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Consigue ahora el 40% de reembolsoSi estás atravesando un momento económico complicado, es posible que puedas aplazar, durante algún tiempo, el pago de algunos recibos, entre ellos los del seguro del coche. Hay algunas opciones para retrasar algo el pago sin que por ello te den de baja del seguro. No hay que olvidar que, cuando se produce un impago, siempre tenemos lo que se denomina un mes de gracia para pagar la deuda. Durante ese mes, seguimos asegurados, aunque nos retrasemos en el pago.
Cuando llega la renovación de tu seguro de coche y no pagas la prima, cuentas con un mes de plazo para pagar, es lo que se llama “mes de gracia”. De esta manera, el seguro sigue en vigor durante ese tiempo, aunque no hayas pagado. Puedes circular normalmente durante esos treinta días y seguir cubierto por la póliza, sin embargo, es importante pagar antes de que pase ese mes de gracia, porque, de lo contrario, te darán de baja y deberás enfrentarnos a las consecuencias de no estar al día con el seguro.
Quedarse sin seguro es lo peor que puede pasar, pero se puede solucionar. Hay que anticiparse y evitar que se produzca el impago. Para ello, una solución puede ser suscribir un seguro más económico, de manera que no te sea gravoso pagar la prima. O quizá escoger un seguro más adaptado a tu economía. Para ello, es sencillo utilizar un comparador de precios como el de Arpem.com y comprobar si puedes tener las mismas coberturas por un precio más competitivo.
También puedes revisar tu póliza y examinar si puedes dar de baja alguna cobertura que no sea imprescindible. Por ejemplo, las de robo o incendio. En el caso de ser buen conductor y no suelas dar partes de accidente, puedes optar por una franquicia si tienes un seguro a todo riesgo. Esto hará que disminuya bastante la prima, a cambio de pagar de tu bolsillo una pequeña cantidad en caso de siniestro con culpa.
Si eres un buen conductor, con un historial de siniestralidad muy positivo, tienes otra opción: contratar una póliza del tipo “paga como conduces”, que ofrecen algunas aseguradoras. La compañía coloca un dispositivo en tu vehículo, de manera que puede adaptar la prima a tu situación real de riesgo. Para un buen conductor, este tipo de póliza supone ahorrar bastante dinero.
También puedes buscar una póliza que se ajuste mejor que otra a tu perfil como conductor. Por ejemplo, cuando coges poco el coche puede ser suficiente una póliza con un límite de kilómetros al año. De esta forma, paga solo por el uso real que haces de tu vehículo. Además, si utilizas poco el coche, menos riesgo tendrás de accidentes o averías y, por tanto, menos necesidad tendrás del seguro.
Si consigues una prima más económica, puedes, además, pagarla en cuotas, para hacerla lo más asequible posible. Pero, no debes perder de vista que el fraccionamiento puede no salirte gratuito, porque la mayoría de las compañías cobran una cantidad, que corresponde habitualmente a un pequeño porcentaje de la prima.
Otras aseguradoras no aplican ningún recargo, lo que puede favorecer el fraccionamiento. Las cuotas pueden ser semestrales o trimestrales, dependiendo de cada aseguradora. Puede incluso ocurrir que alguna compañía acepte que le pagues la cuota cada mes, aunque no es algo muy habitual.
El aplazamiento podría intentar negociarse con la aseguradora y, de esa manera, no tener que cambiar de compañía. Hablar con la compañía y explicar el contratiempo siempre es mejor que dejar pasar el tiempo. No hay que dudar en contactar con la aseguradora y explicarles el problema, aunque finalmente no te den la solución que buscas.
Si acabas sin poder pagar el seguro, siempre puedes recurrir a seguros específicos para algunos colectivos, como los desempleados. También existen los seguros por meses o por días para una solución urgente. Este tipo de seguros son también una buena solución para una cobertura concreta. Lo que no debes olvidar es que tener un seguro es obligatorio para circular, aunque mantengas tu coche largas temporadas inmovilizado. De lo contrario, te arriesgas a multas importantes.
Si no pagas uno de los fraccionamientos del seguro, la cobertura del seguro queda en suspenso una vez que ha transcurrido el mes de gracia. En algunos casos, la compañía puede reclamar de forma ejecutiva el pago, cuando han transcurrido seis meses desde esa fecha.
Si no reclama, el contrato se da por finalizado. Cuando realizas el pago, el seguro vuelve a estar activo a las 24 horas. Si el impago corresponde a la primera cuota, la aseguradora podría también resolver el contrato. Y si se produce un siniestro cuando el seguro está suspendido, la aseguradora no tiene por qué hacerse cargo.
Si se devuelve un recibo, la aseguradora puede exigir por vía judicial ese pago, porque la vía para dar de baja un seguro es comunicarlo previamente a la compañía con la antelación mínima de un mes. Solo hay un caso en el que la devolución de un recibo puede aceptarse y que a cambio te devuelvan el dinero: cuando se produce un error en el cobro, por ejemplo, si te has dado de baja correctamente y, sin embargo, te cargan una nueva cuota. Siempre es recomendable ponerse en contacto con la compañía, en cualquier caso.
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En España, todos los coches deben estar asegurados con la cobertura obligatoria de responsabilidad civil en todo momento. En el caso de que te retrases en el pago de la renovación del seguro, la cobertura sigue activa durante un mes, aunque no hayan cobrado el recibo de la prima. Es lo que llamamos el periodo de gracia, como veíamos anteriormente.
Fuera de este periodo, los automóviles deben estar asegurados en todo momento. Lo contrario es ilegal. Por tanto, hay que renovar el seguro, o se dará éste por suspendido y tu coche por no asegurado, lo que va contra ley. Un coche que circula sin seguro puede ser multado con una cantidad de entre 601 y 3.005 euros. La Dirección General de Tráfico puede averiguar qué vehículos circulan sin seguro.
Fraccionamiento, ¿sí o no?
Cuando las aseguradoras aplican un recargo al pago fraccionado lo hacen porque prefieren que hagas el pago de una sola vez. Temen que se produzca el impago de algún recibo, porque esto les plantea problemas a la hora de hacerse cargo de la responsabilidad civil obligatoria en un siniestro a terceros, el seguro que es obligatorio. Por eso, las compañías prefieren cobrar la póliza en un recibo anual.
Si prefieres solicitar el pago fraccionado, a pesar de los recargos, hay algo que no debes olvidar: las aseguradoras siempre exigen un precio mínimo de la prima. Para cada compañía es diferente, pero todas lo exigen. Cuando la prima resulta inferior, la única salida es pagar la prima de una sola vez. También hay que tener en cuenta que, aunque está fraccionado el precio de la prima, esto no exime al tomador de pagar todas las cuotas, aunque venda su coche o lo cambie por otro o lo dé de baja, mientras el seguro siga en vigor. No puede dejar cuotas pendientes.
Tendrás un mes de gracia, para ponerte al día, durante el cual el seguro seguirá en vigor. Pero, si pasado ese tiempo, no pagas lo que debes, la aseguradora tiene otros cinco meses para reclamar la cantidad impagada y el contrato de seguro se dará por finalizado.
El seguro sigue en vigor, aunque esté impagado, durante un mes. Después la cobertura se suspende y el cliente dispone de cinco meses más para pagar y recuperar su seguro.
Si tienes la póliza fraccionada y dejas de pagar uno de los plazos, se suspende la cobertura del seguro un mes después de la fecha de pago. Esto es, si el pago debía ser el 1 de febrero, la cobertura cesaría el 1 de marzo. No pagar una cuota es lo mismo que no pagar el total de la prima, y plantea a la aseguradora muchos problemas en caso siniestro y puede dejar al tomador sin cobertura.
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