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en reseñas de GoogleLa mecánica es una de las ciencias más fascinantes. Cientos de piezas se unen y trabajan al unísono para que puedas ir y venir desde y a donde quieras. Una de las piezas más importantes dentro del complejo sistema de tu coche es la caja de cambios. Hoy te explicaremos, de forma sencilla, qué es y cómo funciona un componente indispensable para el funcionamiento de un vehículo. Sigue leyendo y descubre todo sobre la caja de cambios.
En términos sencillos, la caja de cambios es un sistema mecánico cuya función es transmitir a las ruedas una fuerza determinada. Esta fuerza se traduce en movimiento y, por ende, en velocidad. Es decir, la caja de cambios permite que puedas decidir a voluntad a qué velocidad conducir tu coche. Además, te permite seleccionar qué tanta fuerza necesitas de acuerdo al tipo de terreno, grado de pendiente o velocidad necesaria.
Sin la caja de cambios, el desplazamiento de tu coche sería menos que imposible pues la inercia del movimiento no lo haría llegar muy lejos. Asimismo, no podrías desplazarte por cuestas o tampoco podrías acelerar y/o reducir la velocidad cuando sea necesario.
En pocas palabras, sin la caja de cambios, tu coche y cualquier otro equipo a motor, no tendrían diferencia. Es por ello, que la caja de cambios se convierte en uno de los principales sistemas de un vehículo sin importar su tamaño o propósito. Pero, ¿Cómo funciona este complejo sistema? Fíjate cuál es el proceso básico que hace funcionar los cambios de marcha en tu coche:
Actualmente existen, básicamente, dos tipos de cajas de cambios: Manual y automática. El sistema manual ha sido históricamente el más común en España, aunque últimamente, el sistema automático ha ganado terreno y preferencia entre muchos conductores. A pesar de que existen claras diferencias entre los procesos y modos de conducción, esencialmente, ambos sistemas tienen un funcionamiento muy similar.
En un coche con transmisión manual, tienes diferentes marchas que van de 1º a 5º o incluso más, dependiendo del modelo. También existe una marcha atrás o reversa. Cada marcha tiene un propósito, una velocidad máxima y un efecto en las revoluciones del motor. Casi siempre, cuando arrancas tu coche desde cero, utilizas la primera marcha, que proporciona la máxima potencia y torque para poner en movimiento el coche. A medida que aceleras y ganas velocidad, debes cambiar a marchas más altas para un funcionamiento más eficiente y suave.
La caja de cambios está conectada al motor a través del embrague. Cuando presionas el pedal del embrague, desconectas el motor de las ruedas y puedes cambiar de marcha. Cuando sueltas el pedal del embrague, vuelves a conectar el motor a las ruedas con la nueva marcha seleccionada. Es un proceso suave y rápido que se hace cada vez más natural con la práctica y la conducción. Ahora bien, hemos mencionado a las cajas de cambios automáticas y probablemente te preguntarás cuál es la diferencia entre sistemas, mira algunas consideraciones.
Los coches “automáticos”, en realidad hacen referencia al tipo de caja de cambios. En los coches automáticos, la caja de cambios se encarga de cambiar las marchas por ti a través de un sistema automatizado. Para ello, se utiliza un convertidor de par en lugar de un embrague, lo que permite un cambio suave y automático de marchas. Simplemente seleccionas “Drive” y el coche hace el trabajo por ti. Esto hace que la conducción sea más sencilla, especialmente en el tráfico pesado, cuestas o largos viajes.
La ventaja evidente de las cajas de cambio automáticas, es la comodidad. A diferencia de las cajas manuales, no tienes que decidir cuál marcha debes usar en cada caso pues el coche lo hace de forma automática. Esto permite que el coche se adapte de forma autóloga a la velocidad y necesidades de potencia.
Sin embargo, es importante considerar que la comodidad suele tener un coste más alto y este tipo de vehículos suelen ser más costosos. Adicionalmente, los mecánicos especializados señalan que las cajas de cambios automáticas tienen un coste de mantenimiento y reparación mucho mayor.
En este sentido, probablemente te preguntarás si las cajas de cambios pueden sufrir averías. Lamentablemente, la respuesta es sí y de hecho, como un componente imprescindible e insustituible del coche, son una de las más caras en los talleres mecánicos. ¿Cómo descubrir que hay fallos en la caja de cambios? Fíjate en lo que dicen los expertos.
En un coche todas las piezas son importantes. No obstante, existen sistemas cuya importancia es tal que si presentan fallos, afectan a tal punto el funcionamiento que pueden inutilizar el coche. Uno de esos sistemas es el de transmisión. Una avería en la caja de cambios no permitirá el desplazamiento y por ende, se convierte en una de las “averías mayores” de un coche.
No necesitas ser un mecánico experto para reconocer o, al menos, tener algunos indicios de fallos en la caja de cambio. Mira algunas de las averías más frecuentes en las cajas de cambios y sus síntomas más evidentes:
Estos desgastes suelen ser la causa de visita más común al taller mecánico. Aún así, los mecánicos coinciden en que muchos conductores hacen caso omiso a las primeras señales de problemas y empeoran la situación. Con el uso y el tiempo, un pequeño desgaste puede convertirse en un fallo de envergadura que pone en riesgo la caja de cambios.
Sustituir la caja de cambios puede ser uno de los presupuestos más altos de reparaciones a tu coche. Fíjate en algunas de las consecuencias más importantes de no atender los síntomas de averías en la caja de cambios.
En lo que se refiere a costes, tiempos y alcances de las reparaciones de la caja de cambio, generalizar es prácticamente imposible. Aunque existen dos tipos de cajas de cambio, cada coche funciona con una tecnología y una serie de componentes únicos. Aún así, es posible establecer algunas de las reparaciones más comunes y una banda de precios promedio. Fíjate:
Uno de los problemas más comunes en las cajas de cambio es el desgaste del embrague. Si notas que tu coche patina al cambiar de marcha, es posible que necesites un reemplazo del embrague. Los costes varían según la marca y modelo del coche, pero en promedio, puedes esperar pagar entre 300 y 800€ por esta reparación. El tiempo de reparación suele ser de uno a dos días.
Las cajas de cambio necesitan un tipo de aceite especial para lubricar sus mecanismos y engranajes. Las fugas de lubricante de la caja de cambios son otro problema frecuente que suele suceder por desgastes de mangueras o juntas. Normalmente los puedes ver si notas manchas de aceite debajo de tu coche, este es un indicativo de que es hora de pasarte por el taller.
Los costes de reparación dependen de la gravedad de la fuga, si hay que sustituir piezas o cuál ha sido la afectación en el sistema. En el caso de las reparaciones más sencillas, suelen oscilar entre 100 y 300€, dependiendo de la gravedad de la fuga. El tiempo de reparación es relativamente corto, generalmente de unas pocas horas.
Los problemas con los sincronizadores son más frecuentes en coches con transmisiones manuales. Si sientes dificultades para cambiar de marcha, especialmente al subir o bajar, es posible que los sincronizadores necesiten atención. Los costes promedio de esta reparación están en el rango de 200 a 500€, y el tiempo de reparación es de uno a tres días.
Los ruidos y vibraciones inusuales durante la conducción pueden ser señales de problemas en la caja de cambios. Estos síntomas pueden estar relacionados con diversos componentes, como los cojinetes o los piñones. Los costes de reparación varían ampliamente según la gravedad del problema, pero podrían oscilar entre 300 y 1000€ o más.
Es importante recordar que, además de los costes de las reparaciones en sí, puedes incurrir en gastos adicionales. Estos podrían incluir el lubricante, piezas de repuesto y mano de obra. Asegúrate de obtener un presupuesto detallado antes de comprometerte con cualquier reparación.
Nuevamente, es prácticamente imposible generalizar costes, envergaduras o tiempos de reparación, pues dependen del modelo y marca de tu coche. Pero, un elemento común en el que coinciden todos los mecánicos es que los presupuestos aumentan en la misma medida del descuido. Es decir, si decides no prestar atención a las señales de fallo, lo más seguro es que pagarás más por cada día y cada kilómetro extra.
Un coste que no querrás afrontar es el de sustitución de la caja de cambios por daños mayores del sistema. En los casos más extremos y en el que las averías son irreparables, tendrás que asumir un coste que puede ser mayor a los 1500€.
Aunque no es necesario hacer un mantenimiento diario ni mucho menos, sí es conveniente hacer una revisión periódica de la caja de cambios. En el taller revisarán los niveles de lubricante y el correcto funcionamiento de todo el sistema. Además, con los softwares de diagnóstico actuales, hacer estas revisiones es cada vez más rápido, sencillo y económico.
La caja de cambios dual o de doble embrague es un tipo de transmisión automática que combina las ventajas de una caja de cambios manual y una automática. Este sistema consta de dos embragues independientes que permiten cambios de marcha rápidos y suaves, sin interrupción en la entrega de potencia al motor. La caja de cambios dual se ha vuelto popular en los coches modernos debido a su eficiencia en el consumo de combustible.
Si, el funcionamiento de las cajas de cambios, en todos los coches es bastante similar. En los coches automáticos, la diferencia está en un sistema de selección automático con un embrague interno.
Si es posible. Sin embargo, estos cambios deben ser homologados de acuerdo al Manual de Reforma de Vehículos. Además, debes hacerlo en un taller autorizado y con experiencia en este tipo de reparaciones.
Las cajas de cambios funcionan con una serie de componentes que sufren desgaste con el paso del tiempo y el uso. Vigilar el nivel de lubricante y el estado de los componentes de forma periódica es la mejor forma de cuidarla por un mayor tiempo.
https://tecvolucion.com/tipos-de-caja-de-cambios/
https://www.flexfuel-company.es/caja-de-cambios/
https://revista.dgt.es/es/motor/tecnologia-seguridad/2019/1119cambio-automatico.shtml
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