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en reseñas de GoogleSi quieres conducir en España, debes tener al menos un seguro de responsabilidad civil obligatoria. Sin embargo, más de 2,5 millones de coches circulan sin seguro en nuestro país, un dato muy preocupante que puede tener muy graves consecuencias y pone de manifiesto la actitud temeraria de muchos conductores. Sin embargo, esta actitud no queda impune: la multa por conducir sin seguro puede ser de entre 601 euros y 3.005 euros y, lo peor de todo, es el riesgo de que ocurra un accidente con terribles consecuencias.
Conducir sin seguro no es un delito, pero conlleva una elevada sanción administrativa y una importante multa, que va desde los 601 euros hasta los 3.005 euros. Esta cantidad depende del tipo de vehículo y del permiso del conductor. Si se trata de un turismo, la multa es de 1.500 euros.
Sin embargo, el número de multas que se ponen cada año en España por conducir sin seguro obligatorio no baja de las 130.000. El 50% de esta cantidad se destina al Consorcio de Compensación de Seguros para poder hacer frente a las indemnizaciones en caso de que las víctimas se hayan visto involucradas en un accidente en el que el vehículo implicado carecía de póliza.
El seguro mínimo con el que debemos circular es el de Responsabilidad Civil, que cubre los daños a terceros. La Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor así lo establece en su Capítulo II. Esta norma no establece que el vehículo esté circulando, sino que comprende también a los vehículos que están aparcados y no se utilizan. La única situación en la que este seguro no es obligatorio es cuando se da de baja el coche del Fichero de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El objetivo de este seguro es poder indemnizar los daños infligidos a un tercero en un accidente o siniestro, tanto si se trata de daños materiales como personales.
Fuente: Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, capítulo II
Pero, además de una multa, conducir sin estar asegurado conlleva otros problemas, que repasamos a continuación:
Si los agentes de la autoridad comprueban que tu coche no está asegurado, te sancionarán y, además, inmovilizarán tu vehículo. Puede ocurrir si cometes una infracción o en un mero control rutinario.
Un accidente puede acarrear consecuencias judiciales y si no tienes una póliza, que incluye la cobertura de defensa jurídica, deberás encargarte tú mismo de buscar esa defensa, así como a los procuradores, lo cual es complicado, además de caro. La única solución es que te designen uno de oficio, al que tienes derecho en función de tus ingresos. Además, si has causado daños graves a terceros y no puedes hacer frente a la indemnización, podrías acabar en prisión.
Si contratas finalmente una póliza puedes encontrarte con que algunas compañías te rechazan y no quieren asegurarte, especialmente si, además de conducir sin seguro has tenido un accidente en el que has perjudicado a terceros. La negativa de algunas compañías puede convertirse en unas pólizas mucho más caras, como consecuencia de tu historial, puesto que te considerarán un conductor de riesgo. Por eso suscribir un seguro es lo legal, pero también, lo más civilizado, responsable y práctico: para ti y para los demás usuarios. Conducir sin seguro es como conducir sin red, porque implica que nadie te ayuda y tu corres con todos los gastos en casos de problemas.
Aunque el siniestro no sea culpa tuya, te convertirás automáticamente en culpable por conducir sin seguro. A los implicados los indemnizará el Consorcio de Compensación del Seguro, en un primer momento, pero luego el Consorcio te los reclamará a ti. No hay que olvidar que una parte de la prima de nuestro seguro se destina al Consorcio precisamente para hacer frente a estos casos.
Las autoridades pueden averiguar que circulas sin seguro si te paran en la calle o en un control de carretera. Pero también pueden detectar la infracción de otra forma. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías autonómicas pueden hacer un seguimiento de cuándo vencen las pólizas, porque tienen acceso a los ficheros de vehículos. De esta forma pueden localizar a un vehículo que circula sin seguro.
Además, las cámaras que vigilan el tráfico pueden delatar al conductor sin seguro sin necesidad de pararlo. La Dirección de Tráfico (DGT) conectó radares, en 2016, precisamente para detectar a este tipo de vehículos. Funcionan con el sistema de reconocimiento de matrícula, lo que le permite a Tráfico averiguar también si el coche no ha pasado la ITV.
El sistema de reconocimiento de matriculares utiliza tecnología basada en la Inteligencia Artificial. Es la misma que funciona en el control de acceso a los parkings o en las aplicaciones móviles que permiten leer automáticamente las matrículas. Esta tecnología utiliza el sistema ANPR (Automatic Number Plate Recognition) que es un OCR o sistema de reconocimiento óptico de caracteres, que puede leer y registrar los caracteres de las matrículas. Para ello es necesario tomar una imagen digital de la matrícula con una resolución determinada. Esta imagen se procesa, convirtiendo los píxeles de la imagen en texto y almacena el resultado en una base de datos, que se puede consultar.
Este sistema de reconocimiento empezó a ser utilizado, en 1976, por la policía británica y con el tiempo acabó convertido en un software. Se utiliza para multar el exceso de velocidad o el estacionamiento incorrecto, así como para controlar las zonas de estacionamiento limitado, además de los vehículos sin seguro.
Un coche estacionado permanentemente en la calle o en un parking sin seguro también está siendo objeto de una infracción, porque puede causar daños a terceros o verse involucrado en un siniestro. Esto puede ocurrir si está en una pendiente y falla el freno de mano o si se encuentra aparcado en un garaje y se incendia.
Para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es necesario tener contratado el seguro obligatorio. Si no lo tienes, se considera una falta grave, a la hora de pasar la inspección, y no se consigue el certificado, por lo que motiva que los coches estén en una condición peor y a la larga los accidentes puedan ser más graves.
Esto se agrava porque la mayoría de estos vehículos sin seguro son coches que tienen muchos años y no son sometidos a un buen mantenimiento. El coste medio de estos accidentes con coches sin seguro suele duplicarse, según los expertos.
Si has tenido un accidente con un coche que no está asegurado, no conviene aceptar si el conductor insiste en darnos dinero para cubrir los daños materiales y físicos. Habitualmente estos ofrecimientos se hacen para evitar que llamemos a la policía. Si sufres lesiones graves, que de entrada no se notan, quedarás desprotegido, y difícilmente cubrirá el valor de los destrozos del coche.
Por eso, lo correcto es que el conductor sin seguro acceda a firmar un parte amistoso, para que sea el Consorcio de Compensación de Seguros quien te pague la indemnización. El Consorcio actuará como lo haría la compañía aseguradora. En este caso será el Consorcio quien actúe como si fuera la aseguradora del conductor del automóvil sin seguro, aunque posteriormente reclamará las cantidades abonadas a la persona culpable.
Con la calculadora de Arpem podemos hacer una comparativa entre los precios de distintas aseguradoras. De esta forma, se puede conocer qué precios tiene cada usuario, desde un conductor novel a uno veterano.
Todas las aseguradoras que forman parte del comparador ofrecen la cobertura de responsabilidad civil, que cubre los daños ocasionados a terceros en un accidente de circulación. Además, también te mostrará cuáles son las pólizas más convenientes, en función de tu historial como conductor y del vehículo que utilizas. El comprador es sencillo: debes rellenar un cuestionario con cuestiones relacionadas con el coche y con el conductor, y te dará el resultado, organizado mediante un exclusivo sistema de puntuación. Utilizar este comparador puede ser muy útil para elegir mejor, pero también para ahorrar dinero.
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También es obligatorio cambiar la titularidad del coche
El propietario de un vehículo está obligado a suscribir una póliza, pero también debe cambiar la titularidad del coche en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT), si compra un coche de segunda mano. Si no se hace ninguna de las dos cosas, la persona que vende el vehículo y sigue siendo el titular puede verse desagradablemente sorprendida con una multa, aunque esta fuera dirigida al propietario actual, y verse obligada a comenzar un proceso de alegaciones para defenderse. “Cuando se vende un vehículo, es necesario asegurarse de que cambia el titular en el Registro de Vehículos de la DGT. En la compraventa de coches se pueden producir fraudes, precisamente para quitarse de encima la responsabilidad de circular sin seguro.
Para evitar que haya vehículos sin seguro, las autoridades de tráfico hacen un seguimiento rutinario del vencimiento de las pólizas de seguro. Lo hacen los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Policías autonómica. Todos ellos tienen acceso, en tiempo real, a los ficheros de vehículos. Este seguimiento se lleva a cabo cuando se realizan controles de drogas, alcohol o velocidad o ante cualquier otro problema en la circulación. Los agentes revisan la documentación del coche y del conductor y verifican en ese momento si está asegurado.
Todos los vehículos que estén dados de alta en la Dirección General de Tráfico (DGT) deben tener, como mínimo, el Seguro Responsabilidad Civil Obligatorio. Este seguro responde en caso de que ocasiones daños a terceros.
Circular sin seguro no es un delito, pero supone unas elevadas multas, que van desde los 601 euros hasta los 3.005 euros, dependiendo del tipo de vehículo y del permiso de conducción. Cuando se trata de coches, la multa es de 1.500 euros.
La Guardia Civil y la Policía autonómica pueden hacer un seguimiento de cuándo vencen las pólizas, porque tienen acceso a los ficheros de vehículos por medio de la matrícula. Así pueden localizar a un vehículo que circula sin seguro.
Si tienes un accidente con un coche que no está asegurado lo correcto es que el conductor sin seguro acceda a firmar un parte amistoso, para que sea el Consorcio de Compensación de Seguros quien te pague la indemnización.
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