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Consigue ahora el 40% de reembolsoConducir una moto es una muy buena alternativa para moverse por la ciudad. Existen varios tipos de permisos adaptados a las potencias de los vehículos y la edad del conductor. Además, hay que tener en cuenta una serie de normas de seguridad a la hora de conducir este tipo de vehículos.
Hay cuatro carnets de motos diferentes, dependiendo de la potencia de la moto y la edad del conductor. Repasamos los distintos tipos a continuación.
Además de hacer un examen teórico y otro práctico, hay que aportar un informe de aptitud psicotécnica, expedido por un centro de reconocimiento de conductores, que debe ser de la provincia en lo la tarjeta de residencia en vigor y una declaración de no que no estás inhabilitado para conducir cualquier tipo de vehículo. El examen teórico tiene 20 preguntas y la práctica dos ejercicios de maniobras en un circuito cerrado. Lo más sencillo es hacer todos los trámites a través de una autoescuela.
Se puede acceder a este permiso a partir de los 16 años. Esta licencia te habilita para conducir motos de 125 cc y hasta 15 CV de potencia, entre ellos los “scooters” de tres ruedas de esta misma potencia. Para obtener este permiso, hay que aportar la misma documentación que el caso de una AM y realizar un examen teórico que consta de dos partes, la primera, sobre conocimientos generales, que tiene 30 preguntas, y otra, con preguntas más específicas, sobre motos, con 20 preguntas. Esta prueba no tendrás que repetirla más adelante, cuando te presentes a la obtención de los permisos permisos A2 y A. Tras realizar las pruebas teóricas, debes presentarte a dos pruebas prácticas en un circuito especial y en la calle. También es posible conducir una moto del nivel A1, si tienes una antigüedad de 3 años o más en tu carnet B de 3 años o más
Podrás examinarte del permiso A2 cuando cumplas 18 años. Una vez que hayas cumplido los 18 años de edad, podrás examinarte del A2. Para obtenerlo, deberás añadir a toda la documentación, un examen teórico general y otro específico sobre motos. Los exámenes prácticos son parecidos, también en circuito cerrado en la calle. Sin embargo, hay algunas excepciones. Si tienes el permiso B, no tendrás que presentarte al examen teórico general. Si estás en posesión del permiso A1, desde hace menos de dos años, no necesitarás realizar el examen teórico general, ni tampoco el específico. Si posees el permiso A1 desde hace más de dos años, tampoco tendrás que pasar el examen teórico general, ni el específico, el examen práctico en circuito cerrado.
Si quieres obtener la licencia A, hay que estar en posesión de la A2 previamente, durante al menos dos años. Por eso, la edad mínima para obtener este permiso son los 20 años, porque el A2 se puede obtener a los 18 años. Para conseguir este permiso, hay que acudir a unas clases con una duración de nueve horas y que se dividen entre un curso teórico de tres horas de concienciación y sensibilización, otro práctico de cuatro horas para realizar maniobras en circuito cerrado cerrado y otras dos horas en la calle. También deberás presentar un certificado médico y varias fotos.
Si vas a conducir una moto, necesitas tener en cuenta varias cosas, desde un buen equipamiento hasta ser muy precavido si conduces con lluvia. Repasamos a continuación una serie de elementos que todo conductor de motos debe saber:
Es muy importante pasar un periodo para adaptarse a la moto y conocer a fondo la tecnología y su funcionamiento en el asfalto. Conviene empezar con una conducción suave e ir viendo la reacción de la moto en distintas circunstancias, como adelantamientos, curvas o frenado.
Algunos expertos recomiendan contratar algunas clases prácticas con un profesional, para terminar de conocer el vehículo. De esta forma adquirirán un buen conocimiento, con buenos hábitos, lo que aumentará la seguridad.
Al principio, cuando aún te estás adaptando a la moto, conviene que no lleves pasajeros, porque su presencia en la moto modifica las distintas condiciones de conducción, como el tiempo de frenado, por ejemplo.
Los expertos también aconsejan circular en carretera al principio y no en zonas urbanas. Así podrás conocer a fondo tu vehículo sin las presiones del tráfico urbano o el riesgo que entraña la presencia de peatones.
Para circular con moto, es necesario hacerlo con guantes, un casco homologado, un calzado cerrado adaptado a la conducción y una cazadora reforzada en los hombros, así como unas rodilleras. Así estarás bien protegido de rozamientos y magulladuras
No es recomendable empezar a conducir con lluvia. Esto exige ya un conocimiento previo y un control adecuado del vehículo. Es mejor que antes de lanzarte por calzadas mojadas estés familiarizado con él.
Frenar en caso de emergencia suele ser algo común en un entorno urbano. Es esencial aprender a manejar los frenos con diferentes intensidades. Lo más recomendable es un vehículo con frenos ABS.
Esto es especialmente importante en ciudad. Y se combina con un buen control de los frenos.
Esto es importante con todo tipo de conducción y nos ayuda a entender nuestro vehículo mejor.
Los motoristas son uno de los colectivos más vulnerables en la carretera. Por eso las consecuencias de un accidente, al no tener carrocería que los proteja, pueden ser mucho más graves. Hay que guardar las distancias de seguridad y ser muy prudentes a la hora de respetar los límites de velocidad.
Los expertos de Arpem recomiendan…
Como con otros vehículos, es indispensable disponer para tu moto de un seguro de responsabilidad civil obligatoria, que cubra daños físicos y materiales, y que esté adaptado al modelo y la cilindrada de tu vehículo. Igual que con los coches, se puede elegir una póliza a todo riesgo, a terceros o a terceros ampliado.
Son cuatro y dependen de la cilindrada y la potencia del vehículo y de la edad del conductor. Son los permisos AM para ciclomotor, el A1 para motocicleta, el A2 para vehículos de 47 cv y el A para todo tipo de vehículos.
Por supuesto. Para poder circular por las carreteras españolas deben haber suscrito un seguro de responsabilidad civil obligatorio, al igual que con cualquier otro vehículo a motor del que seas propietario.
Además de presentar la documentación requerida –el DNI y una declaración de no estar inhabilitado para conducir motos– hay que realizar un test psicotécnico y una prueba teórica y otra práctica, habitualmente en un circuito cerrado.
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