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en reseñas de GooglePortugal es uno de los destinos preferidos de los españoles. Además, los viajeros que acuden a este país desde España suelen ir en coche, lo que ofrece independencia y la comodidad de descubrir y explorar lugares desconocidos que se van encontrando en la ruta. Desde España, un viaje en coche es muy agradable y accesible.
Portugal es un país muy recomendable para visitarlo en coche. Se conduce muy bien por sus carreteras y de manera muy parecida a España. Pertenece al espacio Schengen, lo que significa que se han eliminado los controles fronterizos para permitir la libre circulación de personas, bienes y servicios, por lo que la documentación necesaria para viajar por Portugal es la misma que se necesita en España y el resto de países de la Unión Europea, es decir, DNI o pasaporte –es recomendable llevar fotocopias de ambos–, el carnet de conducir, el permiso de circulación, la ficha técnica del vehículo, la ITV al día, el recibo del último pago del seguro, partes de accidente y tarjeta sanitaria europea.
En Portugal es obligatorio hacer uso del cinturón de seguridad, así como los sistemas de retención infantil. Está prohibido el uso del móvil durante la conducción. El límite legal de alcoholemia para poder conducir en Portugal es de 0,5 g/l, como en España, y para conductores noveles o profesionales es de 0,2 g/l., algo menor que en España.
El límite de velocidad es, en zonas urbanas, de 50 km/h, mientras que en carreteras secundarias es de 90 km/h y en autopistas y autovías, entre 100 y 120 km/h. Al igual que en España, es obligatorio llevar chalecos reflectantes en el vehículo, así como los triángulos o luces de emergencia para señalizar una avería o percance.
En Portugal, los peajes son de dos tipos: con barrera y sin barrera. Los primeros cuentan con cabinas o máquinas para pagar, en metálico o con tarjeta. Si tienes un dispositivo ViaT o Vía Verde, como se llama en el país, podrás cruzar por los carriles señalizados. Si cuentas con un dispositivo ViaT español, debes comprobar si es necesario activarlo en las empresas concesionarias de las vías. Los peajes sin barrera son vías de pago electrónico que controlan el paso de los vehículos fotografiando la matrícula mediante unas cámaras instaladas sobre arcos metálicos a lo largo de determinadas autopistas.
Para circular, los coches deben contar con alguno de los siguientes sistemas de pago:
Los peajes electrónicos funcionan de manera independiente a los peajes de las Vías Verdes. Si llevas estos, tendrás que pagar en las autopistas con barreras, porque no son compatibles.
En las vías con barreras, no hay más remedio que detenerse y pagar, pero ¿qué pasa con los peajes electrónicos? En caso de no pagar, se puede ser sancionado y recibir en España la comunicación. En Portugal, no pagar los peajes es una infracción tributaria, y, por tanto, en España debe ser la administración tributaria la que reclame la sanción, interponiendo una reclamación judicial.
Sin embargo, si circulas por las carreteras de Portugal sin ningún sistema de pago, siempre puedes adquirir uno electrónico, en las 24 horas posteriores de haber conducido por las autopistas de peaje electrónico sin pagar. Puedes adquirir una Tollcard y asociarla a tu matrícula.
Por supuesto, si viajas en coche a Portugal debes hacerlo con el seguro obligatorio de Responsabilidad Civil, que cubre los daños que puedas ocasionar a terceras personas.
En cuanto a las coberturas voluntarias, basta con las coberturas clásicas de un seguro de coche, ante daños del vehículo o lesiones del conductor, aunque hay algunas variaciones dependiendo de las aseguradoras. Las coberturas que suelen tener todos los coches son la de asistencia médica y emergencia por accidente, la reparación de parabrisas y ventanillas por robo, asesoría jurídica, grúa en caso de avería del coche, sustitución de vehículo por pérdida total, arreglo de cerraduras y daños propios.
No obstante, antes de salir del país verifica que tu seguro no tiene limitaciones en las coberturas voluntarias para los casos en los que viajes a Portugal, ya que en algunas pólizas la asistencia puede estar limitada.
Por último, puede ser una buena idea, además, suscribir un seguro de viaje, que cubra los gastos médicos por enfermedad, accidentes, cancelaciones, pérdida de vuelos o equipaje e incluso asistencia telefónica y legal.
La autopista de más kilómetros de Portugal es la que une Lisboa a Oporto, de casi 590 kilómetros. Existen tres autopistas más y el resto son carreteras de dos carriles, pero con buen asfalto y una circulación segura. En cuanto a los límites de velocidad, se permite circular en ciudad a 50 km/h, en autopista a 120 km/h y en carreteras a 90 km/h. También hay que tener en cuenta otros datos: en Portugal, la edad mínima para conducir y, por tanto, para alquilar un coche, es de 21 años. Además, el permiso de conducir debe tener, al menos, un año de antigüedad.
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Si cuentas con un seguro español de coche a la hora de viajar a Portugal no es obligatorio estar en posesión de la Carta Verde. ¿Qué es la Carta Verde? Es un documento impreso en papel de color verde, y hace unos años era necesario para viajar al extranjero. Pero, desde la entrada en vigor del Espacio Económico Europeo, la Carta Verde solo es obligatoria en territorios fuera de éste. La Carta Verde garantiza la responsabilidad civil por daños ocasionados a terceros. Es un documento internacional que acredita que un conductor tiene su vehículo asegurado. Ese documento cambio para llamarse oficialmente Certificado Internacional de Seguro (CIS). Si lo necesitas, puedes solicitar el Certificado Internacional de Seguro a tu compañía aseguradora.
Si viajas desde España, solo necesitas tu DNI y tu permiso de conducir. Portugal, al igual que España, pertenece al espacio Schengen, que permite la libre circulación de mercancías, personas y bienes.
No. Como en España es necesario utilizar el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil y llevar chalecos reflectores y triángulos. Sólo varían ligeramente los límites de velocidad y los sistemas de peaje en las autopistas.
Lo habitual es el seguro de coche que cubre daños a terceros y los daños del conductor. Algunas personas suscriben, además, un seguro de viaje, que cubra gastos médicos, accidentes, cancelaciones, o pérdida de equipaje.
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