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Consigue ahora el 40% de reembolsoEscoger lunas tintadas para tu vehículo puede resultar una opción interesante y con muchas ventajas y no necesariamente cara. Lo habitual es que se instalen en la parte trasera del coche. Pero, antes de tomar una decisión, debes asegurarte de que tus lunas tintadas están homologadas, de lo contrario no pasarás la ITV y, además, pueden multarte con hasta 200 euros.
Los cristales tintados son los que se instalan en un coche de fábrica. Ya están homologados, por lo que no debes preocuparte, porque pasarán la ITV. Un segundo tipo de cristales tintados son las lunas laminadas: son las que se pueden instalar en el coche, después de comprarlo, y que se ponen en los talleres especializados. Estas láminas se adaptan a la parte interna de los cristales, y se recortan siguiendo su tamaño y su forma. También pueden adquirirse con las medidas exactas.
Las lunas laminadas y las tintadas no son lo mismo. Las segundas vienen de fábrica: llevan un tratamiento en el interior del cristal. Las primeras son lunas convencionales, incluso tintadas, a las que se les añade una lámina de oscuridad variable. Esta lámina es de poliéster con una capa acrílica por un lado y por el otro con una capa adhesiva.
Las lunas tintadas ya están homologadas. Las laminadas deben pasar el visto bueno de la ITV.
La legislación no obliga a que las lunas tintadas figuren en la ficha de la ITV, una vez instaladas. Basta con pasar la revisión en la fecha en que te corresponda habitualmente, pero tendrás que aportar un certificado de homologación por parte del fabricante de las láminas y del taller que las ha instalado. Debe constar el sello en todos los cristales laminados del vehículo, con la marca.
De lo contrario, la ITV será desfavorable, y tendrás que cambiar o retirar las láminas de los cristales, porque no te estará permitido circular con ellos. Te pueden poner una multa de hasta 200 euros, aunque no te retiran puntos.
La Ley dice, en el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, que solo se puede circular con láminas adhesivas que estén homologadas o, en su defecto, cortinillas para protegerse del sol en las lunas de atrás, siempre y cuando el vehículo lleve dos retrovisores exteriores. Solo es posible laminar o tintar los cristales traseros, en ningún caso el parabrisas y las lunas laterales delanteras.
Pero, hay excepciones a esta normativa: es el caso de los vehículos oficiales o los cuerpos de seguridad del Estado. En estos casos, se pueden llevar tintadas todas las lunas del vehículo. También es posible cuando el conductor o sus ocupantes son personas enfermas, con una especial sensibilidad al sol.
Fuente:
Reglamento General de Circulación, artículo 19
En primer lugar, las láminas presentan diferentes grados de oscurecimiento, que nunca puede ser del 100%, y distintas tonalidades. El precio varía según el tamaño del coche. Suele situarse a partir de los 50 euros. Esta opción es interesante si te decides a oscurecer las lunas meses después de haber comprado el vehículo. En cualquier caso, es necesario que escojas un taller especializado que las instale homologadas.
Las lunas laminadas ayudan a proteger a los pasajeros del sol y mejoran la seguridad al evitar deslumbramientos y un exceso de calor. Además, ayudan a mantener la privacidad. Los laminados bloquean también el 99% de los rayos UV. Al mantener la temperatura sin tener que utilizar el aire acondicionado disminuye el consumo de combustible. Los cristales laminados tienen otra ventaja: la lámina impide que, en caso de rotura, los fragmentos del cristal roto salgan eyectados hacia los pasajeros.
Repasamos toda la información recopilada hasta el momento sobre las lunas tintadas o laminadas:
A pesar de todas sus ventajas, no hay que dejar de lado algunas desventajas. Por ejemplo, el hecho de que disminuyen la luminosidad del interior del vehículo, lo que puede ser especialmente peligroso de noche, porque puede disminuir la visibilidad.
Además, puede complicar las cosas a la hora de aparcar, puesto que los cristales traseros son los que más se utilizan para esta maniobra. Esto dependerá del grado de oscurecimiento elegido para las láminas o el tintado. Además, las lunas tintadas se deben declarar al seguro, porque, en caso de siniestro, muchas compañías no las cubrirán.
Si se trata de lunas laminadas, puedes retirar tú mismo la lámina si está en mal estado o deteriorada, no obstante, cuando las lunas están homologadas, su duración es muy larga. Si son de mala calidad, podrían empezar a despegarse por los bordes. Cuando cambies de opinión y ya no quieras seguir utilizando lunas tintadas, las láminas se pueden retirar con un decapador, en un taller, o incluso lo puedes hacer tú mismo. No encierra mucha dificultad. Tienes que tener cuidado únicamente con los hilos térmicos de la luneta trasera, se pueden desprender. Lo mejor es llevar el coche al especialista. Quitar las láminas de un coche cuesta, aproximadamente, 60 euros.
Uno de los estándares con los que cumplen los coches actuales es la protección frente a la radiación ultravioleta, según lo marcado por la Unión Europea. Los cristales tintados y las láminas solares aumentan esa protección. Los de mejor calidad protegen a un 70% más y reducen hasta en cinco grados la temperatura. Los cristales tintados con los que sale el vehículo del taller son más caros, pero no necesitan una homologación extra. Recuerda que tampoco se pueden instalar con un 100% de opacidad.
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Si tus cristales son normales, están cubiertos por la cobertura de lunas en caso de que se rompan o dañen. Pero, si tus cristales están tintados, debes comprobar que están incluidos en la cobertura. Algunas compañías lo cubren, sin necesidad de declararlos en la póliza. Para otras es imprescindible incluirlas y puede suponer un plus en tu prima. Un tercer tipo las sustituyen en caso de siniestro, pero también existen compañías que, si bien te sustituyen las lunas dañadas, solo lo hacen por unas normales y las tintadas tendrás que pagarlas tú de tu bolsillo.
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En la actualidad es frecuente que todos los coches nuevos salgan del taller con un ligero tintado. Luego el propietario suele modificar este oscurecimiento y darle mayor intensidad. Hay que distinguir entre lunas tintadas y lunas laminadas. Las tintadas absorben parte de la luz exterior y reducen la temperatura y los deslumbramientos. Las tintadas vienen de fábrica con un tratamiento en el interior del cristal. Las laminadas son lunas normales a las que se adhiere una lámina de oscuridad variable.
No es necesaria una visita específica. Las pueden revisar en la siguiente cita agendada. Eso sí, requisito indispensable es que las láminas estén homologadas por el Ministerio de Industria.
Las lunas oscurecidas, sean del formato que sean, tienen varias ventajas: hacen que el aire acondicionado trabaje de forma más eficiente, evitar inoportunos deslumbramientos, protegen de los rayos UV y preservan la tapicería.
Fuentes
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