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Consigue ahora el 40% de reembolsoSeguramente si has llegado hasta aquí es porque estás buscando un seguro de vida que se adapte a tus circunstancias financieras y personales. Antes de empezar a buscar, hay una serie de conceptos y palabras clave que debes saber. Por eso, en el artículo de hoy te encontrarás con el léxico principal que encontrarás en los seguros de vida. Conviértete en todo un experto en la materia con el siguiente glosario.
Habitualmente, se habla de contrato y póliza de manera indistinta en los seguros de vida, pero no es exactamente lo mismo. El contrato en sí es un acuerdo legal que hace la compañía de seguros y la persona que contrata el seguro (asegurado o tomador).
Dentro del contrato se estipulan los términos, condiciones, coberturas, la forma en la que se va a pagar las primas, las políticas de la compañía y los beneficiarios, entre otros detalles relevantes.
Y luego está la póliza, que es el documento en sí. En este documento se pone de forma escrita todo lo estipulado en el contrato del seguro. En ella aparece el número de póliza y las condiciones generales y específicas.
Para resumirlo de una forma más sencilla, el contrato es lo que firma el tomador o asegurado y la póliza es el documento que lo formaliza.
El tomador del seguro de vida es la persona que contrata la póliza y tiene la obligación de pagarla. El tomador también puede ser una entidad como tal. Los datos de dicha persona o entidad estarán registrados en el seguro, pero esta figura puede que no sea la asegurada.
Un ejemplo claro es una madre o padre que deciden hacerle un seguro a su hijo. Aquí el tomador sería el padre, la madre o ambos, pero el asegurado como tal sería su descendiente. También ocurre con las empresas, ya que muchos convenios obligan a suscribir una póliza de seguro por una cantidad estipulada a sus empleados.
El asegurado como figura es la persona protegida dentro de un seguro de vida. Si tú decides contratar un seguro para ti, esa persona serás tú.
Como su propio nombre indica, son las personas que reciben un beneficio en el caso de un siniestro. Estas personas pueden ser físicas o jurídicas y el asegurado puede decidir el número de beneficiarios en su seguro.
En el caso de los seguros de vida, cuando se produce un fallecimiento, los beneficiarios reciben el capital asegurado. Este capital es el que, previamente, ha pactado el tomador o el asegurado con la compañía aseguradora. El dinero a percibir por los beneficiarios es el estipulado en el contrato y la póliza.
Si estás pensando en buscar un contrato de seguro de vida y formalizar todo el proceso, aparte de los conceptos anteriores, existen otros términos que aparecerán y debes conocer para entender mejor qué es lo que estás contratando. ¡Toma nota!
Ahora que ya conoces los términos más comunes e importantes de un contrato de seguro de vida, no tienes excusa para investigar lo que te ofrecen las compañías entendiendo todos los conceptos. Si quieres hacerlo fácil, entra en Arpem.com, en tan solo unos minutos encontrarás el mejor seguro para ti.
La palabra glosario tiene su origen en la palabra latina glossarium, que viene del griego glossa. En un primer momento, esta palabra se utilizaba para determinar aquellos conceptos técnicos y complejos de una lengua, pero en la actualidad ha cambiado su enfoque. Un glosario puede ser útil para ayudar a dar una mayor cantidad de datos de un tema y hacer más sencilla su comprensión. La temática no tiene por qué ser relacionada con la lingüística en sí.
Existen glosarios de todo tipo, desde índices en los libros de texto hasta en las instrucciones de un mueble para el comedor. Los hay de muchos tipos; por orden alfabético, por agrupaciones, temáticos, ilustrados y bilingües, entre otros muchos. Estas listas y sus definiciones nos ayudan a comprender mejor una temática concreta, al igual que el glosario de los seguros de vida, que te ayuda a que entiendas por qué es beneficioso contratarlo, los términos que están incluidos, sus coberturas y las garantías del mismo.
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Sí, en este caso, tú serías el tomador. Habitualmente la edad mínima para poder hacerle un seguro a otra persona son los 14 años.
Es la edad que se tiene en el momento de firmar un seguro de vida. Dependiendo de la fecha en la que se firme, la edad actuarial será la de tu anterior cumpleaños o el posterior (la fecha de tu cumpleaños siguiente, que todavía no ha llegado).
Sí, el estado de salud puede ser determinante para estipular el precio de las primas que vas a pagar por tu seguro.
Sí, puedes modificar o añadir beneficiarios en tu seguro de vida, siempre y cuando se lo comuniques a tu compañía para que quede reflejado en la póliza.
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