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en reseñas de GoogleLa atención primaria es, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer nivel de cualquier sistema de salud, el escalón previo a la asistencia especializada u hospitalaria. Tanto en los sistemas públicos, como en los servicios privados de salud, la asistencia primaria o de cabecera comprende actividades de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención de las enfermedades, asistencia sanitaria, mantenimiento y recuperación de la salud y rehabilitación. La atención primaria, en los sistemas sanitarios, garantiza la atención a lo largo de toda la vida del paciente. La proporcionan especialistas en medicina familiar y comunitaria o en medicina general, además de especialistas en pediatría, salud mental y profesionales de enfermería.
La atención primaria proporciona exámenes físicos, tratamiento de enfermedades comunes y prevención, además de actividades como la inmunización –la puesta de vacunas– y la detección temprana de enfermedades. Los médicos de atención primaria son generalmente los primeros profesionales de la salud a quienes los pacientes consultan cuando tienen un problema de salud. Los especialistas de atención primaria examinan al paciente y le hacen un seguimiento y, si lo consideran necesario, pueden enviar al paciente a la consulta de un especialista.
En la atención primaria, existen diferentes tipos de servicios que se adaptan a las necesidades de cada persona. Primero, está la atención médica general, que es la más común. Aquí es donde acudes cuando necesitas un chequeo, tratamiento para una enfermedad común, o un consejo de salud general. El médico de cabecera es quien te atiende y te orienta sobre qué hacer.
Luego, tienes la atención pediátrica, enfocada en los niños y adolescentes. Los pediatras se especializan en el desarrollo y las necesidades de salud de los más pequeños, asegurando que crezcan sanos y fuertes.
Otro tipo es la atención geriátrica, que se centra en las personas mayores. A medida que envejeces, necesitas otros cuidados, como el manejo de enfermedades crónicas o la prevención de caídas.
Un médico de atención primaria es un profesional de la salud especializado en medicina general. Desempeña un papel fundamental en la provisión de atención médica. La mayoría de las personas que trabajan en la atención primaria son médicos con titulación, pero también hay enfermeros, pediatras y especialistas en salud mental en las consultas de atención primaria. El médico de atención primaria es el profesional al que acudimos para las revisiones periódicas o cuando necesitamos atención médica en situaciones no urgentes. El pediatra se encarga de brindar seguimiento a los trastornos comunes de la infancia, como fiebre leve, tos, erupciones cutáneas o náuseas. En general, el pediatra puede determinar la causa del problema y decidir el tratamiento adecuado en cada caso. Los médicos de atención primaria pueden tratar las enfermedades y afecciones de sus pacientes en sus propias consultas. Sin embargo, si es necesario, pueden derivar al paciente a un especialista específico según cada situación.
La asistencia primaria es una asistencia a demanda, esto es, a ella acuden los pacientes cuando lo consideran necesario mediante citas, programadas y urgentes, tanto en la consulta como en el domicilio del paciente. El equipo de atención primaria prescribe y realiza procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Además, proporciona vigilancia en la protección de la salud, rehabilitación básica y servicios específicos relativos a la mujer, la infancia, la adolescencia, los adultos, la tercera edad, los grupos de riesgo y los enfermos crónicos. También colabora en la atención paliativa a enfermos terminales y en el cuidado de la salud mental en coordinación con los servicios de atención especializada.
El equipo de atención primaria también se encarga de autorizar la atención que necesites con un especialista. Ellos aseguran que recibas el seguimiento adecuado y que toda tu información médica sea completa.
Además, el equipo de atención primaria trabaja en programas que benefician a toda la comunidad, como campañas de vacunación, prevención de enfermedades infecciosas, y promoción de hábitos saludables.
La atención primaria se dispensa por zonas geográficas, en los barrios o comunidades, y es el punto de acción del equipo, donde trabajan médicos y pediatras, enfermeros, administrativos y celadores. Los profesionales reciben a los pacientes en la consulta o los visitan en su domicilio, si estos no pueden desplazarse por razón de su enfermedad, o son inmovilizados crónicos que precisan ayuda de otra persona para las actividades básicas de la vida diaria o pacientes terminales. Los centros de salud pueden disponer también de trabajadores sociales, matronas, que educan para el parto y supervisan aspectos generales del embarazo, y fisioterapeutas.
Además de los médicos, pediatras, enfermeros y administrativos, hay otros miembros importantes en el equipo.
Por ejemplo, los trabajadores sociales están ahí para ayudarte con problemas que pueden afectar tu bienestar, como dificultades económicas o situaciones familiares complicadas. Las matronas no solo te acompañan durante el embarazo, sino que también te preparan para el parto y te apoyan después del nacimiento del bebé.
Los fisioterapeutas también son parte del equipo y te ayudan a recuperar movilidad y fuerza si has tenido una lesión o si necesitas rehabilitación por alguna otra razón.
La investigación en Atención Primaria es muy importante porque sus resultados se pueden trasladar muy fácilmente a la práctica clínica habitual. Además, al ser una atención universal, la atención primaria permite realizar amplios estudios epidemiológicos en la población, y validar en situaciones “reales” y en pacientes no seleccionados de forma sesgada los resultados de investigaciones realizadas de manera controlada en otros ámbitos de la medicina.
En los países del hemisferio occidental, con un contexto de enfermedades crónicas y de envejecimiento, cobra especial importancia el cuidado de los enfermeros en la prevención de complicaciones, en el control de la enfermedad y en preservar la calidad de vida. La investigación en este aspecto es muy importante en la práctica asistencial enfermera, porque aporta considerables beneficios a los pacientes, al mejorar los cuidados. Al igual que con la práctica del médico de asistencia primaria, la investigación en enfermería contribuye al desarrollo de una mejora de la atención de forma muy directa.
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Las mayores dudas suelen surgir con los niños y los menores. Llame al médico de atención primaria o al pediatra sobre dudas que no sean de carácter urgente. Entre ellas, se incluyen las siguientes: fiebre alta, dolor de oídos, dolor abdominal, dolor de cabeza que no remite, erupción en la piel, respiración sibilante o tos persistente. Ante la duda, siempre es mejor llamar. Incluso si su médico no puede hablar con usted, alguien más de la consulta o del centro podrá hacerlo e indicarle si debiera, o no, llevar a su hijo a un servicio de urgencias. Durante los fines de semana y por la noche, en algunos centros de atención primaria de algunos países suelen tener contestadores automáticos que les permiten ponerse en contacto con usted si les deja un mensaje. En el caso de los adultos, llamar al médico de atención primaria es el primer paso para resolver un problema de salud en el especialista adecuado. El facultativo le orientará sobre la gravedad de los síntomas y le asegurará si debe o no acudir a una urgencia, a un especialista o simplemente seguir un tratamiento supervisado en el centro de salud.
El acceso a la atención ambulatoria especializada se efectúa por indicación del médico de atención primaria. El acceso a la asistencia en régimen de hospitalización se realiza en un centro de especialidades o en un hospital por indicación del médico especialista. Entre las pruebas que pueden realizarse en un contexto hospitalario figuran la amniocentesis, las biopsias (para detectar tejido canceroso),las mamografías, las colonoscopias o el diagnóstico por imágenes (radiografías, ecografías, TAC).
Hay situaciones en las que es necesario acudir directamente a un centro de urgencias. En el caso de los menores, por ejemplo, si tienen dificultades para respirar, les falta el aliento, presentan un cambio repentino en su estado mental, como estar confusos, desorientados o son muy difíciles de despertar, si tienen un corte en la piel que sangra mucho, y no se puede cortar la hemorragia, si tienen rigidez de cuello o de nuca y fiebre y latidos acelerados del corazón que no desaparecen. También hay que acudir directamente a urgencias si el niño ha ingerido una sustancia venenosa o una cantidad excesiva de un medicamento, o si se da un golpe en la cabeza que no parece ser leve. En el caso de los adultos, hay que vigilar que la presión arterial sea demasiado baja o la frecuencia respiratoria demasiado elevada, así como si disminuye el nivel de consciencia, si hay cefalea (dolor de cabeza) intensa, problemas en la movilidad de una parte del cuerpo o crisis epilépticas, hemorragias o erupciones cutáneas generalizadas con fiebre elevada o se sufre una fractura. También hay que estar pendientes de la aparición de fiebre en los ancianos o en las personas en tratamiento de quimioterapia o recién operados y si la fiebre va acompañada de dolor abdominal o torácico.
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La Atención Especializada se presta en Centros de Especialidades y Hospitales, de manera ambulatoria o en régimen de ingreso. La atención especializada comprende el diagnóstico y la terapia, así como la rehabilitación y los cuidados complementarios del paciente, en enfermedades o trastornos que requieren exploraciones y pruebas específicas y la opinión de médicos formados en una especialidad sanitaria. La medicina especializada también lleva a cabo actividades de promoción de la salud, educación sanitaria y prevención de la enfermedad. Tras la finalización del tratamiento, el paciente y su información clínica correspondiente, retornan al médico de Atención Primaria quien garantiza visión clínica y terapéutica global.
En la atención primaria, hay varios factores que pueden influir en la calidad de la atención que recibes:
A pesar de ello, se han realizado mejoras significativas en la atención primaria que te benefician:
La telemedicina es un servicio de salud que se ofrece a través de la tecnología, permitiéndote recibir atención médica sin necesidad de estar físicamente en la clínica u hospital en el que necesites atención médica. Esto se hace mediante videollamadas, llamadas telefónicas o incluso a través de aplicaciones de mensajería. Básicamente, en lugar de ir a ver al médico, el médico viene a ti, pero a través de tu ordenador o teléfono.
En la atención primaria, la telemedicina ofrece varios servicios muy útiles. Por ejemplo, puedes tener consultas médicas para hablar sobre síntomas o problemas de salud sin salir de tu casa o del trabajo. También te permite recibir recetas para medicamentos, seguir controles de enfermedades crónicas como la diabetes, o recibir orientación sobre cómo tratar enfermedades menos graves como un resfriado.
Además, la telemedicina facilita la atención continua, ya que te permite mantenerte en contacto con tu médico de manera más frecuente y cómoda. Esto es especialmente útil si vives en una zona rural o tienes dificultades para desplazarte. Con la telemedicina, puedes acceder a la atención médica que necesitas, sin importar dónde te encuentres.
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La atención primaria es el primer escalón en la atención médica. Su labor consiste en atender trastornos que no requieren una asistencia especializada y en promover hábitos saludables.
La atención primaria se organiza por zonas geográficas en centros de salud. Los especialistas de atención primaria examinan al paciente y le hacen un seguimiento y, si lo consideran necesario, pueden enviar al paciente a la consulta de un especialista.
Los equipos de atención primaria comprenden médicos de familia, enfermeros, matronas, pediatras y fisioterapeutas.
Hay que vigilar que la presión arterial sea demasiado baja o la frecuencia respiratoria demasiado elevada, así como si disminuye el nivel de consciencia, si hay cefalea (dolor de cabeza) intensa, problemas en la movilidad de una parte del cuerpo o crisis epilépticas.
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