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Consigue ahora el 40% de reembolsoEuropa quiere una circulación 0 emisiones y aunque parece una intención de muchos beneficios, en la práctica, las cosas no son color de rosa. La nueva normativa Euro VII da un paso atrás y difumina la intención de prohibir los vehículos de combustión en la UE. Si has hecho cambios en tu movilidad, seguramente te preguntas ¿Y si al final no se prohíben los coches a gasolina y diésel? Descubre aquí algunos datos interesantes.
Es muy probable que hayas escuchado algo sobre la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Este documento ha sido interpretado de diversas formas por grupos políticos, económicos y sociales. Unos lo canonizan como la solución a todos los problemas del mundo y otros lo satanizan como el principio del fin. Sea como sea, la Agenda 2030 no deja de ser una propuesta de cambios, una carta de intenciones.
Uno de los aspectos más destacables de este y otros documentos que abordan el tema climático, es lo relativo a la movilidad. No es un secreto que el modelo de circulación ha afectado al clima con emisiones nocivas. La concentración de CO2 y NOx ha llegado a niveles peligrosos. Y, los coches son responsables de una parte de esas emisiones.
La UE, en sintonía con la intención mundial de mejorar nuestro entorno, ha establecido una serie de normas medioambientales y de movilidad. En todo el territorio europeo, la movilidad a combustión se ha arrinconado con restricciones, impuestos y medidas especiales.
La UE ha propuesto, desde hace unos años, liberar el espacio europeo de vehículos de combustión interna. De hecho, en un planteamiento del 2018, los países miembros de la UE abordaron una propuesta que tenía como objetivo prohibir la producción de coches de combustión a partir del 2035.
Esta prohibición afectaba directamente a los fabricantes pues estos debían cambiar todas sus estructuras y reducir paulatinamente su producción. Desde el 2018 hasta el 2035, cada año, el número de unidades a gasolina y diésel, debía irse reduciendo hasta llegar a 0. Aunque esta propuesta contó con el apoyo de muchos países, incluyendo España, tuvo la oposición de grandes economías europeas como la alemana, polaca e italiana. Fíjate por qué.
Desde el principio, Alemania, Italia, Rumanía, Eslovaquia y Polonia fueron reacios a implantar la prohibición de producción de coches a combustión. Y no es que alemanes, italianos o polacos sean menos ecologistas, ellos esgrimen razones prácticas y económicas. Según estos países, a los que se han sumado otras grandes economías europeas, esta prohibición es imposible de cumplir.
La industria automotriz es, para muchas economías, un pilar fundamental de la vida de sus ciudadanos. Un cambio tan radical supondría la eliminación de millones de puestos de trabajo. Además, no sólo afectaría a las fábricas de coches sino a toda una industria que presta servicios, suministros y soporte.
Pero no sólo eso, las economías en contra de la prohibición, arguyen que la estructura europea actual no permite un cambio tan profundo, en tan poco tiempo. La infraestructura de cargadores eléctricos privados, estaciones públicas y servicio técnico para los vehículos eléctricos está aún en pañales en muchos países europeos.
España, es uno de esos países que está a la cola del desarrollo de movilidad sostenible. Si bien es cierto que el Gobierno ha pisado el acelerador, la estructura española aún dista mucho de otros países de la UE. A pesar de esto, España ha dado su visto bueno al cambio de movilidad con la esperanza de aplicar los cambios de forma inmediata.
La realidad ha golpeado a España y al resto de los miembros comunitarios. Hoy en día, aunque hay cambios innegables y positivos pero que aún distan mucho de una sustitución radical. En esto, la UE ha cedido a las presiones y ha reescrito sus objetivos para adaptarse a la realidad. Por ello, la UE ha firmado una nueva normativa que flexibiliza un poco sus intenciones iniciales, la Euro VII.
A pesar de que el 2035 parece una fecha lejana, lo cierto es que en términos de un cambio tan importante, es muy poco. Es decir, el objetivo de la UE pretende desmontar dos de las industrias más grandes y extendidas del mundo: La automotriz y la del petróleo.
Y, no es que la UE quiera que los coches desaparezcan o acabar con la industria del petróleo. Pero, sin que esa sea la intención, la industria así se lo ha tomado. Por ende, las grandes marcas de vehículos y las petroleras más poderosas han emprendido una lucha sin cuartel. Una lucha que se ha librado en tribunales, lobbies y grupos de apoyo político-social.
La industria del automóvil ha dejado saber a los europarlamentarios que sus esfuerzos para cambiarse a la movilidad eléctrica han sido positivos. Estas empresas han invertido miles de millones de euros en transformar sus fábricas e instalar nuevas estructuras para adaptarse a las normativas. Pero, y he aquí el meollo del asunto, estas inversiones no darán resultados de forma inmediata.
Los fabricantes plantean que es virtualmente imposible adaptarse a la prohibición de venta de coches diésel y a gasolina para el 2035. Y que además, esta decisión los obligaría a bajar sus persianas y despedir a una buena parte de la masa laboral europea. Esto no lo han hecho como una amenaza sino como una realidad que se sustenta en cifras y proyecciones serias. ¿El resultado? La UE da un paso hacia atrás y cambia sus objetivos de fecha e intensidad.
Sí y no. Es decir, la UE no se ha movido en su intención de prohibir la venta de coches de combustión. Pero, ha comprendido que ese cambio no será inmediato ni radical, como se había planteado. Con la nueva norma Euro VII, Europa aborda el problema de las emisiones desde varias aristas y no sólo desde la fabricación automotriz.
La UE se ha planteado hacer modificaciones en las cadenas intermedias de producción de combustibles e introducir allí algunos cambios. Las nuevas tecnologías de la ingeniería de gases y petróleo permiten producir carburantes más limpios. Hasta ahora, todo se traduce a un tema de infraestructuras y costes y, las petroleras han dicho que es viable.
Actualmente, se pueden producir gasolina y diésel menos carbonizadas con mezclas de biocombustibles y carburantes sintéticos. Además, se ha puesto el ojo en algunas propuestas que funcionan muy bien en la práctica. Si quieres conocerlas, hemos hecho dos artículos previos que te pueden interesar. En nuestro artículo sobre el Adblue te explicamos cómo mejora las emisiones actuales. Por otro lado, nuestro artículo sobre el coche de pila de hidrógeno, te dará una visión sobre el futuro de la movilidad sin contaminantes.
Del mismo modo, la UE se ha replanteado una nueva fecha. Sin cambiar su objetivo, la UE ha establecido el 2050 como nueva fecha límite para la existencia de coches de combustión en Europa.
Por ahora, pareciera que el retraso de 15 años a la propuesta inicial parece satisfacer a la mayoría. No obstante, el Nuevo Pacto Verde Europeo aún está en pleno desarrollo y podrían haber cambios en el futuro. De momento, las restricciones a nivel de la ciudadanía, aún se mantienen. Fíjate sólo en algunas de las que debes estar atento para evitar sanciones y multas.
Es muy probable que durante una buena temporada, puedas ir a un concesionario y comprar un coche a gasolina, diésel o híbrido. Igualmente, podrás comprar un coche eléctrico y disfrutar de sus beneficios. Hasta ahora, todo parece ser un tema de libertad de compra y conciencia medioambiental. Aún así, el tema de la practicidad y la estructura de carga/repostaje siguen siendo un elemento ineludible.
Lo que no debes dejar de lado o pensar que se han suavizado, son las restricciones e imposiciones a los coches más contaminantes. O sea, los coches de combustión seguirán teniendo cada vez más barreras desde diferentes matices.
En primer lugar, por cuestiones económicas, se prevé que el precio de los coches eléctricos inicien pronto su curva de precio descendiente. Como toda nueva tecnología, a medida que la demanda aumenta, la oferta también lo hace y el precio se reduce. Consecuentemente, en poco tiempo el precio de un coche eléctrico podría ser menor al de un coche de combustible fósil.
Adicionalmente, planes como los fondos Next Generation en la UE y el MOVES en España, crean subvenciones más que interesantes. Los compradores de coches eléctricos podrán disfrutar de mayores ventajas fiscales y de movilidad en todas las ciudades españolas. Fíjate en algunas de las más destacadas
Las ZBE son zonas en las que sólo se permite el paso a aquellos vehículos de emisiones reducidas e incluso, sin emisiones. En España, estas zonas han ido creciendo con el paso del tiempo y hoy hay una docena de áreas urbanas protegidas.
Hemos hablado de las ZBE de Madrid con anterioridad, sus alcances y sus limitaciones. Te invitamos a leer nuestro artículo: “Descubre las nuevas restricciones para vehículos con etiqueta C. Allí podrás ver todo lo relacionado con las restricciones de circulación.
En general, muchas ciudades españolas se están planteando la posibilidad de prohibir la circulación de coches a combustión en el casco urbano. Sumado a esto, ciudades como Madrid están prohibiendo aparcar o tan solo pasar dentro de una de estas zonas sin una etiqueta ambiental 0 emisiones o ECO.
Los coches eléctricos gozan de ventajas fiscales y ayudas que no existen en el coche a gasolina o diésel. Los conductores que planean comprar un coche eléctrico pueden, hoy en día, obtener ayudas de hasta 4500€ en la compra de estos vehículos. De la misma manera, pueden reducir hasta el 15% del IRPF y otros impuestos municipales.
Las empresas de seguro también se suman a una perspectiva del mercado cambiante. Las previsiones para los próximos años es que la movilidad eléctrica será, al menos, similar a la convencional. Por ende, las aseguradoras están diseñando pólizas especiales y que premien la movilidad sostenible.
En la actualidad, es posible encontrar pólizas especiales para coches eléctricos con precios y coberturas únicos. Asimismo, las pólizas están incluyendo los cargadores y servicios en carretera extra que suenan muy interesantes para los conductores de estos coches. Si quieres descubrir estas pólizas y obtener un presupuesto personalizado, te invitamos a visitar nuestra comparador seguros de coche online.
Cómo ves, la movilidad eléctrica ha cambiado el panorama europeo y ha generado una serie de discusiones en pro del cuidado ambiental. Por lo pronto, el coche a diésel y gasolina parece ganar unos años de vida pero sigue estando en el ojo del huracán.
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Según la UE, las emisiones de vehículos representan una quinta parte de la contaminación europea. De estas emisiones, un 60% se corresponde a vehículos de uso particular. El transporte terrestre de mercancías representa cerca del 33% y la aviación un 13%. Por lo que el coche privado y de uso personal es el medio de transporte más contaminante en la UE.
Lo más probable es que sí. La UE ha sido clara en su objetivo de erradicar cualquier tipo de motor de combustión. Pero, aún hay muchas discusiones sobre el coche híbrido y no está aún clara la decisión.
Sí y de hecho, es probable que eso suceda a partir del 2050. Pero, lo que se ha planteado es la prohibición de fabricación a una fecha determinada de tal forma que para el 2050 el parque automotor de combustión sea mínimo. Hasta ahora no se ha planteado prohibir de forma tajante el uso de coches a combustión.
Hay muchas ayudas en la actualidad. El plan MOVES tiene ayudas de hasta 4500€ para coches particulares y hasta 7000€ para furgonetas y camiones ligeros. Además hay una serie de beneficios fiscales y medidas de incentivo interesantes.
https://www.mdsocialesa2030.gob.es/agenda2030/conoce_la_agenda.htm
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