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Consigue ahora el 40% de reembolsoPara que un vehículo sea declarado siniestro total, el coste de repararlo debe superar el 100% de su valor venal (el que tendría en caso de haberlo vendido justo antes del siniestro), aunque hay algunas entidades que consideran siniestro total a partir del 75% de su valor. Esto se llama cobertura de pérdida total.
Cuando tiene lugar un accidente grave en el que tu coche, moto o furgoneta es declarado siniestro total es posible rechazar la indemnización que te ofrece la aseguradora si ésta no te compensa y exigir la reparación del vehículo. Pero para ello, es determinante saber quién ha sido el responsable del accidente:
La cobertura por siniestro total es uno de los aspectos que podemos encontrar en nuestra póliza de coche. Tal y como hemos observado, nos enfrentamos a una pérdida total o siniestro total, cuando los costes de reparación del coche exceden su valor en el mercado o cuando no se puede restaurar. Existen diversos tipos de siniestros totales:
El objetivo del seguro en una póliza de automóviles es el valor previo del coche antes de que ocurra un siniestro. Para determinar si un coche puede ser calificado como pérdida total, es esencial conocer su valor. Dicho valor se basa en la antigüedad del vehículo y en el importe de la indemnización.
Cuando la culpa del accidente es de otro conductor, lógicamente no es tu aseguradora quien debe indemnizarte, sino que será la entidad del responsable la que te ofrecerá la suma de dinero correspondiente al valor de tasación del vehículo, el cual está determinado por su antigüedad y características. Si no estás conforme con la suma que te ofrecen, un vehículo de similares características al tuyo, o bien optar por su reparación.
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Hay accidentes en los que el vehículo queda completamente destrozado y resulta irreparable, o tiene graves daños en el chasis o en el motor y la reparación es antieconómica. En esos casos deberás aceptar la fórmula de la indemnización, aunque siempre podrás negociar la cantidad. Aunque, el artículo 1902 del Código Civil establece que “aquel que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Fuente: Código Civil, artículo 1902.
Cuando existe la posibilidad de reparar el vehículo cuando ha quedado siniestro total, lo más habitual es arreglarlo por tu cuenta para después reclamar judicialmente el pago de la factura a la aseguradora del conductor responsable. Esto supone adelantar de tu dinero el coste de la reparación, lo que puede suponerte un impedimento que, sin embargo, te permite disponer del vehículo en menos tiempo.
Algunos seguros de coche ofrecen la cobertura de préstamo de reparación, con la que la compañía te abona el importe de la factura y se hace cargo de los intereses del préstamo, algo que resulta muy interesante en estas situaciones. Para los casos en los que necesites efectuar cualquier tipo de reclamación judicial, podrás hacer uso de la cobertura de defensa jurídica y reclamación de daños, con la que un abogado de la aseguradora, o bien uno de tu confianza, defenderá tus intereses hasta los límites establecidos en la póliza.
Cuando la culpa es tuya, los daños de tu vehículo están cubiertos únicamente si tienes contratada la cobertura de daños propios, que viene incluida en las pólizas a todo riesgo. En este caso, si el vehículo es declarado siniestro total, estás obligado a aceptar la indemnización que te ofrezca la compañía según lo que venga estipulado en las condiciones generales (valor a nuevo, valor venal, valor de mercado, etc.).
Posteriormente tu compañía podrá dar el seguro por finalizado y tú podrás reparar el vehículo y contratar un nuevo seguro, o bien comprarte otro nuevo, aunque a veces la entidad puede mantener la póliza únicamente con la cobertura obligatoria de responsabilidad civil. Si no estás de acuerdo con la suma que te ofrecen, puedes negociar con la compañía otra cantidad o reclamar mediante vía judicial, pero en ningún caso puedes optar a la reparación de los desperfectos.
¿Qué cobertura es la de pérdida total?
La indemnización por pérdida total suele estar incluida en los seguros a todo riesgo, pero no todas las compañías ofrecen esta cobertura en los seguros a terceros ampliados. Normalmente, la indemnización por el valor de nuevo del vehículo se reduce después del primer año, aunque algunos seguros pueden extender esta cobertura hasta tres años. Pasado este tiempo, las aseguradoras aplican diferentes criterios para valorar el vehículo, tales como el valor venal, el valor venal mejorado o el valor de mercado, dependiendo del tipo de seguro contratado y de la antigüedad del vehículo. Es importante revisar las condiciones de esta cobertura y el criterio aplicado a la hora de comparar precios de seguros de coche.
¿Sabías que…?
Leer también: ¿Debo asegurar los accesorios de mi coche?
Es una de las coberturas que podemos encontrar en nuestra póliza. Significa que nos encontramos ante una pérdida o siniestro total, esto es, cuando la reparación del vehículo es superior a su valor actual o bien cuando es irrecuperable.
Es posible rechazar la indemnización que te ofrece la aseguradora si esta no te compensa y exigir la reparación del vehículo. Pero para ello, es determinante quién ha sido el responsable del accidente.
Para saber si un coche puede ser considerado en estado de pérdida total, es imprescindible conocer su valor. Este valor depende de la antigüedad del vehículo y el valor de indemnización.
Será la entidad del responsable la que te ofrecerá la suma de dinero correspondiente al valor de tasación del vehículo, el cual está determinado por su antigüedad y características. Si no estás conforme con la suma que te ofrecen tienes derecho a reclamar.
Cuando la culpa es tuya, los daños de tu vehículo están cubiertos únicamente si tienes contratada la cobertura de daños propios, que viene incluida en las pólizas a todo riesgo. En este caso, si el vehículo es declarado siniestro total, estás obligado a aceptar la indemnización que te ofrezca la compañía.
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