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Consigue ahora el 40% de reembolsoLa gravedad de un siniestro varía en función del tipo de colisión en la que te has visto envuelto. No es lo mismo sufrir una colisión frontal que una lateral o que el vehículo vuelque. Además, no es lo mismo un choque que una colisión. La colisión ocurre entre dos vehículos, mientras que el choque es un golpe contra un objeto estático. Las colisiones suelen producirse habitualmente por una actitud negligente o irresponsable de uno de los conductores. Analizamos qué tipo de colisiones se pueden producir y cuál es la que tiene consecuencias más graves.
Un accidente de circulación es una colisión que se produce entre dos o más vehículos. Es un choque violento entre dos o más vehículos de los cuales uno de ellos, al menos, esté en movimiento. La energía de este choque en movimiento se traslada de unos coches a otros. La consecuencia son daños materiales y personales de los ocupantes. La causa más frecuente de las colisiones entre vehículos suele ser el exceso de velocidad, aunque existen otros factores. Pero, cuanto más rápido va uno de los coches, mayor es el impacto entre ellos. En las colisiones pueden verse envueltos también peatones y animales.
En este caso, la colisión se produce en la parte frontal del coche, de manera que los ocupantes son desplazados hacia delante por la fuerza del golpe. En estos casos, el cinturón juega un papel esencial. Las consecuencias, si no se lleva abrochado, son muy graves, porque los ocupantes siguen la trayectoria hasta chocar contra un elemento inerte, como los asientos delanteros, el parabrisas o el salpicadero.
Afortunadamente, los accidentes frontales han disminuido desde 2017: han pasado del 28% al 19% en 2021. Para prevenir las colisiones frontales es esencial mantener una distancia de seguridad adecuada. Debe ser de, al menos, 100 metros, lo que evitará una colisión si hay un frenazo brusco. Además, hay que llevar siempre el cinturón, porque las posibilidades de sobrevivir a una colisión frontal son muy altas si se lleva cinturón. Además, es importante revisar el estado del airbag: en este tipo de accidentes, este dispositivo aumenta entre un 7% y un 17% las probabilidades de no sufrir ningún daño.
En este tipo de accidentes, el impacto procede de uno de los laterales. Este tipo de colisiones suelen ser más graves que las frontales, porque los ocupantes suelen acabar mucho más cerca del coche que ha impactado contra ellos. Estas colisiones son las más frecuentes en las carreteras españolas. Suponen el 30% de todos los accidentes que se producen en España. Las entradas y salidas en las rotondas acaparan uno de los mayores índices de colisiones laterales. Los airbags laterales son la protección más eficaz en estos casos.
Estos impactos se producen cuando un coche que está parado es alcanzado y golpeado por otro que se acerca por detrás. También es una colisión por alcance la que se produce cuando los dos coches están en movimiento, y el de detrás “alcanza” al de delante porque circula a una mayor velocidad. Este tipo de colisiones son responsables del 40% de las lesiones que se producen a causa de un accidente de tráfico en las carreteras españolas.
En este tipo de colisiones, la velocidad es un elemento crucial. Si conduces a una velocidad mayor de la indicada, no tendrás margen para frenar a tiempo. Lo importante para evitar este tipo de accidentes es respetar los límites de velocidad y la distancia de seguridad. También hay otras causas importantes a tener en cuenta en las colisiones por alcance: los deslumbramientos tanto en el amanecer como en el atardecer. Por eso es importante llevar unas buenas gafas de sol en el coche.
El vuelco suele producirse porque el coche gira sobre sí mismo o sobre uno de sus laterales y el conductor pierde el control. El coche suele volcar, a menudo, cuando el conductor hace una maniobra brusca para evitar una colisión. En este tipo de situaciones es también crucial la velocidad. Cuanto mayor sea la velocidad, más posibilidades hay de perder el control, al desviarnos para evitar un choque.
Para evitar choques es también importante estar pendiente de las señales que indican la presencia de animales en los márgenes de la carretera. Cuando el conductor se encuentra con un animal, lo que hay que hacer no es girar bruscamente el volante para evitarlo, sino tratar de frenar.
En España ocurren una media de 11.000 atropellos anuales. Y en las grandes ciudades son más frecuentes. Cuanto más pesado es el vehículo, más grave es el atropello. Además, la carrocería también juega un papel esencial. Los parachoques deformables o fabricados en plástico hacen que el atropello sea menos grave. Las zonas donde se producen más atropellos son los pasos de peatones y los semáforos. Por eso es imprescindible circular a la menor velocidad posible si conduces por una zona con muchos peatones. Una señal clave es la de escuelas cercanas, no es fácil detectar a los niños, al ser de una menor altura.
Este tipo de accidente puede suceder tanto en las ciudades como en las carreteras interurbanas. Involucra a varios vehículos. Puede producirse por un accidente en cadena. La causa más frecuente es no respetar la distancia de seguridad y no estar lo suficientemente atento a la conducción. No se recomienda salir del coche, porque el peligro de ser atropellado es enorme en estas circunstancias.
La gravedad de un accidente de tráfico depende de una serie de factores. El primero es lo que se denomina intercambio de energía: cuanto mayor es el vehículo con el que chocas, mayor será la gravedad de la colisión. Los vehículos más resistentes a los impactos son también los que mayores lesiones pueden producir a un conductor o a un peatón. En segundo lugar, es importante la distancia de detención o de frenado. Cuanto más pueda frenar el conductor, menos fuerte será el impacto.
Es esencial, por ello, mantener la distancia de seguridad, porque nos permitirá reaccionar a tiempo de prevenir una colisión. En tercer lugar, juega un papel la superficie afectada por la colisión. Cuanto mayor es la superficie que te golpea, más grave es la colisión. Como veíamos más arriba, la colisión que provoca resultados más graves son las laterales, porque los coches no ofrecen protección lateral y todavía hay pocos vehículos con airbags laterales. Este tipo de impactos pueden ser mortales.
Cuando se produce un accidente, un factor importante para que sus consecuencias no sean tan graves es la pericia del conductor al volante. Repasamos algunos elementos importantes para tratar de reducir el riesgo de colisión:
Entre las maniobras que debemos adoptar para evitar que el daño sea mayor, se encuentran prevenir al otro conductor o peatón con ráfagas de luz o el sonido del claxon. Son situaciones en las que el conductor que avisa no corre peligro. También se puede aumentar o reducir la velocidad o girar para evitar la colisión. Finalmente, el conductor que avisa puede mezclar todas estas maniobras, incluyendo frenar con giro hacia uno de los laterales, frenar de forma rápida y brusca o acelerar para evitar al otro vehículo.
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Cuando en un accidente se ven envueltos varios vehículos, la razón puede ser doble: por lo que se llama un alcance por lanzamiento, que se produce cuando un coche alcanza al de delante y éste, colisiona con el de delante causándole daños; o por el doble alcance trasero, que se produce cuando un vehículo frena bruscamente y el que va detrás no tiene tiempo de hacerlo y lo embiste.
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En el caso del alcance por lanzamiento, la compañía aseguradora del vehículo culpable, es decir, el del primer vehículo que alcanza al de delante, es la que debe hacer frente a los gastos ocasionados. En el caso del doble alcance trasero, son las compañías de cada coche que ha alcanzado al de delante las que se deben hacer cargo de los daños. En ambas situaciones, si eres el responsable y has sufrido daños, tu compañía cubrirá los gastos si dispones de la cobertura de daños propios, que está incluida en un póliza de seguro a todo riesgo.
Cuando el alcance se produce entre dos vehículos es posible acordar una solución siguiendo el convenio entre aseguradoras, tras haber rellenado una declaración amistosa. Cuando hay varios involucrados en un accidente, a veces no es fácil establecer la responsabilidad del siniestro. Las aseguradoras suelen llegar a acuerdos, de forma que cada una se obliga a pagar una parte, o acaban en una resolución judicial.
La colisión ocurre entre dos o más vehículos, mientras que el choque se produce contra un objeto inerte que no está en movimiento. La razón de una colisión suele ser conducir de forma negligente o sin la suficiente atención. El exceso de velocidad es una de las causas más frecuentes.
Las colisiones más graves suelen ser las laterales, porque en ellas ni el conductor, ni los pasajeros están protegidos ante la embestida del otro vehículo. Existen airbags laterales, pero son todavía muy poco frecuentes.
Lo fundamental es respetar los límites de velocidad, mantenerse atento al tráfico y a las señales de circulación y llevar abrochado el cinturón de seguridad. También es importante cuidar el vehículo: un buen mantenimiento, disminuye el riesgo de accidente.
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