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Consigue ahora el 40% de reembolsoExisten muchos profesionales –desde policías a repartidores de pizza– que necesitan un vehículo, ya sea una moto, una camioneta o un coche, para desempeñar su actividad. Numerosas empresas y organismos públicos disponen de coches o automóviles de empresa que pueden utilizar libremente los empleados para su trabajo. Si la empresa cuenta con más de 10 vehículos, se considera que son una flota. Ésta puede estar compuesta por turismos, camiones o vehículos comerciales, como furgonetas o motocicletas. Aunque en Arpem.com no comercializamos seguros para flotas, sí que podemos darte información valiosa que debes conocer antes de contratar un seguro de este tipo.
Cuando una empresa trabaja con más de una docena de vehículos, lo que se considera una flota, ha llegado el momento de contratar un seguro de flotas. La principal ventaja de este tipo de seguros es que permiten precios más bajos que los seguros de coches particulares. tradicionales. Además, junto a las coberturas habituales de las pólizas individuales, un seguro de flota permite incluir a varios vehículos de distinto tipo en la misma póliza, aunque el precio de los seguros de flotas se calcula de forma individualizada.
Los vehículos comerciales se pueden asegurar con seguros flexibles y adaptados a las características de la flota, tenga el tamaño que tenga, gracias a los servicios y garantías que ofrecen las compañías. En la póliza de una flota empresarial se pueden incluir coberturas imprescindibles, como el seguro del conductor, la asistencia en viaje o el servicio de vehículo de sustitución. Pero también puede suscribirse un mismo seguro con distintas modalidades y coberturas para los distintos vehículos de la misma flota. De esta forma, se puede asegurar a terceros algunos vehículos, otros a terceros ampliado, otros a terceros con lunas o a todo riesgo con franquicia.
Las coberturas básicas de un seguro para flotas son las mismas que en un seguro de coche particular: responsabilidad civil obligatoria y voluntaria. Estas coberturas, al igual que en el caso de un coche privado, permiten proteger a los conductores de la empresa frente a los daños que puedan provocar a terceros. Además, entre las coberturas básicas, se incluyen también la asistencia básica en carretera, la defensa penal, la reclamación de daños o la gestión de multas.
Los seguros a terceros en ningún caso cubren los daños que puedan producirse en los vehículos asegurados en accidentes en los que la culpa sea del conductor del vehículo asegurado, ya que para ello es necesario contratar otras coberturas adicionales.
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Además de las coberturas básicas comentadas, las compañías ofrecen otras protecciones pensadas para los daños de los vehículos de flota. Además de la asistencia en viaje, daños propios, lunas, robo o incendio, también es posible contratar una cobertura de responsabilidad civil de la carga, imprescindible cuando la flota de empresa transporta productos o materiales. Una cobertura de este tipo, cubre los daños que el vehículo pueda producir en el transporte de esta carga y durante la descarga de la mercancía.
Además, se puede incluir también, la indemnización por incapacidad laboral, muy útil en caso de que un trabajador de la empresa tenga un accidente mientras conduce uno de los vehículos de la flota. En este caso, existen coberturas que se encargan de compensar económicamente al conductor si sufre una lesión temporal que le impida realizar su trabajo. También puede ser muy útil la cobertura de retirada del carnet, en caso de cometer una infracción de tráfico. Un seguro de este tipo permite garantizar las pérdidas económicas ocasionadas por esta situación.
Otra cobertura útil es la de apropiación indebida, que garantiza una indemnización económica si uno de los trabajadores decide irse y no devolver el vehículo de la empresa.
La primera ventaja de suscribir un seguro de flota es el ahorro económico, de al menos un 40%, respecto a otro tipo de seguros. Aunque, como ocurre con todos los seguros, el precio final de la póliza dependerá de las coberturas elegidas, la edad de los conductores y su perfil de siniestralidad. Por otra parte, un seguro de este tipo supone una gran simplificación de las gestiones.
El contrato es el mismo para todos los vehículos, aunque cada vehículo tendrá un seguro. También es importante que se pueden incluir nuevos vehículos a medida que va creciendo la flota. También es posible suscribir una única póliza y que los trabajadores de la empresa conduzcan los vehículos por igual, es decir, que no estén asignados a un empleado concreto.
Cuando una empresa no puede permitirse tener una flota de coches, una opción puede ser el “renting”. Según el Observatorio Sectorial DBK, esta es la solución que prefieren las grandes empresas en España a la hora de contar con una flota de vehículos.
La mayoría de las empresas tienen sus vehículos en alquiler y sólo el 7% opta por tenerlos en propiedad. El “renting” es un contrato firmado por el usuario con una compañía especializada, mediante el cual alquila uno o varios coches durante un espacio concreto de tiempo. Habitualmente, estos contratos suelen durar entre 36 y 48 meses. El arrendador paga una cantidad mensual fija, que varía según el modelo, los kilómetros que se van a recorrer y las funciones del vehículo. Cuando termina el arrendamiento los coches se devuelven y entonces se puede alquilar otro vehículo o acordar su compra.
En el caso de una flota, el “renting” puede incluir un seguro a todo riesgo, el mantenimiento del vehículo, las visitas de revisión al taller, la gestión de multas o, incluso, el pago de impuestos. Algunas empresas de “renting” ofrecen también gestionar la flota.
La importancia de un coche de sustitución
Quizá no consideres indispensable contar con un coche de sustitución cuando se trata de tu vehículo particular, pero, cuando se trata de vehículo de empresa, es buena idea contar con esta posibilidad, o, al menos, con una indemnización si la actividad del vehículo se detiene, evitando de esta manera que la empresa pierda dinero. Una cobertura muy básica no es recomendable para los vehículos de tu empresa, porque cualquier problema acaba incidiendo en la actividad y las ganancias de la empresa.
Para suscribir un seguro de empresa, el mismo para todos los vehículos y todos los conductores, es necesario contar con los datos de los trabajadores para que la compañía pueda calcular su perfil de riesgo en función de su edad, su siniestralidad y su experiencia.
Cuando una empresa tiene más de 10 vehículos para operar sus servicios, se considera que estos vehículos constituyen una flota y se puede contratar un seguro de flota, adaptado a las necesidades de la empresa
La primera es la económica: supone un ahorro importante frente a las pólizas individualizadas. Además, junto a las coberturas habituales de las pólizas individuales, un seguro de flota permite incluir a varios vehículos de distinto tipo en la misma póliza.
Las coberturas básicas de un seguro para flotas son las mismas que en un seguro de coche particular: responsabilidad civil obligatoria y voluntaria. Estas coberturas, al igual que en el caso de un coche privado, permiten proteger a los conductores de la empresa frente a los daños que puedan provocar a terceros. Además de la asistencia en viaje, daños propios, lunas, robo o incendio, también es posible contratar una cobertura de responsabilidad civil de la carga.
Otra cobertura útil es la de apropiación indebida, que garantiza una indemnización económica si uno de los trabajadores decide irse y no devolver el vehículo de la empresa.
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