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Consigue ahora el 40% de reembolsoEs en verano cuando es imprescindible que el aire acondicionado del coche funcione de forma óptima. Lo conectamos a menudo sin pensar si es o no necesario, pero ¿qué ocurre si en el momento de la verdad no funciona? Es una de las sorpresas que más nos pueden desagradar. Repasamos cuáles pueden ser las razones.
La razón más frecuente por la que tu aire acondicionado no refrigera es por una fuga de gas. Es el gas lo que ayuda a enfriar el aire. Esta fuga puede ser por varios motivos: que las canalizaciones de la instalación estén agrietadas, que esté dañado el radiador o que el filtro del aire esté sucio.
En el peor de los casos, también puede fallar el compresor, que es el elemento que enfría y mueve el aire que se cuela en el interior del coche a través de las rejillas de ventilación. Cuando el sistema funciona correctamente, no es necesario recargar el gas. Pero si se producen pérdidas, el aire enfriará cada vez menos y entonces sí hay que reponer el gas y comprobar si hay fugas y arreglarlas. De esta forma el circuito volverá a ser estanco y el aire enfriará con toda su potencia.
En la actualidad, se utiliza en los coches el gas R32 o el R1234YF, más ecológico. Pero para reponerlo, conviene que lleves tu vehículo a un taller. Allí, se conecta al vehículo una máquina depresora, por medio de una válvula de vacío del coche, para absorber todo lo que haya en el interior del circuito del aire.
La cantidad de gas que tienen los coches en ese circuito varía. Pero, si no se hace ese vacío, no se pueden recargar de gas las tuberías. Cuando ya se ha hecho la recarga, hay que añadir una ampolla de contraste para comprobar si hay o no fugas, con ayuda de una lámpara ultravioleta. Si se localiza una fuga, hay que reemplazar la pieza estropeada y se recarga el gas de nuevo.
Los circuitos de aire acondicionado solo funcionan con aire frío. Pero hay otros vehículos en los que la pieza es un climatizador. Estos disponen de una especie de trampilla que mueve un motor eléctrico en el que se mezclan el aire frío y el caliente, dependiendo de los grados que indique el panel de control. Si el motor no funciona correctamente, esa mezcla de aire frío y caliente no se producirá y el aire no estará lo suficientemente frío o lo estará demasiado.
La parte eléctrica de un coche puede jugar también un papel importante en el fallo del aire acondicionado. Por eso, si falla algún fusible puede provocar un mal funcionamiento del sistema. Puede ser que un fusible esté fundido y que haya que reemplazarlo. Los fusibles protegen a los componentes eléctricos. Son unas piezas pequeñas, del tamaño de un dedo, pero son esenciales para que la instalación eléctrica de tu coche no sufra si hay picos de tensión.
Los fusibles se funden habitualmente por una subida de la tensión que puede producir alguna avería del sistema eléctrico. La electricidad es esencial para que funcione un coche. Esa electricidad la genera el alternador del coche y luego se acumula en la batería. Los elementos del vehículo que funcionan con electricidad –la radio, las luces…– puede ser que reciban un exceso de electricidad momentánea y esto provoca que puedan estropearse. En ese caso, hay que llevar el vehículo al taller.
Si un fusible se funde, eso indica que hay algún problema. Sustituir el fusible no basta en muchas ocasiones. Puede que lo reemplacemos y vuelva a fundirse a los pocos minutos. Esto indica que hay que revisar el coche. Hay que averiguar qué sistema está fallando. Cambiar un fusible no es complicado, una vez ubicada, gracias al manual del vehículo, la caja de fusibles. El fusible fundido se reconoce porque en su interior el hilo que contiene está partido o quemado. Es importante no olvidar que el amperaje de los fusibles debe ser el mismo. Pero siempre será más fácil acudir a un taller o llamar a tu servicio de atención en carretera.
Puede ser que el aire acondicionado de tu coche no huela bien. Esto suele suceder porque el filtro de polen no se ha cambiado con la suficiente frecuencia. Se recomienda cambiarlo una vez al año. Otra de las razones puede ser la obstrucción del tubo de condensación del vehículo. El agua que expulsa el sistema de aire se estanca y produce ese olor desagradable. Pueden también aparecer bacterias y hongos en el sistema. En cualquiera de estos casos tendrás que limpiar el aire acondicionado. Puedes utilizar productos bactericidas o limpiadores de aire acondicionado, que te permitirán higienizar todo el circuito. Lo idóneo es también retirar el filtro de polen y sustituirlo por uno nuevo.
Los expertos de Arpem recomiendan…
Para que el aire acondicionado funcione a la perfección es recomendable prevenir, como pasa con todos los problemas. Por eso es imprescindible mantener el circuito de forma frecuente. A veces, basta con recargar el gas del circuito, lo que pueden hacer de forma rápida en cualquier taller.
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La causa más frecuente suele ser que haya escapes de gas en el circuito, porque, por ejemplo, se han agrietado las canalizaciones que lo contienen. Conviene acudir a un taller para que lo revisen.
Estos sistemas disponen de un motor eléctrico que mezcla el aire frío y el aire caliente. La mezcla dependerá de los grados que seleccionemos en el panel de control. Si el motor no funciona correctamente, la mezcla no será correcta.
Estos malos olores pueden deberse al filtro del polen, que no cambiamos con suficiente frecuencia. Otra causa puede ser la obstrucción del tubo de condensación del vehículo. Puedes utilizar productos bactericidas o limpiadores, o cambiar el filtro.
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