Tráfico, estas luces solo pueden utilizarse cuando circulamos a más de 40 km por hora por vías fuera de poblado mal iluminadas o en tramos señalizados como túneles. Su uso está prohibido si el coche está detenido o aparcado. Por supuesto, no está permitido utilizarlas para hacer ráfagas de luz con el objeto de avisar a los conductores en sentido contrario de la presencia de un control de policía. Es importante recordar que las luces de carretera deben cambiarse por las de cruce para evitar deslumbrar a otros usuarios que circulen por la vía, en sentido contrario o en el mismo sentido y puedan ser molestados por el espejo retrovisor.
Luces de cruce: También conocidas como luces cortas, se utilizan siempre de noche, en cualquier tipo de vía. Durante el día, deben activarse siempre que haya condiciones climatológicas o ambientales que disminuyan la visibilidad, como niebla, lluvia intensa, nubes de polvo, humo o si está nevando. También se deben encender en los carriles reversibles, en los habilitados para circular en sentido contrario y en los túneles. Las luces de cruce deben usarse también en trayectos mal iluminados, cuando el coche se desplace a una velocidad de hasta 40 km/h sin usar las luces largas, o cuando exista el riesgo de deslumbrar a otros usuarios.
Luces antiniebla delanteras. No son obligatorias y no todos los vehículos la tienen equipada. Las luces antiniebla son refuerzos luminosos cuando la visibilidad disminuye a causa de la lluvia intensa, nieve abundante, niebla espesa o nubes densas de humo o polvo. Su uso es recomendable solo en algunas circunstancias, cuando la iluminación principal (cruce y carretera) sea insuficiente.
Luces de posición: Este tipo de luz es la iluminación básica del coche. Las luces de posición están siempre encendidas cuando se activan las cortas, las largas o las antiniebla y su objetivo es indicar la situación del vehículo y su tamaño. Su misión es que el coche sea visto, no iluminar la vía. Nunca debemos circular solamente con las luces de posición, no iluminan. Estas luces deben encenderse cuando las condiciones meteorológicas o ambientales dificulten la visibilidad y cuando circulamos por túneles o pasos inferiores. Si detenemos nuestro vehículo en la calzada o en el arcén de una carretera debemos encender las luces de posición para hacerlo visible.
Luz de estacionamiento: Este tipo de iluminación se combina con las de posición para ayudar a señalizar una parada. Si el coche está en marcha, se utilizan las luces de posición, mientras que si estamos en una parada o estacionamiento se usan las de estacionamiento. Las luces de estacionamiento nos informan sobre la presencia y posición del vehículo así como sobre su anchura, puesto que se localizan a cada lado del vehículo.
Luces de marcha atrás: Se encienden de forma automática al activar la marcha atrás de nuestro vehículo y tienen una función esencial, puesto que sirven para avisar a los demás usuarios del sentido de la marcha de nuestro coche o si realizamos maniobras como las de aparcamiento. Son especialmente útiles cuando movemos el coche de noche, en una calle mal iluminada o en un aparcamiento.
Luz de freno: Como las de marcha atrás, se encienden automáticamente al pisar el pedal de freno. Son muy importantes, pues alertan al resto de usuarios de la vía de que estamos reduciendo la velocidad o deteniendo el coche.
Luces antiniebla: Las luces antiniebla delanteras son opcionales, pero las traseras sí son obligatorias en todos los turismos. Estas deben llevarse encendidas cuando hay niebla espesa, lluvia muy intensa, una fuerte nevada o nubes cargadas de polvo o humo. Es una luz potente con un haz bajo y ancho que ayuda a seguir los límites de la calzada. Su objetivo es que el coche sea visible. Se pueden utilizar solas o junto con las luces de corto y largo alcance. También son útiles en vías estrechas (hasta 6,5 metros de anchura) y con muchas curvas para aumentar el alumbrado.
Intermitentes: Su color es naranja y son las que sirven para señalizar los cambios de carril y las maniobras de aparcamiento, entre otras. Se activan manualmente. Hay que recordar que utilizar estas luces es obligatorio, aunque muchas personas las obvian a la hora de hacer un cambio de carril.
Luces de emergencia: También conocidas como ‘warning’. Debemos encender las luces de emergencia cuando se presenta alguna situación de peligro. Sirven para señalar al vehículo que va detrás de nosotros de un cambio brusco de velocidad, pero también de un estacionamiento imprevisto en la calzada, en el arcén o en una zona que resulte un peligro para otros coches. Se componen de cuatro luces intermitentes, dos delante del vehículo y otras dos detrás, a ambos lados del coche.
Las luces de conducción diurna (DRL en inglés) son obligatorias en la UE desde 2011 en todos los coches nuevos. Su función es hacer más visible a un vehículo para el resto de los usuarios de la calzada, pero en ningún caso suplen a las de posición, a las de cruce o a las de largo alcance en las circunstancias en las que estas sean necesarias. Las luces diurnas se encienden automáticamente cuando el vehículo arranca y son especialmente necesarias en autopistas y autovías, tramos peligrosos como cruces con poca visibilidad, o cuando la posición del sol es muy baja y se producen deslumbramientos.
Según algunos estudios europeos, si todos los vehículos circularan con luces diurnas se reducirían los fallecidos por siniestros de tráfico en un 10%. Según Philips, fabricante de sistemas de iluminación, un vehículo que circula durante el día con luz diurna (o con luces de cruce) es visible a 240 metros y sin ellas esa distancia se reduce a menos de la mitad.
La Dirección General de Tráfico recomienda utilizar las luces de cruce en vehículos que no disponen de luces de circulación diurna, sobre todo en otoño e invierno, para aumentar su visibilidad en la vía.
Una vía o carretera insuficientemente iluminada es aquella que no cuenta con la iluminación necesaria para garantizar la seguridad y comodidad de los conductores y peatones que transitan por ella, durante la noche o en condiciones de baja visibilidad. Esto puede deberse a la falta de luminarias, a su mal estado o a una ubicación deficiente.
Se considera que una vía está mal iluminada cuando, con una vista normal, no es posible leer la placa de una matrícula a una distancia de 10 metros o no sea posible distinguir un vehículo de color oscuro a 50 metros de distancia. La falta de iluminación en una vía puede generar diversos problemas para los usuarios, como la dificultad para distinguir obstáculos, la reducción de la percepción de la velocidad y la fatiga visual, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico. También puede disminuir la sensación de seguridad de los conductores y peatones, lo que provoca que aumente la inseguridad en la zona.
Las luces de carretera, más conocidas como luces largas, solo se deben usar en trayectos nocturnos y cuando la carretera no está bien alumbrada. Hay que cambiar a la luz de cruce, o luces cortas, para evitar molestar a otros conductores tanto en sentido contrario como en el mismo sentido a través de los retrovisores. Por eso, tanto en las autovías como en las autopistas, hay que cambiar a las luces de cruce cuando venga un coche de frente, incluso aunque haya una barrera en la mediana. Las luces largas no se deben utilizar en zona urbana o poblada.
En España, el uso de las luces del coche está regulado por el Reglamento General de Circulación y el incumplimiento de estas normas puede ser sancionado con multas económicas. A continuación, detallamos algunas de las infracciones y sanciones más frecuentes relacionadas con el uso irregular de las luces del coche:
Las reformas más habituales referentes a las luces de nuestro vehículo son la instalación de luces diurnas, luces antiniebla delantera y luces de carretera más potentes. Según el Manual de Reformas de la Comisión Europea sobre la instalación de los dispositivos de alumbrado y de señalización luminosa de los vehículos a motor y de sus remolques, para realizar estas reformas debemos cumplir una serie de requisitos.
A la hora de legalizar unas luces hay una serie de premisas que tenemos que tener en cuenta. En primer lugar, debemos asegurarnos de no comprar luces falsificadas o que no estén homologadas. El cambio de bombillas no es una reforma como tal, pero la calidad de las luces que sustituimos es un factor importante y puede incluso acarrearnos problemas en la revisión de la ITV.
Tenemos que tener en cuenta que cualquier reforma o instalación de luces en nuestro vehículo debe contar con la contraseña de homologación europea. Con la proliferación de nuevas tecnologías, uno de los principales problemas que podemos encontrarnos es determinar la potencia de la luz emitida por el foco, que se mide en lúmenes. Esta información, al contrario que los puntos de luz, no viene marcada en el mismo, pero sí en su documentación de homologación. Es importante contar con la documentación de homologación para evitar sorpresas desagradables a la hora de la legalización.
El sistema de iluminación de nuestro vehículo es uno de los aspectos más importantes en términos de seguridad vial. Gracias a las luces podemos ver por dónde vamos y ser vistos por los demás conductores. Las luces del coche pueden considerarse un sistema de seguridad activo, pues sirven para favorecer una circulación adecuada y evitar accidentes. Por ello, es esencial un correcto mantenimiento de las luces, así como revisiones periódicas.
Lo primero que podemos hacer para mantener en perfecto estado el sistema de alumbrado de nuestro vehículo es tener en cuenta una serie de consejos de mantenimiento y prevención:
A pesar de las medidas de prevención en el mantenimiento del sistema de alumbrado de nuestro vehículo, hay una serie de problemas generales que pueden darse en relación al uso de las luces:
Por último, es también aconsejable seguir otro tipo de consejos, en este caso para ampliar la seguridad en la vía:
Los principales fabricantes recomiendan reemplazar los faros cada 50.000 kilómetros o cada dos años, siempre por parejas, aunque todas las luces funcionen correctamente. Antes de que se funda, una luz puede llegar a perder hasta un 30% de su luminosidad. Cabe destacar que los productos de marcas de bajo coste suelen tener una menor vida útil y menos potencia lumínica.
Es necesario contar con un conocimiento general sobre las reparaciones o pequeños ajustes que tú mismo puedes realizar a tu vehículo. Una de estas tareas puede ser cómo cambiar una bombilla del coche. Aunque se trate de un trabajo sencillo, se deben tomar ciertas precauciones para no afectar al sistema de iluminación del vehículo. En cualquier caso, siempre tenemos la opción de acudir a un profesional.
Con la finalidad de que tú mismo puedas cambiar la bombilla de tu coche de una forma segura y eficiente hemos elaborado esta breve guía con los pasos a seguir, así como algunas de las recomendaciones más frecuentes.
Cambiar las bombillas traseras es mucho más sencillo, ya que puedes acceder a ellas desde el maletero, lo que hace más cómodo el trabajo y manipulación de la bombilla, debido a que estas no tienen la misma potencia que una bombilla delantera.
Recuerda que si haces cualquier cambio de formato, como por ejemplo cambiar una luz halógena por una de led o de xenón, se considera una reforma de importancia y deberás pasar la inspección pertinente, acompañada de la documentación necesaria para homologar el cambio (informe de conformidad del fabricante y el certificado del taller donde se han instalado los nuevos faros). Este proceso puede costar, en el caso de los led, unos 300 euros, según la información proporcionada por la web de la ITV. Eso es así porque el vehículo no está preparado para alojar diferentes tipos de faros. No homologarlo puede costarte una multa de 200 euros.
Debes revisar las luces
Es importante revisar si los faros funcionan correctamente y si están bien regulados, especialmente cuando se va a iniciar un viaje y el coche va cargado de equipaje. Durante el día, y a excepción de situaciones de mala visibilidad, no es obligatorio llevar encendidas las luces de cruce si no se tienen faros de circulación diurna, pero la Dirección General de Tráfico recomienda llevar este alumbrado encendido. Según un estudio del Departamento de Seguridad Pasiva del IDIADA – una empresa de ingeniería que brinda servicios de homologación a la industria automotriz en todo el mundo–, un coche con las luces de cruce encendidas se puede divisar a 240 metros sea cual sea su color. Las luces son un elemento esencial para la seguridad.
La normativa establece como una falta grave circular sin luces cuando no hay buena visibilidad. Pero no todo el mundo sabe que deslumbrar al resto de usuarios es también una infracción grave. La multa puede ascender a 200 euros. Además, hay otras situaciones que nos pueden suponer una multa, como repostar con las luces encendidas, utilizar sin necesidad los faros antiniebla, llevar fundida la luz de la matrícula, o usar las luces de cruce, en carriles reversibles o en zonas de obras. Hacer ráfagas a otros usuarios supone 80 euros, al igual que no utilizar los intermitentes con la antelación necesaria. Si no se utilizan en absoluto supone también una sanción de 200 euros.
Las luces de un coche se pueden dividir en dos grupos: las que sirven para ser visibles y las que sirven para alumbrar. Las luces principales son las de posición, que son la iluminación básica del coche, las de cruce, que se utilizan de noche, y las de carretera, que se conocen también como luces largas. Luego están las luces de freno, que se encienden al pisar el freno, las de marcha atrás, que también se activan de forma automática, las antiniebla, que ayudan a un mejor alumbramiento cuando la meteorología es especialmente adversa, los intermitentes, para señalizar maniobras, las luces de emergencia, en caso de riesgo, y la luz de estacionamiento, que ayudan a señalizar una parada.
Desde 2011, todos los coches matriculados en Europa deben llevar iluminación. Iluminación diurna. Aunque no son obligatorias, sí se recomiendan, cuando hay poca visibilidad. Las luces de cruce, que también se llaman luces de corto alcance, como veíamos, son obligatorias en el atardecer y el amanecer, cuando desciende la visibilidad, además de en vías urbanas e interurbanas o en túneles y en carriles reversibles. Las antiniebla también son obligatorias cuando las condiciones climáticas son adversas y las que señalan una parada o emergencia. Igualmente son obligatorios los intermitentes: no usarlos para señalizar maniobras es una infracción grave.
Todas las luces se pueden activar en un mando que sobresale de la columna del volante, en la parte derecha. En esta maneta se pueden activar los intermitentes, las luces diurnas, las de cruce y las de carretera, así como las antiniebla, dependiendo de los modelos.
Una vía se considera mal iluminada cuando no se puede leer la matrícula de un coche a 10 metros o reconocer un coche oscuro a 50 metros.
https://www.dgt.es/muevete-con-seguridad/conoce-las-normas-de-trafico/
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2003-23514
https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/ALL/?uri=CELEX%3A32008L0089#d1e137-14-1
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