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Consigue ahora el 40% de reembolsoEn España, de la misma manera que en el resto de la Unión Europea, la circulación está vigilada por diferentes tipos de radares. Estos dispositivos vigilan si los conductores respetan los límites de velocidad, pero también si cumplen otras normas, como llevar el cinturón de seguridad o no conducir con el móvil en la mano.
Los radares de velocidad son una ayuda esencial para vigilar la velocidad de los vehículos.En España, como en otros países europeos, existen límites de velocidad que hay que respetar y estos límites varían según las vías. Si no respetan estos límites, los conductores pueden ser sancionados con multas y penas de prisión. La forma más eficaz de la que disponen, tanto la Guardia Civil como la Policía de Tráfico, para comprobar si se respetan estos límites son los radares de velocidad, unos dispositivos de los que existen varios tipos en las carreteras y otras vías.
Hay diferentes tipos de radares, normalmente se colocan en distintos lugares y no todos funcionan igual.
El radar fijo, el radar de tramo y el radar móvil son tres de los dispositivos más conocidos, pero existen muchos otros en nuestras vías. Hacemos un repaso de los distintos dispositivos y de cómo funcionan:
Este radar se sitúa en un punto fijo de la carretera y funciona automáticamente, sin operador, con la ayuda de una antena que emite una señal de microondas. Ésta señal rebota contra los vehículos de la vía, de forma que vuelve a la antena. El radar recibe de forma encriptada los datos del vehículo. Esos datos no se pueden manipular y sirven para averiguar la velocidad del coche gracias a la longitud de onda recibida. La infracción se transmite mediante fibra óptica al centro de gestión de la Dirección General de Tráfico (DGT). Estos dispositivos suelen estar instalados en unos pórticos o en cabinas en los laterales de las vías. Además de los radares, también se instalan cinemómetros láser, que captan la velocidad de los vehículos gracias a haces de luz que se proyectan de forma horizontal sobre la carretera. Al pasar el coche por el haz, el aparato calcula la velocidad. Este tipo de radares están indicados en carteles para advertir a los conductores de su presencia.
Este tipo de radares van instalados en el interior de los vehículos de la Guardia Civil. La diferencia respecto a los anteriores, es que deben ser manipulados siempre por un agente. Funcionan tanto si el vehículo está detenido o en movimiento. Por eso, estos dispositivos no son fáciles de localizar. La DGT publica listas de radares móviles que se pueden consultar para saber dónde están ubicados. Pero estos radares juegan con el factor sorpresa, por lo que no siempre se pueden localizar, pues cambian de ubicación. Habitualmente están escondidos en arcenes y cunetas.
Este dispositivo controla la velocidad media de los vehículos en determinados tramos: por eso los conductores deben mantener una cierta velocidad inferior a la permitida, cuando atraviesen estos puntos. En el principio y el final del trayecto hay cámaras instaladas, separadas por 3 o 5 kilómetros, que funcionan con iluminación por láser-led (que el ojo humano no puede percibir). Ambas cámaras graban la matrícula del coche y la hora a la que cruza cada dispositivo. Están sincronizadas por satélites GPS. La velocidad del coche se calcula teniendo en cuenta el tiempo que ha tardado en recorrer ese tramo.
Estos dispositivos están disponibles desde 2019. Son de tamaño no muy grande (miden unos 50 centímetros), por lo que pueden ir en las motos de la Guardia Civil. Son inalámbricos y utilizan una tecnología láser que hace que sean difíciles de detectar. Se pueden instalar en muchos lugares distintos, móviles y sin movimiento. Pueden detectar coches que circulan a 250 kilómetros por hora, tanto de día como de noche.
Existen 13 helicópteros equipados con el radar en España, realizando tareas de control de los conductores. Suelen realizar más de 3.000 horas de vigilancia anuales y localizan unas 20.000 infracciones, como pisar líneas continuas, traspasar los límites de velocidad o no mantener la distancia con el vehículo delantero. Vigilan pero también denuncian, con ayuda de dos cámaras (panorámica y con teleobjetivo). Los helicópteros hacen fotografías de gran claridad de la matrícula del infractor a 300 metros de altura y un kilómetro de distancia. El helicóptero calcula la posición del vehículo gracias a un GPS y con un láser miden las distancias exactas, cada tres segundos y calculan la media. Además, las infracciones son grabadas y se envían al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA).
Los semáforos foto rojo pretenden evitar que el conductor se salte un semáforo.
Este tipo de radares, conocidos también como radares de semáforo, se utilizan en las ciudades para controlar a los vehículos que cruzan un semáforo en rojo. Ayudan a prevenir atropellos y otros accidentes con otros vehículos. Funcionan en las ciudades españolas desde hace una década. Llevan una cámara que se coloca a 25 metros del semáforo, para que pueda captar ampliamente la matrícula, la luz del semáforo y la ubicación del vehículo. La cámara realiza dos fotos: en la primera se puede ver el color del semáforo justo antes de que cruce el coche; en la segunda, se aprecia la luz del semáforo una vez que el coche lo ha sobrepasado. Para que haya sanción, ambas fotos deben estar en rojo.
Los radares en cascada controlan que el conductor no acelere tras un radar.Es un radar con el que la Dirección General de Tráfico pretende acabar con los excesos de velocidad tras pasar por un radar fijo tradicional. Son dispositivos fijos o móviles que son instalados después de un radar fijo y más o menos cerca de éste. Como el conductor no sabe dónde están, esto le obligará a mantener la velocidad correcta.
Son cámaras que comprueban si el conductor y los pasajeros llevan cinturón. No son radares, en realidad. Son cámaras capaces de hacer 50 fotografías por segundo. En España existen más de 200 dispositivos de este tipo, que suelen ubicarse en pórticos y postes, sobre todo en carreteras convencionales. Para el control de los cinturones de seguridad, también existen 39 drones que maneja la Dirección General de Tráfico desde 2018.
Según la Dirección General de Tráfico, existen unos 2.000 puntos desde los que se vigila a los conductores. Esto hace que las multas por exceso de velocidad sean las más frecuentes. Las sanciones menos graves son las que se imponen cuando el vehículo no supera los 20 km/h de exceso en ciudad y 30 km/h en carretera. La multa es solo de 100 euros, en estos casos, y se reduce al 50% por pronto pago.
Las infracciones graves y muy graves vienen a continuación: en ciudad, si un radar te capta sobrepasando el límite entre 21 km y 30 km/h, se pierden 2 puntos; si es entre 31 km y 40 km/h, se pierden 4 puntos; y si es entre 41 km y 50 km y más de 51 km, se pierden 6 puntos, con una multa de 500 euros en el primer caso y una de 600, en el segundo. Si se trata de infracciones en carretera, sobrepasar entre 31 km y 40 km/h, supone perder 2 puntos; entre 41 km y 60 km/h, 4 puntos; y entre 61 km/h y 70 km/h y a partir de 71 km/h, son 6 puntos. En este caso, la diferencia está igualmente en la multa económica: 500 euros en el primer caso y 600 euros, en el segundo.
Así, sobrepasar en más de 60 km/h la velocidad permitida en ciudad y en más de 80 km/h en carretera está considerado un delito contra la seguridad vial. Y las penas pueden ser de tres a seis meses de cárcel o multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, se pierde el carnet de conducir entre uno y cuatro años.
Los radares siempre detectan los excesos de velocidad con un margen de error. Esto quiere decir que no ponen la multa por rebasar estrictamente el límite de velocidad, sino cuando esa superación es más elevada, aunque recientemente esa diferencia ha disminuido, sobre todo en los radares fijos. Esto quiere decir que sancionan a una velocidad más baja ahora.
Además, el margen de error de los radares es diferente en función de la velocidad límite a la que están regulados, de modo que los radares que se activan a 120 km/h, tienen un margen de error superior a los radares de velocidad de 50 km/h.
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La forma más común de averiguarlo es si recibes una notificación, por carta certificada, informándote de la sanción. Otra manera es a través de la app miDGT.es, que funciona desde el año 2020. A través de la app también se puede pagar la sanción. También puedes comprobar si te han puesto una sanción a través del tablón edictal de sanciones de tráfico o TETRA, al que se puede acceder tanto con certificado digital como sin él. Debes introducir la matrícula o el DNI para comprobar si hay alguna sanción. Por último, una forma de saber si tienes alguna deuda pendiente con la DGT es la Dirección Electrónica Vial (DEV), en la que se reciben todas las notificaciones. Debes registrarte en la Sede Electrónica de la DGT, y estar en posesión del certificado digital.
En 2022 se interpusieron 3.704.675 multas por exceso de velocidad, casi un 67% de la totalidad de infracciones. De ellas, 2.580.121 fueron mediante radares fijos y 1.124.554 con radares móviles.
Los expertos de Arpem recomiendan…
La mayoría de las aseguradoras en España incluye la cobertura de defensa de multas en sus pólizas. Esta cobertura ayuda al asegurado con todo el papeleo a la hora de hacer una reclamación de una multa. No la pagará, pero sí se ocupa de todos los trámites administrativos que lleva aparejados un recurso, si consideras que la sanción es injusta.
Los radares son dispositivos que captan la velocidad a la que circula un vehículo y si ésta sobrepasa los límites permitidos. Si los conductores no respetan estos límites, pueden ser sancionados con multas, pérdida de puntos e incluso penas de prisión.
Se calcula que hay unos 2.000 dispositivos funcionando en. Toda España. Los hay fijos, móviles, de tramo, tipo veloláser, en helicópteros Pegasus, que vigilan la circulación, entre otros.
Las sanciones son desde 100 euros a 600, e incluyen pérdida de puntos e incluso penas de prisión. Y retirada del carnet de conducir de uno a cuatro años. Las infracciones más graves se consideran delitos con la Ley de Seguridad Vial.
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